Fe, pobreza y desarrollo. Bryant Myers. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Bryant Myers
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Религия: прочее
Год издания: 0
isbn: 9781951539030
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a principios de 1950 en Occidente. A raíz dela devastación de la Segunda Guerra Mundial, Europa se había reconstruido y estaba despegando económicamente. La presión posguerra para otorgar la independencia a las antiguas colonias estaba en marcha.

      Al mismo tiempo, soldados y corresponsales de guerra que habían estado por todo el mundo y habían visto cosas previamente no reportadas, estaban regresando a casa con historias de lugares lejanos y exóticos que no eran culturas occidentales. La radio, y luego la televisión, comenzaron a trasmitir las palabras e imágenes de lugares muy pobres y distantes delas casas de las personas en Occidente. La brecha entre un Occidente rico y desarrollado y el resto del mundo claramente empezó a ser el centro de atención.

      La idea de desarrollo y la posibilidad de erradicar la pobreza se convirtieron en la norma en Occidente y a menudo se hablaba de una misión casi religiosa: como “el deber moral de los países industrializados occidentales de asumir pasos para ayudar a aquellos que estaban más atrasados técnicamente (y culturalmente) a avanzar en el camino del progreso”(Tyndale,2006: 156).

      Pero, ¿Qué querían decir estos altruistas occidentales con el término desarrollo? No siempre recordamos que, aunque el occidente se consideró a sí mismo como desarrollado, no estaba totalmente claro como ocurrió este desarrollo. Además, todavía estaba conmocionado por el hecho de que su desarrollo había incluido dos guerras mundiales, una depresión económica mundial y un holocausto. No obstante, la suposición subyacente se tomó como algo dado por hecho: el mundo subdesarrollado debía desarrollarse emulando el camino de desarrollo de Occidente.

      En la década de 1960, el “manifiesto no comunista”de Walt Rostow y sus cinco etapas de crecimiento económico se convirtieron en el modelo de las estrategias de desarrollo occidentales de la época. “Meta de desarrollo” se entendió como modernización (occidentalización); la medida de desarrollo era el tamaño de la economía de una nación. Hacer crecer las economías siguiendo las cinco etapas de crecimiento económico de Rostow fue el medio de desarrollo.

      La conjetura básica de lo que llegó a conocerse como teoría de la modernización (véase figura ٢-٢) fue que la cultura tradicional y los valores de las sociedades pobres necesitaban cambiar y que lo harían a medida que se encontraran con un mundo en modernización de la urbanización, la educación pública y la integración en el sistema de mercado occidental. Los valores tradicionales, juzgados como no propicios para el crecimiento económico, se desvanecerían, y los valores “modernos” tomarían su lugar. Este cambio en los valores conduciría a una economía moderna.

      Figura 2–2: Teoría de Modernización

      Tenemos que recordar que la ruta de Rostow al desarrollo también fue parte de la estrategia del occidente en la Guerra Fría. Esto significaba armas y guerras de poder; a veces la estrategia tomó la forma de ayuda al desarrollo. Ayudar a las naciones pobres del sur fue visto como una forma de mantenerlos fuera de la órbita soviética. La idea de desarrollo en la década de 1960 no fue del todo altruista.

      El creciente compromiso con la ayuda al desarrollo requirió un sistema de entrega de desarrollo. Los gobiernos occidentales fundaron departamentos de ayuda extranjera como USAID en 1961 y el Ministerio Británico de Desarrollo Exterior (ahora Departamento para el Desarrollo Internacional o DFID), en 1964. Las Naciones Unidas establecieron el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en 1965. Los bancos de desarrollo regionales se establecieron en América Latina (1959), África (1964) y Asia (1966). Durante este mismo periodo muchas organizaciones cristianas y seglares, originalmente fundadas para ayuda humanitaria, empezaron a agregar actividades de desarrollo a sus carteras de ministerio. Estas incluyeron Oxfam, CARE, Servicios de Ayuda Católicos, Caritas, Servicio Mundial de Iglesias y, en la década de 1970, Action Aid, Visión Mundial y Tear Fund.

