¡Ey, las ideologías existen!. Mario Riorda. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Mario Riorda
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789876911207
Скачать книгу
diferentes: “El cambio recién empieza”, “Sabemos lo que falta y sabemos cómo hacerlo”, “Cristina, Cobos y vos”, “A la Argentina que viene la hacemos entre todos”. Si bien en todos los casos el vínculo entre valencia y eslogan se mantiene, en algunos de ellos se apunta más a la valencia mencionada de la Concertación, mientras que en otros se distingue otro elemento central de la campaña, concretamente la idea de la continuidad del cambio.

      Similitudes discursivas en dos candidatas opuestas. El análisis de los discursos de ambas candidatas arroja resultados que contradicen lo que se esperaría encontrar teniendo en cuenta el curso que siguió el mandato de Cristina Fernández de Kirchner. Ambos discursos son muy similares, apuntan al centro del espectro ideológico del electorado y curiosamente ambas hacen promesas similares: alcanzar la unión de los argentinos y refundar el sistema de representación política.

      Las semejanzas en los discursos se explican por el objetivo que se observa en ambas candidatas de intentar captar a un electorado que aun no ha superado definitivamente la crisis de 2001, en particular en lo referido a la crisis de representación política, tan claramente reflejada en el célebre “que se vayan todos” (como repudio a la vieja política).

      Los discursos de apertura y de cierre de campaña de ambas candidatas reflejan una fuerte presencia del pensamiento político y de los valores que buscan representar, elementos claves del discurso ideológico, que orientan la acción política sobre la base de lo que se entiende como el modo correcto o ideal de conducir la sociedad.

      Teniendo en cuenta la ubicación de aspectos ideológicos en los discursos, es posible observar cómo ambas candidatas apelan constantemente al pasado, a un pasado cargado de grandes referentes y líderes políticos,[14] pero también de héroes anónimos, de argentinos que han contribuido al engrandecimiento del país. Además, hacen referencia a valores como la justicia, la equidad, el federalismo, la dignidad, el pluralismo, entre otros.

      En los discursos de ambas candidatas, el mensaje es enunciado por un “nosotros exclusivo” (“yo-partido”), es decir, un enunciador que incluye únicamente al candidato y al partido. Se trata, así, de un enunciador claramente ideologizado, identificado con una corriente de pensamiento, que busca diferenciarse y que define el discurso sobre la base de un claro posicionamiento.

      Nuevamente se observan similitudes en ambas candidatas. Tanto Fernández de Kirchner[15] como Carrió[16] incluyen en sus discursos este tipo esquemas que reflejan características ideológicas, al buscar posicionar de manera diferenciada al candidato y al partido.

      Esta marcada presencia del enunciador excluyente, el “nosotros-partido”, contrasta con la débil introducción de elementos propios de un enunciador inclusivo, es decir, de uno que incluya a todos, que haga referencia a una masa homogénea, al “pueblo argentino”. Este elemento, que se correspondería con una presencia menos destacada de aspectos ideológicos, no se da en los discursos de las candidatas, sólo se observa una mención implícita o infrecuente en el caso de Carrió.[17]

      En cuanto al destinatario de los discursos, según Eliseo Verón (1987) es posible distinguir la presencia de:

       Un prodestinatario: cuando se dirige el discurso hacia un prodestinatario, se lo destina hacia aquél que ya está convencido de lo que la candidata tiene para decir, aquel que comparte su pensamiento (“a los que permanentemente, a lo largo de todas las calles nos dan fuerzas para seguir”; Carrió, discurso de apertura). Algo interesante para observar es la relación de este uso con la manifestación ideológica de quien lo enuncia, pues supone la adscripción a un grupo que se autorreconoce en la ideología común, que se hace así manifiesta. Carrió es quien hace mayor uso de esta herramienta, apelando constantemente a todos los dirigentes políticos que la han acompañado en su camino, y a aquel porcentaje de electores que la ha acompañado fielmente a lo largo de su carrera política.[18] Cristina Fernández de Kirchner, en cambio, apela en menor medida al prodestinatario[19] y cuando lo hace, es en forma implícita. Desde el punto de vista del destinatario, entonces, es posible afirmar que el discurso de esta candidata presenta menos atributos ideológicos.

