Constelaciones familiares. Marcelo Luis Ducruet. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Marcelo Luis Ducruet
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9789507546747
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foto antigua se tratara.

      Continúa el movimiento, pero damos otro paso atrás en el tiempo. Estamos en una casa, un lugar sencillo de piedra. Afuera, la actividad, la vida sigue su propio ritmo natural y monótono. Allí, en el interior de ese hogar, la tristeza casi es material, profunda, asfixiante.

      Le pido a Cris que gire lentamente para que quede mirando de frente a Ivana y a Silvina, que se hallan juntas.

      Valeria está angustiada y llora. A su lado, la constelante está inmersa en lo que ocurre. Se encuentra profundamente conmovida por todo lo que se está desplegando frente a sus ojos y ante su alma.

      Cris: —No me pidas que me despida de ellos porque no voy a poder hacerlo.

      Estas palabras terminaron por esclarecer lo que presentíamos: la estaban persiguiendo desde hacía un tiempo y ahora la venían a buscar para llevarla detenida. Su castigo sería la hoguera.

      Sentí que lo apropiado en esta circunstancia sería simplemente dar nuestro acuerdo, vibrar con ese dolor y sentirlo en profundidad y, al mismo tiempo, dar espacio para poder trascenderlo.

      Entonces, pido a los concurrentes que hagan contacto visual y que permanezcan unos instantes en silencio.

      Yo: —Honramos al Gran Espíritu y sus sabios designios. Nos dejamos guiar amorosamente y, sin cuestionar, damos nuestro acuerdo —las palabras acudían a mí naturalmente.

      Era difícil atravesar por ese dolor que invadía la escena y donde nosotros éramos parte importante de ella.

      Yo: —Honramos el alma de las víctimas y de los perpetradores y honramos en ellos a la rueda de la vida que pone en marcha el movimiento.

      Valeria sigue conmovida y, en algún momento, ve con claridad la apertura de un nuevo portal. Lo señala. Y en ese momento ella se abre hacia una nueva escena, quizás la misma. No lo sabíamos con certeza, simplemente nos dejamos guiar hacia ella.

      Valeria: —¡Es terrible la destrucción! ¿¡Qué hicieron!? ¡¡No dejaron nada en pie!! ¡¡La tierra fue arrasada y fuimos masacrados!! —llora desconsoladamente.

      De pronto, con sumo cuidado, pido que nos inclinemos, que brindemos nuestro respeto a ese movimiento sagrado y que, desde ese acuerdo, simplemente honremos ese pasado. En silencio y con profundo compromiso.

      Me acerco a Cris y le pido que digamos estas palabras:

      —Honramos el haber sido elegidos para ser parte de este movimiento sagrado. Con profundo respeto acompañamos y desde ese sentir soltamos.

      La constelante se incorpora a la rueda. Profundamente conmovida mira a Cris quien está representándola en otra vida o quizás a algún miembro de su entramado ancestral con quien ella estaba relacionada y a quien era necesario honrar en ese movimiento.

      Son consideraciones que surgen como imágenes, y como tales es necesario dejarlas a salvo de las maneras de pensar habituales y no interpretarlas. El alma sabiamente tiene la claridad de los mensajes y no siempre debemos tratar de traducirlos.

      Poco a poco la imagen se cierra. Cris siente que pudo “soltar” y, a través de ese sentir, pudo “dejar ir”.

      Como en cada movimiento cerramos con una rueda en la que nos liberamos de la experiencia vivida y entregamos con total confianza el resultado en manos de lo sabio que nos trasciende.

      Acuerdo de almas, un principio fundamental en las Psicoconstelaciones

      Como habrán podido observar, en la Constelación que detallé anteriormente, existen lógicas o dinámicas que están fuera de nuestra comprensión, y que para sanar es imprescindible no resistirse a ese misterio.

      Justamente, uno de los grandes lineamientos que guía a las Constelaciones Familiares es que mucho de lo que ocurre a nuestro alrededor responde a un principio sabio, y que este posee un sentido que excede cualquier interpretación.

      Frente a esto, lo importante es dar nuestro acuerdo, dejarse llevar por estas manifestaciones sutiles, porque detrás de ellas hay una sabiduría que se manifiesta. El alma, las almas que se expresan, nos conducen, y si las dejamos actuar los resultados son maravillosos. Es fundamental vivir en perfecta sintonía con ese orden que nos trasciende.

      Gran parte de mi trabajo como psicoterapeuta, entonces, consiste en que los consultantes hagan un acuerdo con esta realidad que los abarca, pero que no se deja comprender en su totalidad, pues solo acordando con esa sabiduría superior, una realidad mayor que escapa a nuestra vista, es que se puede producir la sanación.

      Sin ir más lejos, constelar implica consentir en que estamos inmersos en un sistema y ese sistema no responde a objetivos egoístas o a cuestiones parciales sino a motivos y principios que van más allá de cualquier idea que podamos tener de él.

      La negación de lo extraordinario, la resistencia ante la posibilidad de ver otras realidades, le quita magia a la vida, le resta encanto y hace de nosotros seres grises, rigurosos, sin permiso para la emoción que significa el día a día de nuestra existencia.

      Liberando la intuición

      Dentro de la magia que se despliega en un taller, cada persona que participa experimenta un sentir en el cuerpo que hasta el momento le era desconocido.

      Justamente, el ser canal es una cualidad que todos poseemos y que es el reflejo de la maravillosa perfección que nos caracteriza como seres multidimensionales.

      Sobre todo, en estos últimos tiempos, en los que se le brinda mayor importancia al pensamiento racional que a la intuición, no logramos imaginarnos como seres que nos desplegamos en diversos planos, en realidades diferentes y sutiles.

      Sin embargo, desde pequeños, nos relacionamos con el mundo a través de la intuición, de percepciones, de sensaciones que se corresponden con otro tipo de conocimientos, con otras fuentes, con otros saberes, y podría afirmar, más sabios y trascendentales.

      El prestigioso doctor en psiquiatría, Brian Weiss, en una entrevista realizada por Ignacio Escribano dijo al respecto:

      La arremetida contra la mente comienza desde que somos muy pequeños. Se nos educa con valores familiares, sociales, culturales y religiosos que reprimen nuestros conocimientos innatos. Y si nos resistimos a esa acometida, se nos amenaza con el miedo, la culpa, el ridículo, la crítica y la humillación. O, también, pueden acecharnos el ostracismo, la retirada del amor o los abusos físicos y emocionales. Nuestros padres y profesores, nuestra sociedad y cultura pueden enseñarnos falsedades peligrosas. Y a menudo lo hacen. El mundo actual es una clara prueba de ello, pues se encamina a tropiezos y golpes, imprudentemente, hacia una destrucción irreversible. Pero si se lo permitimos, los chicos pueden enseñarnos la salida.

      Lamentablemente, esta habilidad denominada intuición, que todos, en menor o mayor medida, manejamos, con el correr de los años se va dejando de lado hasta ser desplazada por este pensamiento racional que culturalmente se considera más valioso y más certero como forma de acceder al conocimiento.

      Lo intuitivo, por tanto, queda relegado a ciertos ámbitos, a ciertas prácticas.