Los problemas internos de la UMN de Gracia provocaron la salida de algunos socios que crearon, en marzo de 1931, un grupúsculo españolista, monárquico y ultracatólico: Derecha Social.8 Su fundador y director consiliario era el sacerdote Melchor Pelegrí Palou, que había pasado por la Agrupación Obrera Española, la Unión Patriótica y la UMN. Era autor de Doctrina del bon català, obra apologética de la Dictadura. Su presidente es el abogado Alfonso Ibáñez Farrán, miembro del integrista y reaccionario Centro de Defensa Social de Barcelona, algunos de cuyos socios también participan en el proyecto. Este centro se había creado en 1903 para defender «los principios religiosos, patrióticos y de orden social». Tenía objetivos propagandísticos y estaba formado básicamente por aristócratas, propietarios y profesionales.
Derecha Social subsistirá algunos años durante la República. Se adherirá al régimen y pedirá la abstención en el referéndum del Estatut. En septiembre de 1933 se transformará en Concordia Ciudadana, que no aguantará ni unos meses. El padre Melchor Pelegrí recalará en 1934 en el PNE durante unos meses. Su presidente, Alfonso Ibáñez, se había acercado al carlismo. La mayoría de sus pocos miembros acabarán militando en Derecha de Cataluña.
Los más entusiastas defensores de la monarquía en Barcelona habían creado en julio de 1926 el Grupo Alfonso, una selecta entidad que pululaba alrededor de la Unión Patriótica. Había nacido con la pretensión de «reunir a todos aquellos amantes del Rey que, prescindiendo de su personal significación, estén dispuestos a laborar por él y la monarquía, al margen de todo partidismo político». La mayoría de sus socios eran «personas conocidísimas en la alta sociedad barcelonesa». Aparte de su ferviente alfonsismo, su otra seña de identidad es su españolismo, «somos los que sin vacilaciones, ni cobardía, ni rastrerismos de ninguna clase, hicimos ondear, después de un sin fin de años que no ondeaba, la bandera Española».9 Otro grupúsculo de este tipo era la Peña 13, que había tomado su nombre en homenaje a la fecha del golpe de Estado de Primo de Rivera.
Con la caída de la Dictadura aparecerá otro colectivo aristocrático de defensa de la monarquía alfonsina, muy ligado a la UMN. En enero de 1931 inaugura su sede en la calle Pelayo 11 la Juventud Monárquica, que se organiza en Barcelona a ejemplo de la entidad madrileña del mismo nombre y tratando de emular a la primera Juventud Monárquica de Barcelona, fundada en 1904. Se trata de una entidad que trata de dar «cabida a cuantos ideales políticos haya dentro del campo monárquico».10 Su único objetivo es la defensa de España y del rey. La mayoría de sus miembros son jóvenes aristócratas. El presidente de la entidad, Luis de Foronda y Gómez de Uribarri, es un ejemplo de ello: primogénito del marqués de Foronda, abogado, secretario de diferentes consejos de administración, miembro de la Orden de Montesa, jugador de polo en el Real Polo Jockey Club y casado en 1931 con la hija de los Sentmenat, otros grandes de España.
En su Comité de Acción Política figuran algunos de los futuros dirigentes de las juventudes alfonsinas durante la República, personajes como José Bertrán Güell –hijo de Josep Bertran i Musitu, destacado dirigente de la Lliga Catalana–, Eduardo de Olano y Barandiarán, hijo del conde Fígols, o Enrique del Castillo y de Yurrita. También un antiguo catalanista, el abogado Juan Vidal Salvó, que dará que hablar más adelante.
