La transición del movimiento hacia abajo al movimiento hacia dentro se realiza suavemente, continuando el movimiento descendente y algo hacia fuera de la mano que tiene lugar durante el movimiento hacia abajo mientras que cambia la dirección del brazo de hacia delante a hacia atrás. Una vez que el brazo se esté desplazando hacia atrás, y se haya vencido la inercia de avance, debe moverse hacia atrás, hacia arriba y hacia dentro para colocarse debajo del pecho, y así completar el movimiento hacia dentro. Este movimiento hacia dentro termina cuando la parte superior del brazo está hacia atrás casi contra las costillas, y la mano está debajo del pecho y cerca de la línea media del cuerpo.
La inclinación del brazo cambiará de hacia fuera a hacia dentro durante el movimiento hacia dentro. Sin embargo, esto no ocurre porque los nadadores estén llevando la mano hacia dentro. Ocurre simplemente porque la dirección de la parte superior del brazo cambia de hacia fuera y hacia atrás a hacia dentro y hacia atrás durante este movimiento. El movimiento semicircular hacia atrás y hacia dentro del brazo debe ser una aducción de la articulación del hombro. No se deben rotar el antebrazo ni la mano hacia dentro desde el codo durante esta aducción. Deben permanecer rígidamente alineados, al igual que cuando realizaban el agarre, y no debe haber ninguna torsión del codo ni rotación ni supinación de la palma. Esta aducción de la articulación del hombro cambiará naturalmente la inclinación del brazo y de la mano de hacia fuera a hacia dentro en precisamente el momento apropiado durante el movimiento hacia dentro. Los movimientos de remada sólo causarán la caída del codo y una pérdida de propulsión.
El brazo no debe flexionarse mucho en el movimiento hacia dentro. Es decir, no se debe realizar el agarre con el brazo extendido o casi extendido y luego flexionarlo gradualmente durante el movimiento hacia dentro. Flexionar el brazo durante el movimiento hacia dentro sólo producirá la caída del codo y una pérdida de fuerza propulsora.
Como ya se ha indicado, el codo debe estar flexionado aproximadamente 90º durante el movimiento hacia abajo. Luego debe permanecer flexionado de igual forma durante la totalidad del movimiento hacia dentro. En algunos casos, el ángulo de flexión puede aumentar ligeramente durante la segunda mitad del movimiento para colocar mejor la mano y el antebrazo para el movimiento hacia arriba que sigue. Sin embargo, cualquier aumento de la flexión del codo debe ser mínimo.
Las velocidades de la mano deben aumentar moderadamente desde el principio hasta el final del movimiento hacia dentro. Las velocidades de la mano normalmente aumentan desde aproximadamente 1,5 m/s a hasta 2,5 - 3 m/s al final de dicho movimiento (Maglischo et al., 1986; Schleihauf et al., 1984).
La primera parte del movimiento hacia dentro es probablemente la fase más propulsora. La fuerza propulsora tiende a reducirse durante la última parte, utilizada principalmente para colocar el brazo por debajo de la línea media del cuerpo, desde donde se puede ejecutar la primera parte del siguiente movimiento hacia arriba más eficazmente. Los patrones de velocidad ilustrados en las figuras 4.2 y 4.3 (véanse las páginas 110 y 111) muestran un aumento de la velocidad de avance durante la primera parte del movimiento hacia dentro. Después se produce una pérdida de velocidad durante la última parte, cuando ocurre la transición entre el movimiento hacia dentro y el movimiento hacia arriba. Los dos dibujos de la figura 4.9 muestran cómo, según creo, se produce la fuerza propulsora durante el movimiento hacia dentro. Se ilustra la propulsión durante la primera mitad en la figura 4.9a, y la figura 4.9b muestra cómo se genera la propulsión durante la segunda mitad del movimiento hacia dentro.
Algunos nadadores desplazan la mano hacia dentro a la línea media del cuerpo, y otros la desplazan más allá de esta línea. Hay otros que incluso casi no llevan la mano por debajo del cuerpo. Se ilustran estos tres tipos de estilos del movimiento hacia dentro en la figura 4.10. El nadador de la figura 4.10a utiliza un corto movimiento hacia dentro. La nadadora de la figura 4.10b desplaza la mano hasta la línea media del cuerpo, y el nadador de la figura 4.10c está utilizando un largo movimiento hacia dentro con la mano que se desplaza bastante más allá de la línea media del cuerpo.
