Natación. Ernest W. Maglischo. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Ernest W. Maglischo
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788499101385
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movimiento ascendente con la pierna estirada. La presión del agua empujando hacia abajo contra la pierna la mantendrá extendida con el pie en una posición natural, a medio camino entre la flexión y la extensión, durante toda esta fase del batido. La parte inferior de la pierna y el pie deben relajarse durante el movimiento ascendente y seguir así hasta que la rodilla empiece a extenderse durante el próximo movimiento descendente.

      El error más común que cometen los nadadores con un batido defectuoso es que flexionan la rodilla durante el movimiento ascendente. Esto hace que la parte dorsal de la pierna empuje hacia arriba y hacia delante contra el agua creando arrastre por empuje que, como mínimo, reduce la velocidad de avance y, en casos extremos, causa que algunos nadadores se desplacen hacia atrás cuando realizan batidos con una tabla. Se ilustra el efecto de este error en la figura 4.15. La figura 4.15a muestra a un nadador que está realizando el batido correctamente con la pierna derecha en una posición extendida. La pierna se desplaza hacia arriba y hacia delante con un mínimo de esfuerzo. En cambio, la figura 4.15b muestra a un nadador que está flexionando su rodilla durante el movimiento ascendente. Esto le hace empujar el agua hacia delante con la pierna derecha y reduce la velocidad de avance.

      La amplitud del batido

      El batido no debe ser ni demasiado poco profundo ni demasiado profundo. Se reducirán la estabilización del cuerpo y la fuerza propulsora si es demasiado poco profundo, y tanto el arrastre por forma como el arrastre por empuje aumentarán si es demasiado profundo.

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      Figura 4.15. El efecto de flexionar la rodilla durante el movimiento ascendente. El nadador en (a) está ejecutando el movimiento ascendente correctamente, con la pierna estirada. El nadador en (b) está realizando el movimiento ascendente de forma incorrecta. Flexiona la rodilla y empuja el agua hacia delante, produciendo una fuerza contraria que reducirá su velocidad de avance.

      Cuando se completa el movimiento descendente, el pie debe estar justo por debajo de la línea del cuerpo. Realizar un batido más profundo que esto no mejorará los efectos propulsores ni estabilizadores del batido. Sin embargo, aumentará el área de sección del cuerpo que se presenta al agua.

      La separación óptima de las piernas en su punto más ancho es desconocida, pero probablemente oscila entre 50 y 80 cm. Allen (1948) encontró que para aumentar la fuerza propulsora una amplitud de batido de aproximadamente 30 cm era superior a una menos ancha de 15 cm.

      El batido diagonal

      Como se indicó anteriormente, los movimientos laterales de las piernas probablemente ayudan a la rotación y estabilización del cuerpo durante el batido. Esto es porque se facilita la rotación longitudinal del cuerpo y se puede conservar la alineación lateral si una pierna realiza el batido en la misma dirección que la rotación del cuerpo, mientras que la otra la realiza en la dirección opuesta. Por lo tanto, cuando los nadadores rotan el cuerpo hacia la derecha, una pierna debe realizar el batido diagonalmente hacia abajo y hacia la derecha, mientras que la otra lo realiza diagonalmente hacia arriba y hacia la izquierda. Estos movimientos diagonales de las piernas se invierten cuando el cuerpo se rota hacia el lado izquierdo.

      El ejercicio común de practicar el batido con una tabla puede ser bueno para mejorar la resistencia de las piernas, pero inhibe el batido diagonal. Por esto, la mayoría de los ejercicios de batido deben realizarse sin tabla para que el batido pueda utilizarse en combinación con la rotación del cuerpo. Un ejercicio para este fin, el batido de lado, se describe más adelante en este capítulo.

      ¿Se debe utilizar el batido para la propulsión?