Por su parte, el sector maurista que apoyó la Dictadura de Primo de Rivera, en contra del alejamiento que había aconsejado el propio Gabriel Maura, también reapareció en escena. Ya en 1925 habían creado Derecha Nacional, al margen de Unión Patriótica, previendo la convocatoria de unas elecciones que no se realizaron. Se reactivará en diciembre de 1927, cuando hacen público un manifiesto en el que se explayan en sus principios: monarquía, catolicismo, proteccionismo, solución del conflicto obrero recurriendo a los principios del amor cristiano y unidad nacional, aunque con «el respeto al espíritu y a las lenguas regionales, y a la legislación foral, rechazando empero cuanto tienda directa o solapadamente a la separación espiritual de lo que unió la Naturaleza y consagró la Historia». Los intentos de expandir el partido topan con la existencia del partido único. El Gobierno Civil los frena. Volverán a la carga en 1930 para «levantar la bandera de unión de todos los hombres que se agrupan bajo los lemas de Patria, Monarquía y Orden social».11 Su presidente es el abogado Juan Adolfo Mas Yebra, vicepresidente de la Cámara Oficial de la Propiedad Urbana y diputado provincial.
En febrero de 1930 la directiva viaja a Madrid para entrevistarse con Gabriel Maura, que les pide que se agrupen con el resto de mauristas barceloneses. Los ruegos del viejo líder no tienen éxito y a finales de ese mismo mes nace, al margen de Derecha Nacional, el Secretariado Maurista de Cataluña, que se constituye como comité regional del Partido Maurista. Derecha Nacional inaugurará un amplio local en San Honorato y los mauristas oficialistas un Centro Maurista en la calle del Carmen, pero, finalmente, los dos grupos se verán abocados a confluir en el Centro Constitucionalista, el partido creado por Maura y Cambó, que fracasará estrepitosamente en las elecciones de abril y se disolverá.
El último presidente del Centro Maurista fue el abogado Salvador Palau Rabassó,12 nacido en El Vendrell en 1894 en el seno de una familia acomodada de ideas monárquicas y religiosas. Su padre, acaudalado propietario agrícola, había sido presidente del Sindicato Agrario y la Cámara Agrícola del Vendrell y cabo del Somatén local, además de padrino de Pau Casals. Salvador entró pronto en política. En su pueblo había fundado la Juventud Derechista y ya en Barcelona presidió la Agrupación Escolar Maurista en 1918. Licenciado en Derecho en 1919 y doctorado en 1920 con excelentes notas, fue diputado provincial por el distrito de Tarragona-Vendrell entre 1921 y 1924 y vicepresidente de la Diputación de Tarragona. Pasó por la UMN y en 1922 participó en Integración Maurista, un intento de refundar el maurismo en Barcelona. También fue presidente de la Unión Patriótica en El Vendrell. Como buena parte de estos mauristas, acabará en las filas de Derecha de Cataluña. Salvador Palau será uno de los hombres de Antonio Goicoechea en Barcelona. Su hermano Joaquín María será alcalde de El Vendrell en 1930 y candidato monárquico en abril de 1931, y su otro hermano, Francisco, será uno de los líderes de la Peña Ibérica, de la que también fue miembro Salvador. Nos reencontraremos con frecuencia a los hermanos Salvador y Francisco Palau Rabassó.
También resurgen en 1930 los estrambóticos socialistas-monárquicos. En 1916 se había creado Acción Protectora del Obrero Socialista Monárquico Español de Alfonso XIII, que en 1922 había cambiado su nombre a Partido Socialista Monárquico Obrero Alfonso XIII. Agrupaba entonces a algo más de un centenar de socios. Su impulsor y presidente era José Ferrando Albors. Su líder fue recibido en diversas ocasiones por el rey. En 1923 se adhieren al golpe de Estado y pronto ingresan en la Unión Patriótica. El partido será reorganizado en marzo de 1930, en julio inauguran su Centro de los Socialistas Monárquicos y en octubre firman una alianza con un pequeño grupo de liberales romanistas, las Juventudes Liberales, presididas por Joaquín Jiménez de Alcaraz Carreras. En noviembre Ferrando Albors es apartado de la dirección por irregularidades contables. Desaparecerán con la proclamación de la República. Su «socialismo» se concretraba en pedir cierta protección de los obreros al rey. Su programa lo explica así:
... engrandecimiento de la Patria y sus regiones. Mejoramiento y defensa de la salud pública. Mejoras para la ciudad, conjurando la crisis obrera que se avecina. Abaratamiento de