       Un paradestinatario: a pesar de las mencionadas referencias de Carrió hacia el prodestinatario, tanto ella como Cristina Fernández dirigen principalmente su discurso a un paradestinatario, es decir, a una masa anónima que incluye a todos, no solamente a los que las apoyan o comparten su posición política. Este uso discursivo implica una voluntad de identificación masiva, y por lo tanto un borramiento sutil de las diferencias. Su predominio sería, entonces, menos fuerte en lo ideológico. Carrió apela al paradestinatario de manera más marcada en el discurso de cierre de campaña,[20] no así en el de inicio, donde predomina la figura del prodestinatario, es decir, aquellos que ya la acompañan y a quienes busca reafirmar en su decisión de votarla. Se da, por tanto, un leve giro en su discurso desde un uso más ideologizado a uno más sutil, tendiente a identificarse con un electorado más amplio, desmarcándose del grupo de procedencia. Fernández de Kirchner, en cambio, apela de manera constante a lo largo de la campaña a “todos los argentinos y argentinas”, a aquella masa anónima, reafirmando la necesidad que se observa en ambas candidatas de captar votos provenientes del centro del electorado, haciendo así un discurso poco ideologizado.

      En los discursos analizados no se observa apelación a un contradestinatario, es decir, a los adversarios políticos. Esto es coherente con el mensaje de unión y pluralidad que ambas intentan transmitir y revela nuevamente un bajo nivel de ideologización en los discursos, que no se dirigen al oponente, al rival, reduciendo así los niveles de polémica y de diferenciación.

      Los discursos de Carrió y de Fernández de Kirchner, como ya se mencionó, dirigidos especialmente a un paradestinatario, contienen profusas explicaciones y diagnósticos de cada candidata respecto del estado de la Argentina, es decir, cumplen una función explicativa, enmarcada en ideología, desde la cual el candidato busca explicar la realidad a la audiencia, postulando verdades que busca posicionar como incontestables.

      Elisa Carrió utiliza sus discursos para ahondar en la importancia de la República y demostrar su conocimiento de la historia argentina[21] y la importancia de los valores en la construcción del país. Además, Carrió enfatiza los problemas que aquejaron al país durante el mandato del presidente Kirchner (déficit habitacional, altos índices de deserción escolar, avance del narcotráfico, entre otros).

      Por su parte, Cristina Fernández de Kirchner utiliza su discurso de apertura de campaña para explicar a la audiencia qué significa la Concertación –es decir, la integración de candidatos de otros partidos a las filas justicialistas– y cuál es su importancia. En los dos discursos analizados ahonda en interpretaciones sobre la historia argentina[22] y en particular sobre los logros de gestión del entonces presidente Kirchner.

      El carácter explicativo prima en los discursos de ambas candidatas. Las dos abordan, desde sus respectivas perspectivas, los problemas históricos que han aquejado a la Argentina, explicándole a la audiencia sus causas y consecuencias.

      A pesar de la centralidad de las explicaciones en los discursos de las candidatas, ninguna se apoya demasiado en referencias a hechos concretos para apuntalar sus argumentos. En términos generales, ambos discursos carecen de referencias fácticas. Sólo la candidata oficialista en su discurso de cierre de campaña señala algunos guarismos favorables, presentados como logros de la gestión de Néstor Kirchner.

      Ambas candidatas presentan, en cambio, profusos elementos que revelan la existencia de propuestas de acción en sus discursos, que cumplen una función programático-motivante, donde se arenga a la audiencia a acompañarlas para poder cumplir con sus proyectos. No se trata de proposiciones racionales sino más bien de propuestas que apuntan a conquistar las emociones de la audiencia.

      En el caso de Carrió, la candidata inunda sus discursos de apelaciones emotivas, con argumentos que buscan hacerse del apoyo de la audiencia apelando a sus valores y emociones, no a su razón.[23] Además, Carrió alienta a los electores a apoyarla haciendo siempre referencia a valores, en pos de alcanzar los votos necesarios