En este sentido, hay que destacar que las experiencias formales e informales de las personas son parte fundamental de la formación de un líder. Entre éstas se hallan las experiencias de trabajo, las dificultades, las oportunidades, la educación y el ejemplo de modelos y mentores.
Dubrin (1999) dice que “Liderazgo es la influencia interpersonal orientada a lograr metas, y se alcanza a través de la comunicación”. Crosby (1996) pone énfasis en el aspecto administrativo de la acción: “liderazgo es instar deliberadamente acciones que las personas realizan de una manera
…liderazgo es la acción de influir en los demás; las actitudes, conductas y habilidades de dirigir, orientar, motivar, vincular, integrar y optimizar el quehacer de las personas y grupos para lograr los objetivos deseados, en virtud de su posición en la estructura de poder y promover el desarrollo de sus integrantes.
Para Gibson et al. (1994), “liderazgo es el intento de emplear tipos de influencia no coercitivos para motivar a los individuos a lograr alguna meta”.
Liderazgo como capacidad
Entre los teóricos que describen el liderazgo como capacidad se encuentran Robbins (1999), quien sostiene que “es la capacidad de influir en un grupo para que se logren las metas”y Dubrin (1999), quien afirma que “es la capacidad para inspirar confianza y sensación de apoyo en las personas para alcanzar las metas de la organización”.
Eyssautier (2000) dice que “liderazgo es una actividad que consiste en influir en el comportamiento de otras personas, tanto en forma individual como en grupo, hacia la ejecución y logro de los objetivos de la organización”. Hersey y Dewey (1996) explican que “una de las características del liderazgo es que el líder ejerce poder”.
Liderazgo como proceso
Robbins y Coulter (2000) definen el liderazgo como un proceso de influencia en el que algunos individuos, mediante sus actos, facilitan el movimiento de un grupo hacia una meta común o compartida. Rue y Byars (1995) hablan del liderazgo como un proceso a través del cual una persona influye en el comportamiento de los miembros de un grupo.
Chiavenato (2000) da al liderazgo un enfoque situacional, que se aplica a aquellos líderes que resultan de la función. Las organizaciones requieren líderes situacionales, cuya influencia interpersonal, ejercida en determinada situación, haga posible conseguir uno o más objetivos específicos mediante el proceso de la comunicación humana. En este capítulo se describen los diferentes estilos de liderazgo, lo que le permitirá a cada uno identificar el suyo y saber dónde y cuándo utilizarlo, así como identificar sus alcances y limitaciones.
En la operación diaria, ya sea administrativa, política o empresarial, hay líderes que dedican largas horas a su trabajo y otros que resuelven los problemas en menos tiempo; los hay más o menos simpáticos; mentalmente rápidos o que necesitan tiempo para pensar; con más o menos carisma; quienes integran a su trabajo temas personales y aquellos que los evitan; pueden ser austeros u ostentosos, algunos practican la escucha activa y otros prefieren escuchar su voz interior. No obstante, existen atributos comunes a todos los tipos de líderes. Mills y Gerth (2000) distinguen tres tipos de líder:
•Líder de rutina. No crea su papel ni el contexto en que lo desempeña, sólo cumple, dentro de límites previstos, el papel de guía de una institución ya existente, al que le imprime su sello personal. Un ejemplo son los directivos de la administración pública o privada. Las empresas tradicionales no innovan, no son competitivas.
•Líder innovador. Reelabora de manera radical su papel de guía de una institución ya existente y transforma el papel de dicha organización.
•Líder promotor. Crea tanto su papel como el contexto en que lo desempeña. Puede ser el fundador de un grupo, un sindicato, un partido e incluso un estado, siempre y cuando logre dar un mínimo de consistencia a su iniciativa y mantenga la posición de líder de la institución que promovió.
En cuanto a la relación del líder con sus simpatizantes, es importante mencionar que éstos también desempeñan papeles activos. Por lo regular, el líder y sus simpatizantes se encuentran en una relación de influjo recíproco. Desde esta perspectiva, Margaret Conway distingue varios tipos de liderazgo:
•Líderes que arrastran a la muchedumbre. Son capaces de concebir una gran idea, de concentrar un grupo lo bastante grande para realizarla y de forzarlo a llevar a cabo la idea.
•Líderes intérpretes de la muchedumbre. Son hábiles sobre todo “para hacer claramente explícitos los sentimientos o ideas vagos y oscuros de las masas”.
•Líderes representantes de la muchedumbre. Se limitan a “manifestar solamente la opinión conocida y establecida por la muchedumbre”.
•Líderes pasivos. Líderes del grupo clave.
En lo relacionado a cómo ejercen el liderazgo, la forma de mando, su habilidad, sus valores y actitudes, he identificado más de 20 estilos de liderazgo, mismos que son descritos en los capítulos 5, 6 y 7.
Caracterización de la figura del líder
Para explicar cómo se caracteriza la figura del líder conviene recuperar algunos planteamientos políticos, filosóficos y sociológicos, para encontrar en éstos los fundamentos que sustentan el perfil y la acción gerencial moderna, así como la función del líder.
La perspectiva política
Desde el campo de la ciencia política, se puede plantear la idea de la acción gerencial como un acto de gobierno o como un ejercicio de poder. Para ello me baso en la teoría de Maquiavelo (acerca de la cual profundizo en el capítulo dedicado a la relación