2.4. RESUMEN DE LAS PRUEBAS DE EVALUACIÓN. TEST DE LABORATORIO O ESPECÍFICOS
1. Test incremental en cinta rodante. El objetivo de este test es medir el
a) Protocolo en rampa (mínimo incremento para 1 km/h cada 1 min).
b) Pendiente de 1% hasta los 16 km/h y del 2% hasta final de prueba.
c) Promedio de medición cada 15 s.
d) Análisis de la recuperación ventilatoria y cardíaca, activa (caminando 2 min después del máximo) y pasiva (3 min sentado).
2. Test de potencia anaeróbica (Wingate). Consiste en pedalear a máxima velocidad durante 30 s con el objetivo de conocer la potencia máxima desarrollada, la potencia relativa al peso corporal y el índice de fatiga (García Manso et al., 1996).
a) Carga de 0,075 kp/kg (Apostolidis et al., 2003).
b) Calentamiento exhaustivo.
c) Preparación psicológica para el desarrollo de la mayor velocidad durante el máximo tiempo posible.
Una alternativa a este test es la utilización de la prueba DMAO, propuesta en baloncesto por algunos autores (Fernández-Río et al., 2000).
3. Test de Squat Jump y Counter Movement Jump. Pruebas de salto convencionales, para averiguar la evolución de la altura del salto. A éstos se les puede añadir la prueba de salto con rebotes previos de 15 ó 30 s. Para ampliar el procedimiento pueden consultarse las siguientes fuentes: García Manso et al., 1996; Hoffman y Kaminsky, 2000; Hoffman y Maresh, 2000; MacDougall et al., 2000; Hoffman, 2004. Nosotros pensamos que el test de salto más adecuado para el baloncesto es el test anaeróbico de potencia en el salto (APJT), que consiste en saltar la mayor altura posible el mayor número de veces en 15 s (Hoffman et al., 2000). Los resultados se expresan en watios por kilogramo de peso corporal.
4. Test de 1 RM en press de banca, sentadilla y cargada de potencia (power clean). La repetición máxima es una de las herramientas más útiles para prescribir entrenamiento de fuerza en función del máximo para cada ejercicio. Tous la define como «La máxima cantidad de peso que puede levantar un sujeto, un número determinado de veces en un ejercicio en concreto, es decir, “n” veces pero no “n+1”» (Tous, 1999). El protocolo correcto para la determinación de 1 RM sugerido por Vidal es el siguiente (Vidal, 2000):
a) Calentamiento general ligero (5 min) y específico articular.
b) Cinco repeticiones al 60% del máximo conocido o percibido. De 1 a 3 min de descanso. Estiramientos entre series.
d) Tres repeticiones al 80%. De 2 a 3 min de descanso.
e) Una repetición al 90%. De 3 a 5 min de descanso.
f) Una RM.
g) Estiramiento y enfriamiento.
Figura 6.3. Esquema de los saltos y la potencia obtenida en los tres saltos más habituales en la evaluación deportiva general (Bahr y Maehlum, 2004).
Este protocolo es válido para cualquier ejercicio, pero se utiliza normalmente para los ejercicios más básicos de cada grupo muscular y el resto se compara con ellos en porcentaje. Hay que tener en cuenta la alta tasa de lesiones acaecidas cuando se realizan test máximos de sentadilla profunda.
Si es posible medir con el Muscle Lab Bosco System ®, las variables que han demostrado mayor relación con el salto vertical y el tiempo de juego son la potencia máxima, la potencia relativa al peso corporal, las velocidades y la carga de 1 RM (Hoffman et al., 2000).
Existe una alternativa muy válida para la valoración del estado muscular. Propuesto por George et al., 1996, citado por García Manso, 1999; MacDougall et al., 2000) para valorar lo que ellos llaman el fitness muscular, nace una metodología que pretende medir el estado de condición muscular de sujetos sedentarios o deportistas no confirmados a través de un circuito de entrenamiento básico. Nosotros recomendamos una progresión de al menos 3 a 5 semanas en función de cada caso para la primera evaluación. En el mencionado circuito, en función del número de repeticiones que el sujeto realiza de acuerdo con su peso corporal y sexo, obtiene una puntuación de su estado de forma. La tabla 6.2 muestra qué porcentaje del peso corporal se debe utilizar para cada ejercicio.
Se ejecutan los ejercicios con el peso correspondiente para cada uno y se anotan, para buscar los puntos obtenidos en cada ejercicio en función del número de repeticiones máximas conseguidas (tabla 6.3).
Tabla 6.2. Porcentaje del peso corporal como carga a utilizar en cada ejercicio (tomado de García Manso, 1999).
EJERCICIO | HOMBRES | MUJERES |
Curl de bíceps | 35% | 18% |
Prensa de piernas 45º | 65% | 50% |
Jalón polea alta | 70% | 45% |
Abdominales en 1 min | ||
Press de banca | 75% | 45% |
Curl femoral de bíceps | 32% | 25% |
Tabla 6.3. Tomada de García Manso 1999.
Una vez calculado el número de repeticiones, anotamos la puntuación obtenida para cada ejercicio y se suma, valorándose la condición física muscular con la tabla 6.4.
Test de campo
5. Prueba de defensa de la AAHPERD (American Alliance for Health, Physical Education, Recreation and Dance) (Apostolidis et al., 2003). Consiste en un recorrido por el área a través de movimientos defensivos con obstáculos (6 conos), pero sin balón. Se mide el tiempo como factor determinantes aunque nosotros creemos que sería también interesante tener en cuenta el “ímpetu” de la defensa (defensa débil, media o agresiva). Los desplazamientos en oblicuo son de carrera frontal, y los movimientos en línea entre conos, con desplazamientos laterales de defensa.
6. Prueba de control del dribling con bote. Consiste en un recorrido por el área defensiva, botando el balón en un circuito con un cono central y en el menor tiempo posible. (Apostolidis et al., 2003).
7. Prueba de velocidad en el dribling. Consiste en realizar el recorrido en el menor tiempo posible (Apostolidis et al., 2003).
Tabla 6.4. Valoración de la condición física en función de los puntos obtenidos (tomada de García Manso).
NIVEL DE CONDICIÓN FÍSICA | TOTAL DE PUNTOS EN CIRCUITO |
Baja | <53 |
Regular | 54-65 |
Buena | 66-77 |
Muy buena | 78-89 |
Excelente | > 89 |
Figura 6.4. Diseño a partir de datos de Apostolidis et al., 2003.
Figura 6.5. Diseño a partir de datos de Apostolidis et al., 2003.