Figura 1.15. Una comparación de las fuerzas de sustentación y de arrastre producidas por un modelo de una mano desplazándose por el agua y un modelo de una mano suspendido en una corriente de agua de velocidad estable.
Adaptada de Thayer, 1990.
La noción de que las manos de los nadadores no se desplazaban hacia atrás durante la brazada subacuática se sacó de las trayectorias de brazada como la que se presenta en la figura 1.16. Se presenta una vista lateral de la trayectoria de la brazada de un nadador del estilo libre, dibujada en relación con un punto fijo de la piscina. Se puede observar que la mano del nadador sale del agua por delante del punto en el que entró en ella. Las ilustraciones como ésta tuvieron una influencia significativa en aquellos de nosotros que llegamos a aceptar la noción de que la sustentación representaba el mecanismo principal de propulsión en la natación humana. Estas trayectorias eran nuevas. No sabíamos qué partes de la trayectoria eran propulsoras y cuáles no. Por lo tanto, muchos de nosotros entendimos el hecho de que las manos dejasen el agua por delante del punto en el que entraban como una evidencia de que los nadadores no empujaban sus manos hacia atrás durante la brazada subacuática.
En realidad, el brazo se estira hacia delante después de entrar en el agua mientras que el otro brazo termina su brazada subacuática. Luego se desplaza hacia abajo y hacia delante para llegar al punto del agarre, donde los nadadores empiezan a acelerar el cuerpo hacia delante. Ambos acontecimientos hacen que las manos terminen bastante por delante de su punto de entrada en el agua antes de que los nadadores empiecen realmente a acelerar su cuerpo hacia delante con ellos. Cuando lo hacen, la trayectoria de la brazada muestra que la mano realmente se desplaza diagonalmente hacia atrás durante un buen trecho antes de salir del agua.
Cuando se combinan las trayectorias de brazada como la que se ilustra en la figura 1.16 con el patrón de velocidad de avance del centro de masas del mismo nadador, se hace evidente que los nadadores sólo aceleran el cuerpo hacia delante durante las fases de la brazada subacuática cuando las manos se desplazan hacia atrás. La ilustración presentada en la figura 1.17 muestra la vista lateral de la trayectoria, di-bujada en relación con un punto fijo de la piscina, de la parte subacuática de la brazada izquierda de Kieren Perkins. El gráfico ilustrado a continuación muestra su velocidad de avance durante aquella brazada, registrada durante su carrera récord de 1.500 m en los Juegos Olímpicos de 1992.
Figura 1.16. Vista lateral de la trayectoria de la brazada en el estilo libre ilustrando los puntos de entrada y salida relativos al agua.
Adaptada de Schleihauf, 1997.
Después de completar la fase propulsora de la brazada derecha, la velocidad de avance de Perkins desacelera al descender su mano izquierda hacia abajo y hacia delante. Su velocidad de avance sigue desacelerando hasta que su mano empieza a desplazarse hacia atrás cerca del final de ese movimiento, momento en el que realiza el agarre. Entonces su velocidad de avance aumenta, en dos tiempos, durante la parte media de su brazada subacuática hasta que la mano empieza a desplazarse hacia delante de nuevo al acercarse a la superficie del agua.
Este gráfico demuestra claramente que los nadadores no están acelerando el cuerpo hacia delante con los brazos desde el instante en que las manos entran en el agua delante de ellos hasta que salen del agua hacia atrás cerca de las caderas (con la excepción de braza). También muestra algo que he visto en todos los estilos competitivos: que el cuerpo sólo acelera hacia delante cuando las manos están desplazándose hacia atrás durante la brazada subacuática.
Los patrones de velocidad mostrados en las figuras 1.18, 1.19, 1.20 y 1.21 ilustran este punto en los restantes tres estilos competitivos. Muestran claramente que los nadadores sólo aceleran su cuerpo hacia delante cuando las manos se desplazan diagonalmente hacia atrás. En cambio, la velocidad de avance se reduce siempre que las manos se desplazan hacia delante, como en la parte inicial de su brazada subacuática, cuando las manos y los brazos están acercándose a la posición del agarre, y al final de la brazada subacuática cuando las manos y los brazos empiezan a moverse hacia delante justo antes de salir del agua.