El estilo del movimiento utilizado por diferentes nadadores probablemente depende de la enseñanza inicial y, quizá, de la posición del brazo en relación con el cuerpo cuando se realiza el agarre. Algunos nadadores probablemente sienten cómo disminuye la velocidad de avance y empiezan prematuramente el movimiento hacia dentro para contrarrestarlo. Como resultado, utilizando un estilo parecido al ilustrado en la figura 4.10a, empujan el brazo hacia atrás en una trayectoria casi rectilínea y no lo desplazan tanto por debajo del cuerpo. Los nadadores que utilizan este método normalmente tienen patrones de velocidad de un pico.
Figura 4.9. La propulsión durante el movimiento hacia dentro. El dibujo (a) muestra cómo se produce probablemente la fuerza propulsora durante la primera mitad del movimiento hacia dentro. El dibujo (b) muestra cómo se puede generar propulsión durante la segunda mitad del mismo movimiento.
Numerosos nadadores que han tenido mucho éxito, especialmente mujeres, utilizan este método. No obstante, yo no lo recomendaría con preferencia al estilo ilustrado en la figura 4.10b por dos razones. Primero, los nadadores que utilizan este método necesitarán acelerar el mismo segmento de agua hacia atrás durante el movimiento hacia dentro y el movimiento hacia arriba. Segundo, la primera parte del siguiente movimiento hacia arriba se hará lejos de la línea media del cuerpo en lugar de debajo de ella, donde la aplicación de la fuerza debe crear la mayor propulsión efectiva durante la parte final del movimiento hacia dentro. Creo que es más aconsejable que los nadadores continúen desplazando la mano hacia dentro hasta que esté por lo menos debajo de la línea media del cuerpo, como muestra la figura 4.10b. Si lo hacen así, probablemente encontrarán un nuevo segmento de agua más lenta contra la que pueden empujar hacia atrás durante el movimiento hacia arriba, y gran parte de este empujón puede realizarse debajo del cuerpo, donde será más eficaz.
El estilo del movimiento hacia dentro que cruza el cuerpo ilustrado en la figura 4.10c es utilizado normalmente por los nadadores a quienes se ha enseñado realizar el agarre en la línea media y empujar la mano directamente hacia atrás por debajo del cuerpo. Característicamente empujan el brazo bastante profundo en el agua antes de realizar el agarre. Normalmente lo realizan con el brazo casi extendido y aprenden intuitivamente a flexionar el brazo para ganar propulsión al empujarlo hacia atrás y hacia arriba durante el movimiento hacia dentro. El resultado es que la mano se desplaza desde una posición cercana a la línea media hasta, y a veces más allá de, la cadera opuesta durante este movimiento.
Figura 4.10. Tres estilos del movimiento hacia dentro: (a) movimiento corto; (b) movimiento hasta la línea media, y (c) movimiento largo.
Los nadadores que utilizan este estilo generalmente sacrifican algo de propulsión porque utilizan una técnica defectuosa durante el movimiento hacia dentro. Sin embargo, parte de esta propulsión perdida es readquirida normalmente durante el movimiento hacia arriba porque éste se hace mucho más largo.
La mayoría de los nadadores utilizan alguna forma de cruzar la línea media cuando ejecutan el movimiento hacia dentro con el brazo del lado por el que no respiran. Es porque tienden a rotar más hacia el lado por el que respiran, lo que provoca que el brazo del otro lado se desplace más hacia abajo y más hacia dentro, hacia la línea media del cuerpo, durante el movimiento hacia abajo. Dado que realizan el agarre con la mano por dentro de la línea del hombro y el cuerpo rotado bastante hacia el lado, la mano naturalmente cruza la línea media durante el movimiento hacia dentro.
Algunos nadadores también utilizan el movimiento hacia dentro para ayudar a rotar el cuerpo hacia el otro lado después de respirar. Por consiguiente, para ayudar a este proceso, desplazan la mano una mayor distancia. No es necesariamente un error si se alinea mejor el cuerpo para el movimiento hacia arriba. Sin embargo, habiendo dicho esto, recomiendo que los nadadores que utilicen el estilo que cruza la línea media se aseguren de que flexionan el brazo durante el movimiento hacia abajo y luego aducen el brazo hacia atrás en dirección