Historia de una desobediencia. Aborto y feminismo. Creusa Muñoz. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Creusa Muñoz
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789876145787
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El caso de la Revolución Feminista, Barcelona, Kairós, 1976, p. 21.

      60. Randall, op. cit., p. 8.

      61. Susan Lydon, “La política del orgasmo”, en Otilia Vainstok, op. cit., p. 81.

      62. María Arias, op. cit., p. 92.

      63. Idem, p. 93.

      64. www.redstockings.org

      65. Sororidad proviene de soror, en latín “hermana”. Esta noción incluye algo más que la solidaridad. La diferencia radica en que la solidaridad define un intercambio que mantiene las condiciones como están; mientras que la sororidad lleva implícita la modificación de las relaciones entre mujeres. Sororidad se traduce como hermandad, confianza, fidelidad, apoyo y reconocimiento entre mujeres para construir un mundo diferente” Según, la antropóloga Marcela Lagarde es “una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y a la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas las formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y al empoderamiento vital de cada mujer. Asumir que cada una es un eslabón de encuentro con muchas otras y así de manera sin fin”. Ver: http://www.mujerpalabra.net/pensamiento/analisisfeminista/sororidad.htm) y Lagarde y de los Ríos, Marcela, Pacto entre Mujeres. Sororidad, Celem, Barcelona, 1997, p 126. Luego, hacia 1983, con el paso redoblado de la teoría feminista, el activismo intelectual de la Librería de las Mujeres de Milán acuñó el concepto de Affidamento. A grandes rasgos, esta idea hace referencia a la práctica de la mediación entre mujeres, de forma que unas puedan apoyarse en el valor o el saber de otras. Se trata de un proyecto político: poner en juego en el mundo la diferencia femenina no a través de jerarquías sino de asociaciones para aprovechar los saberes mutuos y hacer frente a las necesidades comunes, a partir de la base de que existe disparidad entre las personas, dado que unas tienen más fuerza que otras o un conocimiento del que las demás no disponen. En efecto, Affidamento consiste en encomendarse a una mujer más fuerte para sustentar el propio deseo, o para darse valor. Así, una corriente del feminismo radical aseveraba que las mujeres constituían una clase social y, por lo tanto, estaban dominadas como clase. De allí que sus problemas no fueran individuales o entre personas como se suele pensar sino que, básicamente, representaban conflictos políticos. Ver: Colectivo de la Librería de Mujeres de Milán, No creas tener derecho, Madrid, Horas y horas, 1991, p. 238.

      66. Diane Schulder, Florynce Kennedy, Aborto ¿derecho de las mujeres? Testimonios de mujeres que han sufrido las consecuencias de leyes, Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1973, p. 113.

      67. La traducción en castellano sería, aproximadamente, Sociedad para la Eliminación de los Hombres. María Arias, op. cit., p. 92.

      68. Randall, op. cit., p. 65.

      69. “Liberación femenina”, en Otilia Vainstok, op. cit., p. 187.

      70. “Un grupo de militantes proponemos” en La liberación de la mujer: año cero, op. cit., p. 100.

      71. Leda Trejos Correia, “Grupos de concientización de mujeres: Aportes metodológicos para el trabajo con mujeres”, en Nilsa M. Burgos Ortiz, Sara Sharratt, Trejos Correia, Leda M, La mujer en Latinoamerica: perspectivas sociales y psicológicas, Buenos Aires, Humanitas, 1988, p. 46.

      72. Kathleen Mc Afee, Minna Wood, op. cit., p. 21.

      73. Shulamith Firestone, en Otilia Vainstok, op. cit., p. 213.

      74. Reich, op. cit., p. 20.

      75. Idem, p. 37.

      76. Idem, p. 22.

      77. Dixon, op. cit., p. 34.

      78. Millet, op. cit., p. 85.

      79. Idem, p. 85.

      80. Silvia Federici, Calibán y la Bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria, Buenos Aires, Tinta Limón, 2011, p. 29.

      81. Idem, p. 30.

      82. Mabel Campagnoli, “El feminismo es un humanismo. La década del 70 y lo personal es político”. En Andrea Andújar, Débora D’Antonio y otras (comps.) Historia, género y política en los 70, Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras (UBA), Feminaria, 2005, p. 155.

      83. Idem, p. 161.

      84. Christiane Rochefort, “El mito de la frigidez femenina” en La liberación de la mujer: año cero, op. cit., p. 92.

      85. Ibídem.

      86. Dunbar, “La Liberación Femenina como base de la Revolución Social”en Otilia Vainstok, op. cit., p. 115.

      87. Dana Densmore, “Independizarse de la revolución sexual”, en Otilia Vainstok, op. cit., p. 139.

      88. Simone de Beauvoir, El segundo sexo, Madrid, Cátedra, 2005, p. 211. (La primera edición de Gallimard es de 1949).

      89. Carla Lonzi, Escupamos sobre Hegel y otros escritos de liberación femenina, Buenos Aires, La Pléyade, 1978, p. 16.

      90. Idem, p. 59.

      91. Shulamith Firestone, La dialéctica del sexo, Barcelona, Kairós, 1976, p. 20.

      92. Mary Nash, Mujeres en el mundo. Historia, retos y movimientos Barcelona, Alianza, 2004, p. 18.

      93. alejandra ciriza, “Simone de Beauvoir. Del cuerpo, la libertad y la sexualidad”, Baruyera, n° 6, Buenos Aires, 2009, p. 12.

      94. Comisión por el Derecho al Aborto,