Debido a la complejidad del tema, a continuación se ofrece una relación de obras que están documentadas como del primer renacimiento, o bien se sitúan en esta época por asimilación con la escultura de esta época en madera[5]. El objetivo de esta aportación es perfilar la antesala histórica de la eboraria barroca (Fig. 1).
Fig. 1. Coronación de Espinas. Francia. Principios del siglo XVI. Madrid. Museo Lázaro Galdiano.
•Virgen con el niño. Valencia o Flandes. Primera mitad del XVI. París. Museo del Louvre. Estudiada por Courajoud, Molinier y Ferrándiz, que la situaron en el contexto español, pero influenciada por la escultura flamenca y el arte leonardesco, por medio de los Llanos, que trabajaban en el arte del maestro italiano.
•Virgen con el Niño bajo templete. España o Italia del Norte. Siglo XVI. Madrid. MAN. Piezas de difícil clasificación por su marcado carácter italianizante.
•Virgen con el Niño y san Juanito. España. Siglo XVI. Londres. Museo Victoria and Albert. Inspirada en modelos italianos, más concretamente en los de la Virgen con el niño de Sansovino. Presenta una composición similar a la de los ejemplares de la Virgen del Sagrario, de Mendióroz, similar a la de Ibircu (ambas en Navarra).
•Descendimiento. Italia. Siglo XVI. Ronda. Duquesa de Parcent. Es una de las piezas más notorias del período, que parte de composiciones previas de Miguel Ángel.
Fig. 2. Vanita. Alemania. Siglos XVI o XVII. Museo de Artes Decorativas de París.
1.1.3.Las producciones españolas. Entre el Manierismo y el Barroco
1.1.3.1.El foco sevillano[6]
Gaspar Núñez Delgado[7]. Documentado en Sevilla entre los años 1581 y 1606, destaca como uno de los principales escultores del período en la ciudad. Procede de Ávila, del foco de la escuela castellana, lo que hace que sus esculturas en marfil presenten un arte diferente al prototípico sevillano. Igualmente es heredero de los preceptos de Jerónimo Hernández. Trabajó indistintamente la madera, el barro, y el marfil, conservándose además diversas obras en barro, que habitualmente suelen aparecer firmadas, y presentan un estilo inconfundible[8].
Sus piezas, siempre de gran calidad, son especialmente cotizadas dentro de la amalgama de crucificados ebúrneos que ofrece el mercado del arte. De él se conocen varios Crucificados en marfil. Tenemos noticias de un Cristo documentado, de procedencia desconocida, contratado el 29 de abril de 1589, con referencia a otro anterior:“Gaspar Núñez Delgado escultor, soi convenido con frai Alonso de Cabrera prior del monesterio de Santo Domingo de Porta Celi, extramuros de esta ciudad, en tal manera que me obligo de le dar hecho un cruxifixo de marfin de dos palmos e dos dedos larguillos de la forma e hechura de otro cruxifixo de marfir que yo hize a el dotor Herrera e que baya puesto en su cruz enbutida e con su titulo de marfil, e todo que fuere menester par el dicho crucifixo, de diadema e potencias e clavos e retocados, esto es a cargo e costa de dho prior, el qual prometo de dar acabado dentro de un año en precio de 250 ducados”.
Entre sus crucificados más notables, cabe reseñar el realizado en 1589 y conservado en el Palacio del Pardo de Madrid, con una anatomía de largas proporciones, muy en la línea del Greco, y firmado “Gaspar Núñez Delgado en Sevilla 1589”. Otros ejemplares similares son el la colección de Pilar Sotomayor de Herruzo (1590) y el afamado ejemplar de Indianápolis, datado en 1599 (Fig. 3).
Fig. 3. Gaspar Núñez Delgado. Cristo crucificado. 1599. Indianapolis.