      Si bien la teoría de la modernización prevaleció durante un tiempo, eventualmente perdió su brillo como la creación cultural y económicamente miope que era, ysurgieron otras teorías de desarrollo. La teoría de la dependencia, con sus raíces neo marxistas y latinoamericanas, argumentó que el Occidente era la fuente del subdesarrollo del sur y que la teoría de la modernización y la ayuda de desarrollo eran solo una “hoja de parra” para tapar esta realidad capitalista neocolonial incambiable. La meta del desarrollo para ambas teorías aún era el crecimiento económico, pero los medios de desarrollo ahora eran una opción entre economía capitalista o marxista. Algunos incluso empezaron a buscar una tercera manera, como lo ejemplifica Small Is Beautiful (Pequeño es bello, 1973), de E. F. Schumacher y su intento de formular lo que llamó economía budista.

      En la década de 1980, los profesionales de desarrollo, cansados de los argumentos sobre las teorías e historia económica global, comenzaron a articular un enfoque que denominaron “desarrollo centrado en las personas”, que se derivaba de lo que habían aprendido en primera línea trabajando entre los pobres. De forma alternativa, empezaron a surgir pequeñas teorías, limitadas por tiempo y espacio y más se cuestionaba la idea de desarrollo únicamente como economía.

      Robert Chambers, investigador asociado del Instituto de Estudios de Desarrollo en la Universidad de Sussex con una larga experiencia de campo en la India rural y África, argumentó una comprensión de la pobreza como sistema de enredo que requiere una respuesta de sistemas centrada en promover el “bienestar responsable” (Chambers, 1983:37; 1997:10). John Friedmann, profesor de Planificación Urbana con amplia experiencia urbana en la América Latina, insistió en que, aunque el tipo de programación de desarrollo popular que Chambers argumentó era necesario, no erasuficiente (1992). Para Friedmann, la pobreza de los hogares pobres era un resultado de no tener suficiente poder político y social para desarrollarse a sí mismos e insistir en los servicios que se merecían del Estado. Lo que se necesitaba era organizar a los pobres en asociaciones y redes que los hicieran cada vez más difíciles de ignorar como actores importantes en la sociedad civil; solo entonces podrían avanzarcontra los sistemas políticos y económicos que limitaban su iniciativa. Si bien las presiones de acceso, vulnerabilidad y poder social se volvieron más centrales en la conversación de desarrollo, la medida central siguió siendo el tamaño de la economía nacional. Vamos a dar una mirada más de cerca a Chambers y Friedmann en los capítulos cuatro y cinco.

      Finalmente, en la década de 1990, hubo un cambio en las medidas de desarrollo. Un economista de desarrollo de la India, Amartya Sen, comenzó a trabajar con Mahbub ul Haq, un colega suyopakistaní en el PNUD, con el objeto de crear un nuevo índice para evaluar el desarrollo con el propósito declarado de avanzar en economía de desarrollo desde su enfoque en el producto interno bruto (PIB) a un mayor enfoque centrado en las personas. El resultante Índice de Desarrollo Humano (IDH) agregó la expectativa de vida como un indicador de salud y la alfabetización como indicador de conocimiento y educación, y al PIB como una medida estándar de vida. Al tiempo, este cambio en la medición del desarrollo comenzó a modificarla forma en que se diseñaban los proyectos de desarrollo. El desarrollo ya no se centraba solo en el crecimiento económico.

      Sen también estudió la relación entre hambrunas y democracia. Nunca ha habido una hambruna mayor en una democracia en funcionamiento (Sen, 1999:16). Este descubrimiento condujo al desarrollo como libertad, en el cual Sen anunció su conclusión de que la pobreza se entiende mejor como el resultado de la privación de libertad humana. Cosas como bajo ingreso, falta de educación, mala salud y falta de acceso a los servicios hacen que las personas sean menos libres, al igual que la falta de libertad en la forma de restricciones a las libertades políticas y civiles y participación (Sen, 1999:4). “Lo que la gente puede lograr positivamente se ve influenciado por las oportunidades económicas, libertades políticas, poderes sociales y condiciones habilitantes de buena salud, educación básica y la motivación y cultivo de iniciativas”(1999:5).

      Para él, el bienestar humano se entiende mejor no por lo que las personas consumen (economía), si no por lo que las personas son y hacen, como estar alfabetizado, saludable, económicamente activo y participar en la vida de su comunidad. Sen llama a estos funcionamientos. Las funciones son el material básico de la vida humana, tales como