Psicología del lenguaje. Jaime Bermeosolo Bertrán. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Jaime Bermeosolo Bertrán
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789561425187
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nombrando los órganos que intervienen, los fonemas consonánticos se clasifican en:

      Bilabiales ambos labios en contacto: / b - m - p /

      Labiodentales labio inferior contra incisivos superiores: / f /

      Interdentales punta de la lengua entre incisivos: / Θ /12

      Dentales la punta de la lengua se apoya contra la pared interna de incisivos superiores: / d - t /

      Alveolares punta de la lengua contra la zona de la raíz dental o alvéolos: / l - n - r - r - s /

      Palatales predorso de la lengua contra el paladar duro: / ĉ - y - l -/

      Velares con la garganta en tensión, postdorso de la lengua se acerca al velo del paladar (paladar blando): / g - x - k /

      De acuerdo al segundo de los criterios, el modo de articulación, relacionado con lo que ocurre con el paso del aire por el tracto vocal, se suele distinguir entre fonemas consonánticos orales o no nasales, en los que el aire pasa por la boca, y nasales, en cuya articulación hay una resonancia adicional al pasar el aire por las fosas nasales, gracias a la acción del velo del paladar. (Los tres fonemas nasales son los que aparecen en la palabra mañana). Los fonemas consonánticos o consonantes son el resultado, además, de variados obstáculos a la corriente de aire, por lo que de acuerdo al modo de articulación, se distingue entre consonantes:

      Oclusivas implican el máximo obstáculo o cierre en su producción. Se trata de sonidos "golpeados", de corta duración: / b - p - d - t - g - k /.

      Fricativas el obstáculo al paso del aire es más flojo que en los oclusivos: hay estrechamiento sin cierre completo, produciéndose una fricción audible: / f - s - y - x /.

      Africadas obedecen a un intento de oclusión, chocando la punta de la lengua contra el paladar duro: / ĉ /.

      Vibrantes cierre intermitente a la corriente de aire por medio de vibración simple / r / o múltiple // de la punta de la lengua.

      Laterales cierre a lo largo del centro de la boca, permitiendo al aire escapar por uno / l / o los dos lados //. Este último no es fonema utilizado en Chile. Equivale a la pronunciación de palabras tales como valle y lluvia aproximadamente como valie y liuvia.

      Nasales el velo del paladar impide el paso del aire por la boca, produciéndose una resonancia en las fosas nasales: / m - n -/.

      El tercer criterio que se utiliza en la clasificación de los fonemas consonánticos se relaciona con la función de las cuerdas vocales: se distingue entre fonemas sonoros y fonemas áfonos o sordos. En la tabla de clasificación aparecen, respectivamente, bajo el signo [+] los sonoros, y el signo [-] los áfonos.

      Sonoros: / b - d - g - y - r -- l - m - n -/

      Áfonos: / p - t - k - f - s - x - ĉ /

      Resulta muy difícil identificar un fonema consonántico como sonoro o áfono, ya que siempre se coarticulan "enganchados" a alguna vocal, de acuerdo a las características de la sílaba española. Esto hace que siempre estén sonorizados por la vocal. Sin embargo, nuestro oído percibe con claridad la diferencia entre sílabas tales como ba y pa o de y te. Esto obedece a nuestra gran especialización para el lenguaje. La única y sutil diferencia entre ambos pares de sílabas reside en la característica sonora o sorda de la consonante, ya que comparten los demás rasgos (modo y zona de articulación). Ocurre que en las sílabas con consonante sonora (ba y de), el fonema consonántico y vocálico se articulan al mismo tiempo, superponiéndose. En el caso de las sílabas con consonante sorda (pa y te), se da una fracción mínima de tiempo (mensurable en milisegundos) en que se articula el fonema consonántico, "enganchándose" posteriormente a la vocal. Esto se podría graficar así, para el par ba-pa:

      _________b

      _________a

      _________p

      ________a

      Mientras más rasgos comparten los fonemas entre sí, en especial los que dicen relación con "zona" y "punto" de articulación, más parecidos son, ya que hay entre ellos mayor proximidad articulatoria y acústica: el par / p-b / está formado por dos fonemas más semejantes entre sí que el par / p-s /:

/ p / bilabial oclusiva no nasal sorda
/ b / bilabial oclusiva no nasal sonora
/ p / bilabial oclusiva no nasal sorda
/ s / alveolar fricativa no nasal sorda

      De las varias posibles realizaciones concretas de un fonema, normalmente una es la que mejor se identifica con sus características centrales o rasgos definitorios. El fonema /n/, por ejemplo, se define como alveolar, nasal y sonoro. Sin embargo, como ya se explicó, tiene varias realizaciones o "alófonos", que los lingüistas suelen representar entre corchetes. Una de ellas es su versión velar [η], como en la palabra cinco en que, si se observa con cuidado, comparte rasgos o la sonoridad especial de los fonemas velares. Si bien en la palabra mano el fonema /n/ es alveolar, correspondiendo al alófono central de la categoría, en la palabra enviar tiene rasgos de bilabial (se pronuncia realmente como embiar); en infierno y confuso es labiodental (pareciéndose más a imfierno y comfuso); en antes, dental; en ancho, palatal y en cinco y pingo, velar. Es decir, se ve afectado por el contexto en que ocurre. Asimismo, el fonema /s/ es muy diferente en las realizaciones alofónicas correspondientes a las palabras paso, hasta o Buenos Aires. La transcripción fonética asigna notaciones diferentes para cada una de estas realizaciones concretas en el habla.13

      Algunas variantes de los fonemas, de las que el hablante no es consciente, pueden influir en la representación ortográfica de los niños. Así, es muy posible que estos escriban agüelita (por abue-lita) o yelo y güevo (por hielo y huevo), que es lo que realmente escuchan. Curiosamente, se los puede tildar de niños con "problemas de discriminación auditiva", cuando justamente ocurre todo lo contrario.

      La clasificación de los fonemas y sus alófonos revisada hasta aquí está basada fundamentalmente en criterios articulatorios. Pero, como ya se señaló al comienzo de este apartado, la descripción de los fenómenos sonoros del lenguaje puede hacerse también desde el punto de vista de sus características físicas, es decir, de propiedades acústicas, tales como intensidad, tono, timbre y duración. En esta perspectiva