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Valoración de la capacidad anaeróbica en baloncesto
P. J. Benito Peinado (1), F. J. Calderón Montero (1)
(1) Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Universidad Politécnica de Madrid.
1. INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA CAPACIDAD ANAERÓBICA
El estudio de la capacidad anaeróbica es el estudio de la intensidad, ya que la capacidad anaeróbica es la posibilidad de mantener esfuerzos de alta intensidad el mayor tiempo posible (García Manso et al., 1996). Esta capacidad tiene varios componentes determinantes, los condicionantes psicológicos, la capacidad de la musculatura de soportar la intensidad y la habilidad o posibilidad de esas mismas células para amortiguar o eliminar los productos resultantes de una actividad tan “contaminante”. Para poder entender el comportamiento de estas variables respuesta, en primer lugar tendremos que definir los conceptos de capacidad anaeróbica láctica y aláctica. Esta nomenclatura hace referencia a la clasificación metabólica de los ejercicios (Meléndez, 1995), que considera que en función de la finalidad de la carga la intensidad permitirá la expresión de una u otra vía energética. Cuando el tiempo de exposición supere los 8 s y el objetivo sea producir la mayor cantidad de trabajo en ese tiempo, estaremos hablando de capacidad anaeróbica aláctica, porque la producción de lactato será más reducida que si la duración es de entre 8 y 40 s de máxima intensidad, en cuyo caso estaremos hablando de capacidad anaeróbica láctica (Meléndez, 1995; García Manso et al., 1996; Navarro, 1998). Estas capacidades tienen mucho que decir en la actividad competitiva en el baloncesto (Hoffman et al., 1995; Hoffman et al., 1999; Woolstenhulme et al., 2004). La posición de juego y el nivel de la competición son las variables que determinan la intensidad de trabajo en este deporte (Rodríguez-Alonso et al., 2003).
Se sabe que existe una relación estrecha entre determinadas variables biológicas y la intensidad. Las figuras 6.1 y 6.2 muestran la relación lineal entre la frecuencia cardíaca (FC) y la intensidad, expresada en consumo de oxígeno (
De forma genérica, el estudio de estas capacidades en laboratorio es muy habitual, aunque los entrenadores no pueden, con mucha frecuencia, obtener estos datos (costes, falta de tiempo, etc., suelen ser las razones) y mucho menos aplicarlos de manera inmediata al entrenamiento. No obstante, cuando pueden los utilizan de control en diferentes temporadas o con el objetivo de conocer el nivel a alcanzar después de períodos de inactividad o de lesiones.
Figura 6.1. Relación de la FC y la intensidad sucesiva (I, II, III) con relación al tiempo de prueba.
Figura 6.2. Relación de la FC con la intensidad mostrada como consumo de O2. También se muestra cómo influye el entrenamiento en la pendiente de la recta de regresión.
1.1. CAPACIDAD/POTENCIA AERÓBICA
Los valores alcanzados por los jugadores de baloncesto parecen indicar que la valoración de esta capacidad metabólica no sea importante. Sin embargo, nada más alejado de la realidad, pues tanto desde el punto de vista fisiológico como desde el de entrenamiento, la capacidad del organismo para suministrar y utilizar el oxígeno es la base sobre la que se sustenta cualquier actividad física. Lo que sí es importante es adoptar el protocolo de esfuerzo a las necesidades reales del juego.
Para ello, tendremos en cuenta la máxima velocidad de carrera que un jugador de baloncesto alcanza. Las pruebas pueden ser realizadas en el laboratorio o mediante pruebas indirectas, realizadas con equipos de análisis del volumen y composición de gases, en tapiz rodante y con protocolos adaptados. Para la valoración de los resultados tendremos en cuenta la posición del jugador y los valores de referencia encontrados en la literatura.
1.2. CAPACIDAD/POTENCIA ANAERÓBICA ALÁCTICA
Todos los esfuerzos desarrollados en un tiempo inferior a 20 ó 30 s pueden ser considerados que valoran las “posibilidades anaeróbicas” sin producción significativa de ácido láctico (Navarro, 1998). Por consiguiente, las pruebas que con mayor frecuencia se emplean en el laboratorio o en el lugar de trabajo, y que se pueden aplicar al baloncesto, son: salto vertical, prueba de Wingate o variantes del mismo. Para valorar los resultados obtenidos debemos tener en cuenta: puesto en el equipo, momento de la temporada, nivel, etc. A modo de ejemplo, en la tabla 6.1 figuran valores de referencia encontrados en la literatura (González y Rubio, 1990; García Manso et al., 1996; MacDougall et al., 2000).
Algunas pruebas específicas descritas en la literatura consisten en realizar esfuerzos fraccionados de poco tiempo. Por ejemplo, la prueba de 5 x 6 s, semejante