Constelaciones familiares. Marcelo Luis Ducruet. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Marcelo Luis Ducruet
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9789507546747
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difícil definir con precisión qué es el alma. En todo caso, la definición supone un quehacer intelectual, y el alma prefiere imaginar. Intuitivamente sabemos que el alma tiene que ver con la autenticidad y la profundidad (…)”, dice Thomas Moore en su libro El cuidado del alma, y qué cierto es, pues es imposible intelectualizar algo tan imperecedero, infinito, inabarcable, inclasificable e inefable como el alma. También surge la consternación y desorientación cuando se trata de establecer una explicación para el término espíritu.

      Traigo a colación este tema porque en las Psicoconstelaciones trabajamos con estos dos materiales, por llamarlos de alguna forma, y parte de la gente que asiste a los talleres pretende ingenuamente definirlos, enmarcarlos, que les digan “es esto”.

      Sin embargo, desde la antigüedad, son innumerables los intentos para dar cuenta de estas experiencias sutiles, intangibles y aún hoy siguen las discusiones.

      Sigue Thomas Moore: “El gran mal del siglo XX, que forma parte de todas nuestras angustias y nos afecta a todos individual y socialmente, es la ‘pérdida de alma’. Cuando se la descuida, el alma no se va precisamente, sino que se manifiesta en forma de obsesiones, adicciones, violencia y pérdida de sentido”.

      Esta idea supone que al no poder definirla con exactitud el hombre se aparta de ella, se planta en una pose de descreimiento, de negación y al no reconocer su lado divino, espiritual, enferma.

      Lo que nadie se detiene a pensar es que la mayoría de las cosas que nos rodean son desconocidas. Nuestros sentidos y la razón no son tan fieles a la realidad como suponemos. Tampoco podemos decir qué es la realidad, porque dependiendo de la cultura, la persona o el momento histórico esta variará.

      ¿Qué queda entonces? Confiar, además de en todo el arsenal que poseemos como forma de acercamiento a lo que solemos llamar verdad, en la intuición, en ese extraño sentido, en ese tipo de conocimiento que nos acerca a esa interioridad que excede los límites de nuestro cuerpo, y digo que lo excede porque no es un objeto con una masa específica, no es un sólido, es un algo etéreo-eterno, un principio de vida, una energía que nos une, que nos conecta, que nos acciona.

      Recordemos que en las Psicoconstelaciones, el alma es el principio fundamental con el que se trabajará, pues en terapia lo que se produce o debe producir es la comunicación álmica, ni más ni menos.

      Es necesario, entonces, despejar la visión y la mente, darle paso a las sensaciones e intuiciones internas y abrirse a esta nueva realidad, que es la del alma, la de la unión, la del lazo espiritual que amalgama y conecta todo.

      Hay una mirada que sabe discernir lo que está bien de lo que está mal y lo que está mal de lo que está bien.

      Hay una mirada que ve cuando la obediencia significa falta de respeto y la desobediencia representa respeto.

      Hay una mirada que reconoce como cortos los caminos largos y como largos los caminos cortos.

      Hay una mirada que desnuda, que no titubea al afirmar que existen fidelidades perversas y traiciones de gran lealtad.

      No somos seres humanos atravesando una experiencia espiritual; somos seres espirituales viviendo una experiencia humana.

      Teillhard de Chardin

      Anteriormente hice mención a la imposibilidad de precisar qué es el alma, y el mismo problema se plantea con el espíritu. Nuestra razón limita el acceso a esta comprensión.

      Sin embargo, Van Kampenhout, en un intento de clarificar el panorama, lo expresa así:

      “Un espíritu es un alma y un alma es un espíritu. Cuando esta conciencia reside en un cuerpo físico, generalmente es llamada alma. Cuando no tiene cuerpo físico, se la llama, generalmente, espíritu; y de este modo, a las almas de las personas que han muerto, también se las llama espíritus”.

      También dice que alma y espíritu están hechos de cierta energía, y es con esta energía con la que tratamos en las sesiones.

      Por favor, que se entienda que esto es un modo de demarcar el objeto, pero de ninguna forma es una explicación exacta porque, de hecho, no existe tal cosa. Solo la presento, en ocasiones, a mis pacientes para que puedan entender ciertos fenómenos que ocurren dentro de algunas Psicoconstelaciones, dado que en realidad la curiosidad teórica lejos de acercarnos al encuentro espiritual, nos aleja de él. Insisto, son solo atisbos para que la razón se tranquilice un poco y dé paso a lo mágico y transcendental.

      Cuando los constelantes aún no están lo suficientemente abiertos y receptivos a esta nueva experiencia extraordinaria de la comunicación álmica y espiritual, debo ir ofreciéndoles ciertos asideros a la razón hasta que lentamente se suelten y se dejen llevar por esta nueva situación. Hay en todo este trabajo un proceso de aprendizaje donde el paciente acuerda con el facilitador en tratar de liberarse de prejuicios y ciertas reglas y normas rígidas para poder ingresar a un plano más auténtico, liberador e integrador.

      Era necesario hacer esta introducción para continuar con el desarrollo de un tipo de Constelación de Bert Hellinger… Los movimientos del espíritu.

      Para hablar del espíritu y, por lo tanto, ingresar en un plano mucho más profundo y de mayor compromiso, es fundamental, como insisto en todo momento, trascender ciertas creencias que están determinadas por nuestra manera de pensar habitual.

      De hecho, el propio Bert Hellinger vio que debía dar un salto cualitativo en su tradicional modo de realizar Constelaciones Familiares e involucrarse más de lleno en una nueva dimensión… la profundamente espiritual. A esta nueva forma de constelar la llamó “Los movimientos del Espíritu”.

      Tomaré, para explicar esta concepción, las palabras del querido maestro:

      [Con respecto al método anterior] ¿Dónde está la diferencia? No se posiciona a nadie. Estamos acostumbrados a que cuando alguien quiere constelar a su familia, elige representantes para sus miembros y los coloca en relación unos con otros. Ahora sólo se coloca a una persona y no importa dónde se posiciona. De repente, esa persona esta cogida por un movimiento. ¿De dónde viene ese movimiento? ¿Puede venir ese movimiento del alma del representante? Viene desde afuera, pues es un movimiento del espíritu. Si el representante queda centrado, ese movimiento del espíritu le lleva dentro de su movimiento. Los movimientos del espíritu son siempre movimientos