      El hecho de que se pueda utilizar el batido tanto para la propulsión como para la estabilización se debatió en el capítulo 1. La pregunta aquí es si los nadadores de estilo libre deben utilizarlo para la propulsión o simplemente como estabilizador. Adrian, Singh y Karpovich (1966) han proporcionado la información más provocadora en cuanto a este tema. Midieron el consumo de oxígeno de 12 nadadores competidores mientras sólo realizaban el batido, sólo utilizaban los brazos y cuando nadaban con el estilo completo. Afirmaron que los nadadores utilizaban casi cuatro veces más oxígeno cuando sólo realizaban el batido que cuando sólo utilizaban los brazos. Los requerimientos de oxígeno eran 24,5 l cuando realizaban el batido a una velocidad de 3,5 pies por segundo (57 s para 50 yardas), comparado con unos requerimientos de sólo 7 l cuando nadaban sólo con los brazos a la misma velocidad. Estos resultados también son confirmados por el trabajo de otros investigadores (Astrand, 1978; Charbonnier et al., 1975; Holmer, 1974), quienes encontraron que realizar sólo el batido aumentaba considerablemente el coste energético de la natación.

      Estos datos presentan un argumento persuasivo para que los nadadores fondistas y mediofondistas reduzcan sus esfuerzos en el batido para conservar la energía durante sus pruebas. Los requerimientos energéticos del batido son desproporcionadamente grandes en relación con la propulsión adicional que pueden proporcionar las piernas. Por lo tanto, parece aconsejable reducir el esfuerzo de las piernas al mínimo requerido para el apoyo y la estabilización durante las pruebas de fondo y medio fondo. Al hacerlo, los nadadores retrasarán la fatiga de manera que puedan nadar con una velocidad media más rápida durante toda la prueba. Sin embargo, las carreras de velocidad son otra cosa. Es más importante aumentar la fuerza propulsora que conservar la energía en una distancia corta. Por lo tanto, los nadadores deben realizar un batido vigoroso en las carreras de velocidad y durante el acelerón final en las carreras de fondo y medio fondo.

      La sincronización de brazos y piernas

      El ritmo de batidos se refiere al número de batidos realizados por el nadador durante cada ciclo completo de brazada. Un batido completo consiste en un movimiento ascendente y un movimiento descendente. Por lo tanto, estos dos tiempos se han considerado tradicionalmente como uno cuando se describe la sincronización entre brazos y piernas. Dos brazadas constituyen un ciclo de brazada en el estilo libre.

      Los nadadores de nivel mundial han utilizado una variedad de ritmos de batido con éxito. El ritmo más popular es el del batido de seis tiempos, en el que los nadadores completan seis movimientos de las piernas por cada ciclo de brazada. Otros ritmos populares son el de dos tiempos y el de cuatro tiempos.

      El ritmo de seis tiempos es usado por la mayoría de los velocistas y gran número de mediofondistas, pero sólo pocos fondistas lo utilizan. Éstos han utilizado principalmente, aunque no exclusivamente, el ritmo de dos tiempos. El ritmo de cuatro tiempos, utilizado menos frecuentemente, es todavía popular entre un número significativo de nadadores. También se han probado batidos de ocho y diez tiempos a lo largo de los años, pero no tuvieron éxito y fueron abandonados.

      El batido de seis tiempos

      El ritmo de seis tiempos, ilustrado en la figura 4.16, incluye tres movimientos de la pierna por cada brazada o seis movimientos por ciclo de brazada. Se describe mejor el ritmo utilizando la relación entre los movimientos descendentes de las piernas y los diversos movimientos realizados por los brazos durante cada ciclo de brazada. Visto así, un movimiento descendente de la pierna está coordinado con cada uno de los tres movimientos de cada brazada subacuática. Si nos centramos en la brazada derecha, el movimiento hacia abajo de este brazo está coordinado con el movimiento descendente de la pierna derecha (véase la figura 4.16a). El movimiento hacia dentro de la brazada derecha está acompañado por un movimiento descendente de la pierna izquierda (véase la figura 4.16b), y hay otro movimiento descendente de la pierna derecha durante el movimiento hacia arriba del brazo derecho (véase la figura 4.16c). La sincronización es similar durante la brazada izquierda, con la pierna izquierda desplazándose hacia abajo durante el movimiento hacia abajo del brazo izquierdo (véase la figura 4.16d), la pierna derecha desplazándose hacia abajo con el movimiento hacia dentro del brazo izquierdo (véase la figura 4.16e), y la pierna izquierda desplazándose de nuevo hacia abajo durante el movimiento hacia arriba del brazo izquierdo (véase la figura 4.16f).

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