René Salamanca y el clasismo. Enrique Arrosagaray. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Enrique Arrosagaray
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789874039415
Скачать книгу
Sí, totalmente, y desde un principio.

      Hablamos más arriba con Delgado, de la enorme cantidad de despedidos tras la Huelga Grande. Y hablamos de este punto cla­ve que es la mesa chica en donde se planificó el Cordobazo, plan que no les salió bien, esencialmente, a sus creadores. Luego de la picadita que trajo para compartir, retomamos la charla formal y avanzamos sobre los orígenes de la conformación del Movimiento de Recuperación Sindical (MRS), que daría a luz una herramienta electoral, la Lista Marrón, que triunfará frente la candidatura de Mario Bagué, el caballo del comisario de la empresa y en principio, continuador del oficialismo encarnado en Elpidio Torres.

      –Cuando comienza a formarse el MRS, fines de 1971 o arranque del 72, vos ya tenías muuuchos años de fábrica, conocías el paño perfectamente. Cuándo empieza a nacer ese Movimiento, ¿vos le viste futuro?

      Delgado: ... no sé si él ha participado –mira a Hadad–, yo fui a to­das las reuniones porque participábamos el compañero Salamanca, Machadito, cómo era ese otro muchachito..., Rivero; ese otro...

      Hadad: Nájera...

      Delgado: ... ese otro chico del PC.

      Hadad: Nájera era de Vanguardia Comunista (VC).

      Delgado: Y del peronismo participamos muchos, Díaz, yo, éra­mos muchos más del peronismo que de la izquierda en la forma­ción de un grupo de oposición para poder ganarle...

      Hadad: Una de las primeras reuniones se hizo en la casa de la Mona Godoy en Alta Córdoba, en la calle Avellaneda.

      Delgado: ... el Mono Godoy. Un compañero del peronismo, tam­bién. Dos reuniones se hicieron en mi casa. Y después tomamos la decisión de hacerlas en otro lugar. Poner un peso cada uno y alqui­lamos un lugarcito que era en la Plaza Esquiú. Ahí en la esquina de la UOM. Ahí empieza a funcionar el MRS. Ya estaba la decisión de largarnos. Te voy a decir, voy a ser sincero: las dos tendencias que ha­bía ahí, en vanguardia, eran el PCR y el peronismo; y después estaba como dirigente un compañero muy querido que era Rivero. Siempre se recostó a favor nuestro cuando nosotros teníamos algunas dife­rencias con los compañeros del PCR.

      –Cuando hablás del peronismo, ¿te referís al PB exclusivamente?

      Delgado: Sí, al PB. Todo el grupo peronista ahí era del PB.

      –¿Montoneros, no?

      Delgado: ... y mirá, algunos compañeros que después se fueron, como el caso del compañero Schiaretti, que era del PB, luego se va a la Juventud Peronista de Montos.

      –Schiaretti… ¿el famoso Schiaretti?

      Delgado: Sí, el que fue gobernador. El Gringo. Si cuando él se casó le hicimos la fiesta, le hicimos el techo, fue un compañero mío. Él estudiaba ahí, en la fábrica de milicos, como le digo yo –se ríen–, en el liceo. Él se sale del liceo en contra de su padre, ya mi­litaba. Esas contradicciones, ¿viste? Era buscado, él, ¿viste? Estuvo un mes en mi casa.

      Delgado: vos preguntás en Buenos Aires por la Mona Delgado del SMATA y ya me ubican, era como la vidriera en Buenos Aires.

      El Peronismo de Base me vendía en las revistas que hacían, porque fui uno de los promotores de un montón de cosas a pesar que hay otros compañeros que han hecho mucho más que yo en la lucha. Igual, nosotros tuvimos contradicciones con conducciones de las FAP, también. Fundamentalmente yo tuve muy muchas diferencias en cuestiones muy puntuales y no tanto en cuestiones ideológicas, sino por el manejo...

      –¿Qué pensaste con lo de Kloosterman?

      –Por lo menos en Buenos Aires, la cúpula cayó recién en agosto de 1979.

      Delgado: Pero eso fue porque hubo muy buena inteligencia. Es muy diferente el resguardo del militante, ¿me entendés? Nosotros teníamos una táctica diferente. Yo, por ejemplo, podrían haber caí­do cien..., no sé, uno no sabe. Yo tuve un límite de, de, de…

      Hadad: ¿vos caíste preso, Negro?

      Hadad: ... Los paros guerrilleros, también.

      Delgado: Exacto, paros guerrilleros, escalonados. Le molestó a la empresa, le agravió. Conseguimos así la reclasificación de catego­rías, él sabe –otra vez me mira a mí, pero señala a Hadad– porque también era de la Comisión Interna, un montón de reivindicaciones.

      –¿En qué período vos fuiste de la Comisión Interna?

      Delgado: Yo entro en el 70 y luego sigo con ustedes, en el 74.

      Hadad: Yo entré en el 72.

      Delgado: Claro, yo en el 74, en la segunda etapa. Por eso planteé lo de una Comisión Interna juntos, los de izquierda y el peronismo de base. Y así fue.

      Con un hombre tan enlodado de la práctica de la lucha obrera, pretendimos lograr de él algunas definiciones teóricas. Experien­cias tiene como para haber elaborado, al menos en su cabeza, al­gunos conceptos. Tenemos claro que nunca le ha preocupado teo­rizar al respecto pero, de hecho, algunas veces lo ha hecho. Y ahora se lo exigimos, aunque no tengamos autoridad para hacerlo.

      –¿Qué es el clasismo, Mona?