Poderes y democracias. Grisel Salazar Rebolledo. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Grisel Salazar Rebolledo
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9786079275952
Скачать книгу
1.7 refiere los resultados para todos los gobiernos subnacionales evaluados en ambos países. Las provincias y estados se ordenan de izquierda a derecha desde los menos a los más democráticos de acuerdo al puntaje promedio asignado por los expertos. La línea horizontal representa la media no ponderada correspondiente a cada país. Dos conclusiones son evidentes. La primera es que en ambos hay considerable heterogeneidad interprovincial/estatal en el nivel de democracia subnacional; el rango para Argentina fue de 0.77 (sobre un máximo posible de 1) y su desviación estándar de 0.21, mientras que para México fue de 0.58 y 0.14, respectivamente. Ambos grupos de unidades subnacionales muestran una gradual transición de un extremo al otro. Es decir, no se observa una polarización entre conjunto de unidades subnacionales claramente democráticas y otras claramente autoritarias. Preocupantemente, sí hay en ambos países unas pocas provincias/estados que son evaluados por los expertos como muy escasamente democráticos. La segunda conclusión es que en promedio hay niveles más altos de democracia provincial en Argentina que de democracia subnacional en México, como la diferencia de alturas promedio entre las barras y entre las líneas horizontales de cada sector de la gráfica 1.7 muestra.

      Aunque este ítem no debería sobreinterpretarse debido a sus limitaciones metodológicas,[8] su resultado es consistente con los hallazgos de las gráficas 1.1-1.6: los estados mexicanos obtienen puntajes parecidos a las provincias argentinas en algunas variables (por ejemplo, fraude electoral e inclusión de votantes), pero peores puntajes en varias otras (como proscripción de candidatos, libertad de expresión y discriminación religiosa). Por tanto, se esperaría que en un índice de democracia subnacional que agregue las varias dimensiones del concepto, los estados mexicanos aparezcan como menos democráticos que sus contrapartes argentinas. Esto es exactamente lo que muestra la gráfica 1.7.

      La Capital Federal, Mendoza, Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos son evaluadas por los expertos argentinos como básicamente democráticas, mientras que los regímenes de San Luis, Santa Cruz y Santiago del Estero son juzgados como los menos democráticos, muy por debajo de la mayoría de las demás provincias. En México destacan, en ese orden, el Distrito Federal, Morelos, Nuevo León, Michoacán y Tabasco. En el otro extremo se ubican Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Quintana Roo, no muy lejos del extremo menos democrático.

      Conclusiones

      Dada la reciente atención que los estudiosos de la democracia han comenzado a prestar a los regímenes subnacionales, un primer y fundamental desafío es el de su conceptualización y medición. En el contexto de democracias nacionales, las unidades subnacionales son generalmente democráticas desde un punto de vista institucional. Esto significa que no existen distinciones evidentes entre unidades abiertamente autoritarias (sin elecciones, con pocas libertades sustantivas, etc.) y unidades claramente democráticas. En tal contexto, la metodología subjetiva aplicada por la Eeppa y la Eepemex es especialmente valiosa dada su capacidad para evaluar diferente aspectos del régimen político que pueden ser de difícil o imposible observación directa.

      Los resultados descriptivos surgidos de las encuestas de expertos argentina y mexicana sugieren que la media interprovincial y la desviación estándar difieren significativamente entre las distintas dimensiones de la democracia. Por ejemplo, hay razonablemente buenos niveles medios y varianzas pequeñas en áreas tales como la inclusión e imparcialidad en el conteo de votos, pero hay importantes diferencias (y no tan buenos niveles medios) en otros aspectos de la democracia como la cobertura de la campaña electoral por parte de los medios locales, la libertad de expresión, y las limitaciones institucionales. Las evaluaciones globales de la democracia subnacional de los expertos indican que la variación interprovincial es significativa.

