Molina V. Guías Alimentarias en América Latina. Informe de la consulta técnica regional de las Guías Alimentarias. Food Guidelines in Latin America. Report of a regional technical consultation in 2007. Anales Venezolanos de Nutrición 2008; Vol 21 (1): 31-41.
3. Promoción de estilos de vida saludable: prescripción de la actividad física
En los últimos años estudios clínicos y epidemiológicos dieron soporte científico a los beneficios que posee la actividad física regular como parte fundamental de un estilo de vida saludable.
La actividad física es un factor determinante en el consumo de energía, por lo que es importante para alcanzar el equilibrio energético y el control del peso. Está científicamente comprobado que la actividad física practicada con regularidad contribuye a la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles. Entre los beneficios se incluyen mejoras en varios aspectos de la función cardiovascular, hábitos de sueño, cambios en la composición corporal, reducción del estrés, depresión, prevención de cáncer de colon, mama, entre otras.
Por tales motivos es importante que los profesionales de la salud puedan prescribir adecuadamente la actividad física como parte de su práctica profesional tanto en la prevención primaria, secundaria como en el tratamiento de enfermedades. Para ello es necesario diferenciar algunos conceptos:
La actividad física es definida como cualquier movimiento corporal producido por la musculatura esquelética que resulta en gasto energético. La actividad física es una conducta que está determinada culturalmente e incluye tanto las actividades de la vida cotidiana, los desplazamientos, el trabajo, la recreación como el ejercicio y el deporte.
El ejercicio, es el movimiento corporal planificado que posee ciertos aspectos que lo categorizan: volumen, intensidad, frecuencia, carga y progresión, que puede mejorar la aptitud física.
El deporte, posee actividad física pero introduce reglas de juego, con límites espacio- temporales, además de la agonística (actividad competitiva).
EVALUACIÓN DEL NIVEL DE ACTIVIDAD FÍSICA Y DETECCIÓN DEL SEDENTARISMO
Existen diferentes herramientas / instrumentos para evaluar el nivel de actividad física, los que pueden clasificarse en:
• Métodos de referencia (agua doblemente marcada, calorimetría directa e indirecta)
• Métodos objetivos (acelerómetros, podómetros, monitoreo de la frecuencia cardíaca)
• Métodos subjetivos (cuestionarios, entrevistas)
Cuando se analizan los métodos subjetivos se utiliza el concepto de equivalente metabólico (MET) como metodología para calificar objetivamente el gasto energético y calórico de la actividad física semanal. Se considera que un equivalente metabólico es la unidad de consumo de oxígeno en reposo, con el individuo sentado y que representa un consumo de 3,5 mL de oxígeno por kg de peso corporal y por minuto.
Los METs consumidos por diferentes actividades pueden observarse en las Tablas: Intensidad de diferentes actividades físicas de la vida cotidiana e Intensidad de diferentes actividades físico-deportivas. La siguiente clasificación puede emplearse para diferenciar la intensidad de diferentes tipos de actividad:
• Intensidad Baja: < 3 METs (el consumo de oxígeno no triplica al de reposo)
• Intensidad Moderada: 3-6 METs
• Intensidad Vigorosa: > 6 METs
Tabla: Intensidad de diferentes actividades físicas de la vida cotidiana
Tabla: Intensidad de diferentes actividades físico-deportivas
Métodos subjetivos para evaluar el nivel de actividad física
En la práctica diaria los más utilizados por su validez, bajo costo y practicidad son:
Cuestionarios de Actividad Física
Uno de los cuestionarios más utilizados es el International Phisical Activity Questionnaire (IPAQ) validado en nuestra población. La versión corta del IPAQ “últimos 7 días” resulta de utilidad en estudios de prevalencia de sedentarismo en el ámbito regional y nacional, mientras que la versión larga proporciona más detalle en las diferentes dimensiones de la actividad física.
Para determinar el nivel de actividad física el IPAQ considera tres características específicas de la actividad: Intensidad (leve, moderada o vigorosa), Frecuencia (medida en días por semana) y Duración (tiempo por día). El IPAQ permite medir la actividad física semanal a través del registro en METs- minuto/semana.
Los valores METs de referencia son: caminar (marcha normal) 3,3 METs, actividad física moderada: 4 METs, actividad física vigorosa: 8 METs. A partir de esta información se calcula el índice de actividad física, cuyo valor corresponde a:
Luego se totaliza la actividad física semanal:
Estas consideraciones permiten clasificar el nivel de actividad física en: bajo, moderado y alto, de acuerdo a las condiciones expresadas en la siguiente tabla:
Tabla: Clasificación del Nivel de Actividad Física
A partir del cuestionario IPAQ, y en consonancia con los lineamentos de la OMS, se puede definir como «conducta sedentaria» aquella en la que los individuos permanecen más de 6 horas sentados al día.
Otro cuestionario disponible internacionalmente es el Global Phisical Activity Questionnaire (GPAQ) versión 2.0. Es un instrumento derivado del IPAQ, versión corta que consta de 15 preguntas para el que aún no contamos con una versión validada en castellano para su empleo en nuestro medio. En la actualidad es el cuestionario recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
Métodos objetivos para evaluar el nivel de actividad física
Podómetro: Es un dispositivo electrónico fácilmente comprensible, válido, sencillo y barato. Para evaluar el nivel de actividad física a partir del número de pasos cuantificados por día podemos usar la siguiente clasificación propuesta por Tudor-Locke et al.2008:
• Sedentario o inactivo: realiza menos de 5.000 pasos/día.
• Actividad baja, que no alcanza las recomendaciones de actividad física saludable: realiza entre 5.000 y 9.999 pasos/día.
• Activo: cumple las recomendaciones de actividad física saludable: realiza entre 10.000 y 12.499 pasos/día.
• Muy activo: realiza 12.500 pasos/día o más.
PRESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA
Como ya fuera mencionado diversos organismos y sociedades científicas recomiendan la detección y la intervención sobre el sedentarismo desde la atención primaria. En la consulta nutricional luego de valorar el nivel de actividad física es necesario realizar una sugerencia que permita incrementarlo y obtener beneficios para la salud. Una estrategia a considerar podría ser utilizar los siguientes algoritmos: