Jesús. Samuel Fernández Eyzaguirre. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Samuel Fernández Eyzaguirre
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789561426146
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Id, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores’. 16 Al ver los escribas de los fariseos que comía con los pecadores y publicanos, decían a los discípulos: ‘¿Qué? ¿Es que come con los publicanos y pecadores?’ 17 Al oír esto Jesús, les dice: ‘No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores’. 30 Los fariseos y sus escribas murmuraban diciendo a los discípulos: ‘¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?’ 31 Les respondió Jesús: ‘No necesitan médico los que están sanos, sino los que están mal. 32 No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores’.

      * Los tres textos coinciden porque Lucas y Mateo utilizaron el evangelio de Marcos como fuente.

Mt 11,2-6 Mc Lc 7,18-23
2 Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle: 3 «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?» 4 Jesús les respondió: «Id y contad a Juan lo que oís y veis: 5 Los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva; 6 ¡dichoso el que no halle escándalo en mí!» 18 Sus discípulos llevaron a Juan todas estas noticias. Entonces él, llamando a dos de ellos, 19 los envió a decir al Señor: «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?» 20 Llegando donde él los hombres dijeron: «Juan el Bautista nos ha enviado a decirte: ¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?» 21 En aquel momento curó a muchos de sus enfermedades y dolencias, y de malos espíritus, y dio vista a muchos ciegos. 22 Y les respondió: «Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a los pobres la Buena Nueva; 23 ¡dichoso el que no halle escándalo en mí!»

      * Lo común a los relatos, que no está en Marcos, proviene del documento Q. Así se explican las coincidencias literales. Los versículos 20-21 de Lc, que no están en Mateo, es razonable atribuirlos a Lucas.

Mt 13,44-46 Mc Lc
44 El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel. 45 También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, 46 y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.

      * La presencia de este texto sólo en Mateo indica que este evangelista contaba con una fuente de información propia, que no conocían o no utilizaron los demás evangelistas.

Mt Mc Lc 15,11-13
11 Dijo: «Un hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda. 13 Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino...

      * La presencia de este texto sólo en Lucas indica que este evangelista contaba con una fuente de información propia, que no conocían o no utilizaron los demás evangelistas.

       D. El método histórico crítico

      En 1993, la Pontificia Comisión Bíblica publicó La interpretación de la Biblia en la Iglesia. Este documento contiene la presentación de los diversos métodos de interpretación bíblica. Entre ellos, aborda el método histórico-crítico, los nuevos métodos de análisis literario (retórico, narrativo, semiótico), los acercamientos basados en la tradición (acercamientos canónico, el recurso de las tradiciones judías de interpretación, la historia de los efectos del texto), el acercamiento por las ciencias humanas (sociológico, por la antropología cultural, psicológicos y psicoanalíticos), el acercamiento contextual (liberacionista, feminista) y la lectura fundamentalista.

      El método histórico-crítico es el que más ha marcado la exégesis científica actual, y más allá de sus unilateralidades, es el método indispensable para un estudio de orientación histórica como el presente. Por ello, basados en el documento de la Pontificia Comisión Bíblica, presentamos las líneas fundamentales de este método.

      Inicialmente, el método histórico-crítico se interesó mucho por la identificación de las fuentes y por distinguir los diversos estratos de los textos bíblicos en su estado actual. Luego, prestó especial atención a la distinción de los géneros literarios. Finalmente, buscó realizar un estudio crítico de la redacción, prestando mayor atención al estado final del texto. Este método intenta dilucidar el proceso histórico que 'produjo' el texto.

      Así, el método histórico-crítico parte por establecer bien el texto a partir del estudio de los manuscritos; luego el texto es sometido a un análisis lingüístico para definir las unidades literarias básicas, es decir, el modo adecuado de dividir el texto para distinguir los trozos que provienen de diversos contextos. Una vez identificadas estas unidades, se busca determinar su género literario y ubicarlas en su ambiente original, lo que permite leer el texto en su propio contexto vital original (Sitz im Leben), y con las reglas de su propio género literario. Por último, se estudian las modificaciones que sufrió el texto al ser insertado en el documento actual. Se trata, en síntesis, de reconocer un texto, luego aislarlo para leerlo de acuerdo con su propio género literario y en su contexto original, y finalmente, estudiar el proceso histórico de su inserción en el documento en su estado actual.

       III. EL PUNTO DE PARTIDA: LAS PRIMERAS CONVICCIONES SOBRE JESÚS

       1. ACCESO A LAS PRIMERAS CONVICCIONES

      ¿Por dónde partir? ¿Cómo comenzar este itinerario? A Jesús, como a cualquier otro personaje de la antigüedad, no lo podemos conocer de manera directa. Siglos nos separan de su vida terrena. Desde el punto de vista histórico, sólo lo podemos conocer por medio de las huellas que ha dejado. Su principal huella es la comunidad concreta de sus seguidores, es decir, la Iglesia, que remite sus orígenes a la persona de Jesús de Nazaret.

      Esta comunidad dejó reflejada sus convicciones de fe en los escritos del Nuevo Testamento. De este modo, cada libro del Nuevo Testamento nos muestra la fe de la comunidad que está detrás del escrito. Así, por ejemplo, el evangelio de Juan refleja las convicciones de una comunidad cristiana, reunida en torno al apóstol Juan, alrededor del año 95; el evangelio de Marcos nos permite reconstruir el cristianismo romano a fines de los años 60; las cartas de San Pablo nos transmiten las convicciones del Apóstol y de las comunidades fundadas por él a partir del año 50; y lo mismo podríamos decir de cada escrito del Nuevo Testamento.

       A. Los primeros veinte años del cristianismo

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