Así reafirmamos que el continuo proceso de perfeccionamiento del sistema de admisión universitario es un compromiso ético de avanzar en calidad con equidad. Este es el mandato de las universidades que están comprometidas con el desarrollo integral de las personas y del país.
Publicado en el diario La Tercera el 23 de marzo de 2014.
Fortalezas y debilidades del ranking de notas
En las últimas semanas se han repetido los cuestionamientos al uso del ranking de notas en el sistema de admisión a la educación superior. En especial, las protestas han provenido de los estudiantes de los liceos municipales emblemáticos. Es importante analizar las fortalezas y debilidades de este instrumento.
El ranking de notas identifica a los alumnos con talento y hábitos de estudios, independiente de su procedencia educacional. Destaca también por ser un elemento predictivo del rendimiento académico. En la experiencia de la UC, los estudiantes en el 10% superior en sus establecimientos tuvieron una mejor progresión académica. Alumnos que provienen de diferentes realidades culturales, económicas y geográficas aumentan la diversidad, pluralismo y calidad del proyecto universitario.
El ranking de notas identifica a los alumnos con talento y hábitos de estudios, independiente de su procedencia educacional. Destaca también por ser un elemento predictivo del rendimiento académico. Pero también ha traído problemas y situaciones que se deben corregir. Por una parte, al no ser un ranking puro (a implementarse en el año 2016), hay casos de alumnos con similar ubicación y puntajes diferentes. Segundo, el traslado tardío de estudiantes produce distorsión en la convivencia escolar y en el acceso a beneficios económicos que es necesario resolver.
Junto con seleccionar a mejores estudiantes, el ranking permite avanzar en inclusión, ya que premia a través de una bonificación en el puntaje a buenos estudiantes en su entorno, en un proceso de admisión marcado por la PSU, prueba que se correlaciona con la situación socioeconómica de los postulantes. En los datos generales del CRUCh destaca que, desde su incorporación, el ranking ha significado una redistribución de estudiantes, beneficiando a un 6% de los que fueron admitidos, en su mayoría del sector subvencionado, de regiones y con predominio de mujeres.
En la UC, la universidad con mayor puntaje promedio PSU, NEM y ranking del sistema, en la admisión 2014 se demostró que 593 estudiantes (de un total de 4.902) fueron seleccionados debido a la incorporación de este instrumento. De ellos, 38+ fueron del sector municipal y subvencionado, la mayoría de liceos cuyos mejores egresados por muchos años no accedían a la UC. Tuvieron 50 puntos promedio menos de PSU, 152 más de ranking y 15 puntos más de IVE (índice de vulnerabilidad económica). Respecto del año anterior, en la UC hubo una leve disminución en la admisión de estudiantes de liceos emblemáticos (261 vs. 278). Estos alumnos presentaron notas superiores a las de los otros liceos.
El instrumento ha traído problemas y situaciones que se deben corregir. Por una parte, al no ser un ranking puro (a implementarse en el año 2016), hay casos de alumnos con similar ubicación y puntajes diferentes. Segundo, el traslado tardío de estudiantes produce distorsión en la convivencia escolar y acceso a beneficios económicos que es necesario resolver. Además, una alta ponderación del ranking va a producir un mayor impacto en los problemas descritos. Debido a que es un sistema cerrado de admisión, el ingreso de un grupo de alumnos va a significar la salida de otros.
La valoración del desempeño escolar instala en las salas de clase un incentivo para estudiar, lo que impacta en la calidad de la educación. Este estímulo no debería alterar la convivencia escolar, al compararse el rendimiento con las tres generaciones anteriores. Debido al desnivel en la educación escolar, es importante la implementación de un programa de apoyo académico en la universidad, en ciencias básicas y en las habilidades comunicativas, de modo de asegurar el rendimiento académico de los estudiantes. Así, los alumnos con mayor motivación por estudiar deberían mejorar las tasas de titulación. Está pendiente incluir la ponderación del ranking en la asignación de las ayudas estudiantiles, así como también en el Aporte Fiscal Indirecto.
La incorporación de estudiantes talentosos de diferente origen socioeconómico y educacional es un aporte a la cohesión social y al desarrollo del país, que impactará en una nación más integrada y con mayores oportunidades para la juventud. Se requiere de generosidad y el aporte de todos para avanzar en estos cambios.
Publicado en el diario El Mercurio el 14 de septiembre de 2014.
Desafíos en admisión, retención y titulación
La expansión de la cobertura del sistema de educación superior presenta el desafío de avanzar en equidad e igualdad de oportunidades en la composición de sus estudiantes. El ingreso a las carreras y universidades más exigentes sigue siendo limitado para los estudiantes más vulnerables, debido a las diferencias en la calidad de la educación básica y secundaria, lo que da cuenta de los resultados de las pruebas de admisión universitaria. Por otra parte, los índices nacionales de retención y tiempo de titulación son deficientes, y en buena medida dependen de los requerimientos de estos estudiantes.
Es necesario revisar el sistema de admisión universitaria y perfeccionar los mecanismos de apoyo a los estudiantes, de modo de generar las condiciones necesarias para la adquisición de competencias que les permitan avanzar en su desarrollo académico. Desde la UC hemos planteado propuestas en admisión, apoyo académico, con una mayor articulación y acortamiento de carreras.
Es necesario revisar el sistema de admisión universitaria y perfeccionar los mecanismos de apoyo a los estudiantes, de modo de generar las condiciones necesarias para la adquisición de competencias que les permitan avanzar en su desarrollo académico.
En primer término, los sistemas de admisión deben ser capaces de ordenar en forma confiable a los postulantes a partir de la medición de antecedentes relevantes para el éxito académico. Es importante perfeccionar el sistema único de admisión a las universidades, que debiera avanzar hacia la incorporación de nuevas instituciones. Se deben corregir las deficiencias que presenta la PSU, a través de asumir las críticas y sugerencias del informe internacional Pearson, incluyendo alinear las exigencias de la prueba a los requerimientos curriculares de la formación secundaria. El ranking de notas debe corregir sus falencias y aportar en la selección para aumentar la inclusión social con excelencia académica. Es necesario identificar nuevos componentes del sistema de admisión, con acciones concretas para favorecer a los estudiantes más vulnerables. Asimismo, se deben estimular los sistemas de admisión especial, reforzando los programas de inclusión y propedéuticos de las universidades. Un punto prioritario sigile siendo aumentar la calidad de la educación escolar pública para disminuir las brechas descritas.
En segundo lugar, con el fin de asegurar la integración y el éxito académico de los estudiantes favorecidos por las políticas de inclusión, es vital consolidar los programas de apoyo en diferentes áreas, tales como razonamiento matemático, lenguaje, ciencias, idioma inglés, entre otras. Esto permitirá disminuir las brechas académicas a través de un apoyo académico formal, organizado desde el período previo a su ingreso, y al menos durante los dos primeros años de sus carreras.
Tercero, es crucial evaluar los factores que explican el retraso en la titulación y la duración de las carreras. Entre ellos figuran el fracaso académico, aspectos socioeconómicos, y la falta de un sistema global de acompañamiento para los alumnos con dificultades de aprendizaje. Es importante destacar el proceso de nivelación en los primeros semestres, lo que es reflejo de la deficiencia del sistema escolar. La experiencia internacional revela que es posible formar profesionales en un tiempo menor, y para ello evaluar los currículos, pertinencia, contenidos