      Varios de los resultados de la Eeppa (Gervasoni, 2010b) aparecen también en la Eepemex, sugiriendo que puede haber patrones de respeto y restricción de la democracia subnacional que responden a determinantes sistemáticos. Dentro de este panorama general de similaridad entre ambas naciones, destacan algunas diferencias importantes. El hallazgo principal en este sentido es que varios aspectos de la democracia subnacional mexicana aparecen como más débiles que los documentados en Argentina. En particular, la prevalencia de proscripciones de candidatos, las limitaciones gubernamentales a la libertad de expresión y la presencia de discriminación en varios estados.

      Surge entonces una agenda de investigación para explicar los patrones predominantes en ambos países y otra no menos importante para explicar las diferencias entre países y al interior de cada país.

      Por cierto, estos resultados deben ser tomados con precaución: se basan en el análisis de solo una docena de variables de entre más de cien incluidas en ambas encuestas. Y aun si un análisis más completo confirmara el patrón general de similaridad, podría ocurrir que este no se extienda a otras naciones. Estos resultados sí alcanzan, sin embargo, para afirmar que las similaridades encontradas son más que una situación meramente idiosincrática de Argentina o de México.

      Algunos hallazgos explicados más arriba son consistentes con investigaciones anteriores. El síndrome “fuerte en participación, débil en competencia” (McMann, 2006) detectado en contextos nacionales muy diferentes al argentino o el mexicano, aparece en nuestras provincias y estados. Estas unidades subnacionales pueden ser, además, descritas como “fuertes en competencia estrictamente electoral, débiles en aspectos más sutiles de la competencia”, en el sentido de que el dominio electoral que caracteriza a algunas de ellas se logra con estrategias como el control de los medios de comunicación más que mediante el fraude electoral tradicional. Debe destacarse que también se observa en las provincias y los estados un rasgo que se ha puesto de relieve en muchas democracias nacionales y regímenes híbridos de la tercera ola: la debilidad del sistema de pesos y contrapesos. En varias unidades subnacionales de ambos países, el poder ejecutivo casi no encuentra limitaciones institucionales por parte de los poderes legislativo y judicial.

      No conviene subestimar la importancia del problema analizado en este capítulo. Las provincias y los estados son parte fundamental de nuestros sistemas políticos federales. Los servicios gubernamentales más esenciales para la vida cotidiana de la población —educación, salud, seguridad, administración de justicia— son su mayor responsabilidad. La democratización de nuestros países no será completa hasta que todos sus gobiernos locales puedan ser legítimamente llamados democráticos. Aun si las unidades subnacionales con más rasgos de autoritarismo tienden a ser las demográficamente pequeñas, no se debe olvidar que están fuertemente sobrerrepresentadas en el poder legislativo. Tal sobrerrepresentación parece haberse extendido al ejecutivo en Argentina, ya que contra toda expectativa previa, cuatro de los siete presidentes que gobernaron el país (por más de un día) desde 1983 (Menem, Rodríguez Saá, Kirchner y Fernández de Kirchner), provienen de tres de las provincias menos pobladas y menos democráticas. En otras palabras, los enclaves subnacionales híbridos, incluso si son pequeños, parecen ejercer una desproporcionada influencia en la política nacional que, creo, debería preocuparnos.

      2. Poder político subnacional: fortalezas de los gobernadores en México, 2001-2012

       Paola C. Gutiérrez Cuéllar[*]

      En los últimos años la dinámica política mexicana ha presenciado el reposicionamiento de los gobernadores en las esferas nacional y local.[1] Los altos niveles de endeudamiento en los estados, la corrupción administrativa de altos mandos y el enriquecimiento ilícito de los ejecutivos estatales han llamado la atención pública y académica sobre el poder, facultades e influencias de estos actores subnacionales. Poco se cuestiona sobre la razón de que estas figuras políticas sean tan poderosas, pues se da por sentado que son tan fuertes como lo es el presidente para el territorio nacional.

      Diversos procesos de democratización y descentralización han contribuido a que las capacidades de los actores locales se hayan modificado. Una primera modificación importante que devino de las relaciones entre federación y estados, se encuentra en la relación entre el presidente de la república y los gobernadores. Cuando la democratización