Juan Martínez Montañés. Es la figura más representativa del Barroco escultórico español. No solo trabajo el arte de la madera, sino que además supo transferir su capacidad de realizar obras preciosistas a la ejecución de pieza de marfil. Se tiene constancia documental de que realizó un crucificado de marfil en 1590 para el doctor Monardes, que debía partir de los modelos propuestos por Núñez Delgado[9], contrato publicado por Celestino López Martínez, el 12 de noviembre de 1590:“Juan Martínez Montañés soi convenido con Nicolás Monardes presbísteroo a fazer una hechura de Xro de marfil de media bara de largo e un dedo mas con una muerte e guesos a el pie del mismo marfil e un titulo de hebano a de ir puesto en una cruz de hebano embutida de pieças como las que ha fecho Gaspar Delgado escultore a otras personas”.
El mismo fue tasado en 120 ducados.
En el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid, se conserva un crucificado en cuyos rasgos estilísticos se denota el estilo montañesino y de la escuela sevillana. Está datado en la primera mitad del siglo XVII.
1.1.3.2.El foco Granadino[10]
Pablo de Rojas[11]. Al igual que sucede con Juan Martínez Montañés, se tiene constancia documental de que su maestro, Pablo de Rojas, también estuvo versado en este arte, del que dio buena nota el tratadista Francisco Pacheco, afirmando que su propio discípulo aventajado pudo tomar un Crucificado de marfil para su portentoso Cristo de la Clemencia. Pacheco asegura (1620) que su maestro “Pablo de Roxas hizo en Granada habrá más de cuarenta años, uno de marfil con cuatro clavos, para el conde de Monteagudo”. Actualmente no se tiene constancia física de ninguna obra documentada de Pablo de Rojas[12].
Piezas de marfil en el círculo de Pedro de Mena. El Museo Nacional de Artes de Decorativas, que conserva una importante colección de marfiles, custodia entre sus fondos dos primorosos bustos chapeados en marfil, un Ecce-Homo, y una Dolorosa, de factura anónima, pero cuyos exquisitos acabados han llevado a los especialistas a situarlo en el entorno de Pedro de Mena y la escuela granadina de escultura (Fig. 4 y 5).
Fig. 4 y 4A. (izda.-dcha.) Dolorosa. Escuela granadina. Segunda mitad del siglo XVII. Madrid. MNAD.
Fig. 5. Ecce-Homo. Escuela granadina. Segunda mitad del siglo XVII. Madrid. MNAD.
Reproducimos la ficha catalográfica de la obra:
Inventario | CE12463 |
Clasificación genérica | Escultura; Eboraria; Objetos e imágenes devocionales |
Objeto/Documento | Busto |
Materia/Soporte | Ojos: Cristal Marfil Madera [Probablemente nogal] |
Técnica | Talla (madera) |
Dimensiones | Altura máxima = 35,50 cm; Anchura máxima = 29,50 cm; Profundidad máxima = 16 cm Peana: Altura = 6,70 cm; Anchura = 23 cm |
Descripción | Busto de la Dolorosa realizado en marfil; formado por una pieza maciza para la cabeza, que a su vez está recubierta de placas de este mismo material ensambladas con clavos también de marfil. La Virgen tiene la cabeza cubierta por un manto sin apenas vuelos, recto a los lados, dejando ver la túnica algo descotada y decorada con motivos policromados perdidos. Los cabellos, más abocetados que los del Cristo del mismo autor, conservado en las colecciones del museo (CE12463), caen lisos sobre el interior del manto y los hombros, cubiertos de tal modo por el manto que apenas se perciben. |
Iconografía | Virgen Dolorosa |
Datación | 1651=1700 |
Contexto Cultural/Estilo | Edad Moderna |
Lugar de producción/Ceca | Andalucía (España, Europa) |
Clasificación razonada | Su parecido con las tallas de Pedro de Mena es notable. Su excepcional calidad planteó problemas de atribución, pues si bien el cuidadoso modelado de sus carnes, el realismo sobrio de su patetismo y sobre todo el modelo que sigue sugerían su adscripción a Pedro de Mena, en cuyo taller debió de trabajarse el marfil, otros detalles, especialmente la minuciosa factura del cabello, no se atienen al clásico abocetamiento con el que talla
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