Manual de la organización institucional del deporte. Eduardo Blanco. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Eduardo Blanco
Издательство: Bookwire
Серия: Gestión y Administración Deportiva
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788499107929
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el espectro deportivo.

      Conviene aclarar que deporte para todos no es sinónimo de deporte de base. El deporte de base tiene como objetivo el rendimiento en los más jóvenes y pretende la detección y formación de talentos. Podríamos identificar una fase de promoción en el desarrollo del deporte de base, y desde esta perspectiva se encuadra en el ámbito del deporte para todos, pero en el momento en que empiece a ser selectivo se integraría inexcusablemente en el ámbito del deporte de rendimiento. En las edades más tempranas podemos encontrar dificultades para delimitar dónde empieza y dónde termina el deporte para todos, cuestión más fácil de resolver en la edad adulta.

      La historia del Deporte de Rendimiento es la misma del deporte federado, es decir, del deporte moderno tal como ha llegado hasta nuestros días, que persigue mejorar los récords y batir la marcas establecidas de acuerdo con el famoso eslogan Citius, Altius, Fortius.

      En todo caso, existe una franja de práctica deportiva federada en la que es difícil distinguir nítidamente si se trata de una manifestación de deporte para todos o de deporte de rendimiento y que está representada por muchas de las actividades desarrolladas por las federaciones, tanto en el aspecto de promoción del deporte como de competición de las categorías inferiores (benjamín, alevín, etc.).

      La característica propia del deporte de rendimiento es que se tiene que dar, antes o después, la selección de los mejores, en un proceso de detección de talentos, ya sea de una manera organizada, a través de pruebas o tests diseñados al efecto, o de una manera espontánea y natural a través del filtro que supone la competición.

      El deporte de rendimiento en su desarrollo ha producido a su vez una serie de submanifestaciones de las que, sólo a título de análisis, podríamos encontrar una clasificación, sabiendo de antemano que la separación entre una y otra es a veces imperceptible. Son las siguientes:

      1. El deporte aficionado, entendido como aquél que se practica desde la perspectiva del rendimiento competitivo, sin llegar todavía a las cotas del alto nivel, representado por la mayor parte de los deportistas federados. Indudablemente satisface la demanda de práctica deportiva de muchos ciudadanos, pero tiene establecidos otros objetivos diferentes a los del deporte para todos, razón por la cual estimamos que por ser aficionado no tiene por qué identificarse con el deporte para todos, aunque es cierto que un porcentaje de esta práctica podría situarse en el marco del deporte para todos.

      2. El deporte de alto nivel, constituido por un pequeño número de deportistas federados que han superado los requisitos establecidos en el ranking de la competición internacional y que pueden percibir compensaciones económicas, pero sin tener la consideración de deportistas profesionales.

      3. El deporte profesional, que aparece fundamentalmente en ciertas modalidades deportivas (fútbol, baloncesto, balonmano, ciclismo, tenis, golf, etc.) y en el que se manifiesta una relación laboral del deportista con la entidad en la que presta sus servicios.

      El deporte de rendimiento, además de la mejora del nivel de calidad deportiva, contribuye a:

      – Generar interés por la práctica deportiva.

      – Satisfacer la demanda de espectáculo deportivo.

      – Posibilitar una práctica deportiva de alto nivel a quienes reúnan las condiciones idóneas.

      – Dinamizar otros sectores económicos (industria deportiva, turismo, hostelería, etc.).

       EL SISTEMA DEPORTIVO

      Pero no sólo ha evolucionado el deporte en cuanto a sus manifestaciones, sino que también sus estructuras han sufrido profundas modificaciones que han desembocado en la organización actual, fundamentada en dos sectores, público y privado, de acuerdo con uno de los principios generales que se deducen de la legislación vigente, “El ejercicio de las respectivas funciones del sector público estatal y del sector privado en el deporte se ajustará a los principios de colaboración responsable entre todos los interesados”.

      Por sistema deportivo entendemos el conjunto de todos aquellos elementos relacionados entre sí, según un orden, y que contribuyen al desarrollo del deporte en todas sus manifestaciones.

      No existe un único sistema deportivo, por lo que podremos realizar, según el criterio utilizado, diversas interpretaciones, principalmente según el ámbito territorial, y según su naturaleza pública o privada. Por lo tanto, el sistema deportivo en su conjunto conforma una estructura compleja de interrelación entre sus diferentes elementos que está en un proceso permanente de cambio, por lo que su característica principal es su dinamicidad. En función de los elementos que se identifiquen como representativos del sistema deportivo, podremos encontrar diferentes concepciones sobre éste.

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      La introducción del concepto de sistema deportivo en la planificación deportiva fue realizada por el creador del llamado “Método Punto-Deporte”, Bruno Rossi Mori, a finales de la década de los 70, y de aplicación fundamentalmente en el ámbito local, aunque en sus presupuestos teóricos contempla su aplicación a otros niveles territoriales. Es interesante, aunque se haya producido una evolución lógica, reproducir la explicación sobre el concepto de sistema deportivo en palabras de Bruno Rossi, extraídas de la publicación conjunta del INEF de Cataluña, AETIDE y CEUMT en 1981:

      «El conjunto de todas las ocasiones concretas durante las cuales los ciudadanos viven el deporte, gracias a la presencia de determinados servicios, establece el fenómeno deportivo de una zona determinada.

       “Se denomina sistema a un conjunto estructurado; el SISTEMA DEPORTIVO es el conjunto de todos los practicantes y de todos los servicios deportivos en un territorio determinado. En consecuencia el fenómeno deportivo puede ser considerado como el “producto” del sistema deportivo. Esto permite su conocimiento y desarrollo de un modo científico actuando sobre todos sus elementos a través de sus relaciones internas y, externamente, mediante las relaciones con los otros sistemas que forman la estructura social.»

      En términos generales, los elementos constitutivos del sistema deportivo más significativos son:

      El ordenamiento jurídico-deportivo, que más que un elemento del sistema deportivo es el marco que aglutina y confiere un determinado orden, establece las relaciones y contiene la normativa por la que se desarrolla el sistema deportivo en su conjunto y cada uno de sus elementos constitutivos.

      La estructura deportiva, que está conformada por un sector público, con diferentes competencias según su ámbito territorial, un sector privado sin ánimo de lucro representado por el tejido asociativo y un sector privado mercantil.

      La infraestructura deportiva, que constituye el equipamiento necesario para el desarrollo de las actividades deportivas y cuya titularidad puede ser pública o privada, y en la que ha empezado a tener una singular importancia, en los últimos tiempos, el medio natural, concebido como espacio deportivo.

      Los recursos económicos, que son diversos y entre los que podemos destacar la subvención, el patrocinio y la propia aportación del usuario o participante, aunque en el deporte espectáculo ha cobrado una especial relevancia la venta de los derechos de imagen y la retransmisión por TV de los eventos.

      Los recursos humanos, que van desde los dirigentes y técnicos, pasando por los voluntarios y otro personal auxiliar, hasta llegar a los propios practicantes.

       ESTRUCTURA DEL SISTEMA DEPORTIVO

       ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVO-DEPORTIVA