Se construyeron estos patrones de la velocidad de avance como parte de un análisis biomecánico de los medallistas en los Juegos Olímpicos de verano de 1992. Cappaert (1993) midió los ángulos de ataque de las manos y las velocidades de avance de los medallistas como parte de un análisis biomecánico más amplio de sus brazadas. También elaboró las trayectorias de las manos para los mismos nadadores, realizando los cálculos a partir de las películas de vídeo tomadas durante la misma competición olímpica.
Figura 1.17. Vista lateral de la trayectoria de la brazada y el gráfico de la velocidad de avance de la brazada izquierda de Kieren Perkins.
Adaptada de Cappaert, 1993.
El patrón de la velocidad de avance de Perkins se ilustra en la figura 1.17. Los patrones de otros cuatro nadadores, uno de cada estilo competitivo, ilustran la relación entre las direcciones de la brazada y la velocidad de avance. Los nadadores son: Alexander Popov en el estilo libre, Pablo Morales en mariposa, Martín López-Zubero en espalda, y Mike Barrowman en braza.
Se ilustran la trayectoria y el gráfico de la velocidad de avance de la brazada derecha de Alexander Popov desde la vista lateral en la figura 1.18. Se calcularon tanto la trayectoria de la brazada como el registro de la velocidad del centro de masas a partir de películas de vídeo tomadas durante la prueba de 100 m estilo libre. El momento de la trayectoria en el que Popov empieza a acelerar hacia delante está marcado con la letra A. El final de la fase propulsora de su brazada subacuática está marcado en la trayectoria con la letra B. Los mismos indicadores A y B están marcados en el registro de la velocidad para mostrar el efecto de los movimientos de sus brazos en la velocidad de avance.
Como se ve claramente, empieza a acelerar su cuerpo hacia delante al acercar su mano derecha a su punto más profundo y, lo que es más importante, cuando empieza a desplazarse hacia atrás en el punto A. La propulsión efectiva continúa, aunque no sin algunos cortos períodos de desaceleración, hasta que la mano se acerca a la superficie del agua y deja de desplazarse hacia atrás en el punto B, preparando su salida del agua.
Figura 1.18. Vista lateral de la trayectoria de la brazada y gráfico de la velocidad de avance de la brazada derecha de Alexander Popov. Los números que están por encima de los picos de propulsión del movimiento hacia dentro y del movimiento hacia fuera indican el ángulo medio de ataque de la mano durante esa fase propulsora particular.
Adaptada de Cappaert, 1993.
Se ilustran un gráfico y una trayectoria de la mano similares del nadador de mariposa Pablo Morales en la figura 1.19. Estos datos se recogieron de una película de vídeo tomada durante la prueba de 100 m mariposa en los Juegos Olímpicos de 1992. De nuevo, las fases propulsoras de su brazada subacuática empiezan en el punto A y terminan en el punto B. Sus manos se desplazan hacia delante y hacia fuera durante un corto período de tiempo después de entrar en el agua. La propulsión empieza en el punto A cuando se están desplazando hacia abajo y hacia atrás. Termina antes de que hayan acabado de empujar hacia atrás en el punto B, donde también marcan un cambio de dirección hacia la superficie.
Se ilustran la trayectoria de la mano izquierda y el gráfico de la velocidad de avance del nadador de espalda Martín López-Zubero en la figura 1.20 en la página 39. Estos datos fueron recogidos durante las eliminatorias de la prueba de 200 m espalda de los Juegos Olímpicos de 1992.
La propulsión empieza para López-Zubero en el punto A, poco después de la entrada, cuando la mano empieza a desplazarse hacia atrás además de hacia abajo. Continúa