Los desafíos del jazz en Jalisco. Nathalie Braux. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Nathalie Braux
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9786075479774
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influencia del free jazz de los sesenta.

      La novedad del swing es dar lugar a arreglistas relevantes que a veces llegan a tener su propia orquesta. En las orquestas tipo New Orleans los arreglos no estaban escritos: el director daba sus indicaciones oralmente, alternando formas libres y secuencias fijas, memorizadas en ensayos. Poco a poco, en los años veinte, la codificación escrita de la música empieza a ganar terreno ya que cada sección tiene más líneas obligadas, las partituras de orquesta unifican las secciones y le dan su color, dejando espacio para los solistas.

      El bebop. Identidad virtuosa

      El fulgor del bebop es, antes que nada, una reacción de los jóvenes músicos negros que se rebelan contra el reinado del repertorio blanco del swing, consideran cursi y tibio el carácter rutinario de las grandes orquestas. Piensan que sus predecesores se han aburguesado y caído en la facilidad comercial. Para ellos, muy conscientes, si no partícipes, de tumultos sociales y enfrentamientos raciales en las grandes ciudades de Estados Unidos, las orquestas blancas han absorbido el jazz, lo han vuelto desabrido, cuando es el arte musical más representativo de su cultura afroamericana. Deciden entonces experimentar, expresarse libremente, y el marco de la orquesta los limita.

      ¿De dónde viene la palabra bebop? Se dice que los reporteros usaron esta onomatopeya para definir el estilo musical que inventa el scat, esta manera de cantar la melodía usando onomatopeyas. Otros dicen que fue el público o que surgió a partir de las piezas del famoso trompetista Dizzy Gillespie: “Oro-bop-sha-bam-a look a mop” y “She-bop-a-da-ool-ya, She-bop- a-da-ool-ya-coo”.

      Los músicos se esfuerzan de manera constante en clubes y estudios de grabación para provocar, experimentar, competir con respeto hacia sus colegas, que son los que otorgan la verdadera notoriedad. La supuesta lucha entre los predecesores y los “modernos” es más un asunto de periodistas.

      Entre otros, los grandes del bebop son Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Thelonius Monk, Bud Powell, Kenny Clarke, Max Roach, Dexter Gordon, Charlie Mingus, Oscar Pettiford, Milt Jackson, Jay Jay Johnson, Fats Navarro, Clifford Brown, Sarah Vaughan, Ella Fitzgerald.

      Al principio el público neófito está desconcertado porque no reconoce las melodías originales de las piezas, en cambio los intelectuales y mecenas lo reciben bien. Con el tiempo, el movimiento es más comprendido y, de hecho, se extiende mucho más allá de los años cuarenta.

      Después del bebop, el jazz no será igual.

      Cool y hard bop. Oeste vs. este

      Estas dos corrientes del jazz, cool y hard bop, son opuestas, parecen reflejar el periodo histórico atormentado de la Guerra Fría.

      El cool jazz es un jazz introspectivo, distante, desilusionado, de los años cincuenta. Este nuevo estilo aterciopelado se produce mayormente en la costa oeste del país, o por lo menos este eslogan fue lanzado por la industria disquera para estimular la competencia entre ambas franjas del país. Muchos jazzistas van a aprovechar la ola de la música para cine y se irán a vivir a la costa oeste, donde pueden ganar bien grabando para las películas en el día y tocando jazz en la noche.

      A la mitad de los años cincuenta, el hardbop es una reacción a la evanescencia del sonido y las melodías lánguidas: los músicos negros de la costa este dan otro brinco, tocando un jazz incisivo, nervioso, que reivindica como raíces el blues y el gospel. Algunos grandes saxofonistas del movimiento son John Coltrane, Cannonball Aderley y Sonny Rollins.

      Esta época ve también la emergencia de otra corriente: The Third Stream, representada por John Lewis y Gunther Schuller. En esta se insiste mucho en la escritura musical, en un contenido sustancioso (que reacciona a las composiciones basadas en motivos repetitivos del hardbop), en el cual se experimenta con los elementos clásicos europeos (de la fuga al dodecafonismo) o con ensambles instrumentales inusuales como un cuarteto de cuerdas. ¿Utopía cultural?