Esto facilita el trabajo del operario de almacén, a la vez que agiliza temporalmente las tareas de almacenaje. De este modo, si se utilizan ciertas máquinas para la descarga de mercancía, como carretillas elevadoras por ejemplo, con ese mismo vehículo se transportarán los productos hasta su determinada zona en almacén.
Mientras que de otro modo, y si el almacén se encontrase alejado de la zona de descarga, el trabajo efectuado se traduciría en el doble, ya que primero se descargaría la mercancía en esa zona indicada para, posteriormente, y una vez descargados todos los productos, desplazarlos hasta donde se encontrase el almacén y distribuirlos y colocarlos en sus respectivas áreas o estantes.
Los acabados de paredes, suelo y techo suelen ser mucho más pobres y rudimentarios, debido a que esta zona no está ideada para ser vista por el público, por lo que tanto las paredes como el suelo y el techo no suelen estar revestidos de ningún material que pudiese embellecer, sin dejar de ser materiales de construcción cómodos o funcionales.
Nota
En las grandes superficies los almacenes suelen estar dotados de buena luminosidad y de suficiente iluminación eléctrica. Pero lógicamente nunca será una zona tan bien iluminada como la de ventas.
Habitualmente en el pequeño comercio, el almacén es por lo general una zona de reducidas dimensiones, ya que no suelen ser muy numerosas las existencias necesarias para abastecer la zona de ventas cuando los productos vayan teniendo su lógica salida y deban ser repuestos.
Además, esta menor salida de productos suele conllevar una mayor estancia del artículo en la zona de ventas, por lo que un menor número de existencias en stock garantizará que la fecha de caducidad de los mismos no sea muy cercana o ya haya sido sobrepasada cuando este acabe por reponer a otro ya adquirido en la zona de ventas.
Una zona de almacén debe estar consecuentemente ordenada y limpia de obstáculos. No por tratarse de un área que no es visible para el público ha de significar necesariamente que deba ser una zona descuidada.
Un almacén ordenado y libre de obstáculos evita ciertos problemas y riesgos, tales como accidentes laborales o caída de productos por un deficiente apilamiento o colocación en los diferentes estantes.
Para ello se hace necesario un control exhaustivo de las zonas habilitadas para la recepción de los artículos y área de almacén. Las normas de seguridad así como los elementos de protección individual habrán de ser convenientemente utilizados en todo el proceso, y las herramientas, artículos o maquinaria usada durante la jornada laboral habrán de ser recogidos y colocados en sus lugares determinados para ello al finalizar la jornada.
Una herramienta tirada por el suelo, una escalera mal colocada o una máquina entorpeciendo el paso pueden ser causantes de todo tipo de accidentes laborales perfectamente evitables con una correcta organización y limpieza de las áreas de trabajo.
Además, en un almacén el criterio organizativo de los productos debe ser similar al de la zona de ventas. Por lo que existirán zonas diferenciadas y delimitadas para evitar colocar, por ejemplo, productos destinados a la alimentación junto a los de limpieza o tóxicos.
Nota
Un encargado de almacén será la persona dedicada de controlar las existencias y la necesidad de compra de nuevos artículos a los diferentes proveedores en previsión de stock.
También existirán cámaras frigoríficas para mantener los productos que necesiten de su preservación en frío, o zonas aisladas para otro tipo de artículos como electrodomésticos o menaje del hogar.
Actividades
5. Visitar un comercio de distribución mayorista de mercancía, una nave de un proveedor o en su defecto una empresa dedicada a la mensajería urgente. Comprobar cómo la zona de almacén y recepción y descarga comparten espacios y cómo a veces también supone la zona de ventas. Investigar si solo un mostrador o una pequeña oficina es la que delimita de algún modo cuál es la zona de ventas allí.
Recepción y descarga
La zona destinada a la recepción y descarga de mercancía por parte del proveedor suele estar completamente ligada a la zona de almacén en toda superficie comercial. De hecho, en muchas ocasiones, esta no es una zona diferenciada de la segunda, sino más bien una continuación de ella.
Los almacenes, en numerosas ocasiones, suelen tener tras sus puertas direccionadas al exterior por la zona de carga dos posibilidades: dicha zona de recepción y descarga delimitada por muros o simplemente indicada como zona marcada, o directamente los conocidos muelles de carga.
Definición
Muelles de carga
Lugares habilitados para la carga y descarga de mercancía en zonas de recepción y descarga, o directamente en el almacén.
Estos muelles de carga pueden ser de diferentes tipos, pero todos coinciden en ciertos puntos: están dotados de puertas de acceso que permiten la entrada de la mercancía a las instalaciones, son ideales para el acceso de vehículos de transporte, sobre todo camiones, y suelen suponer una entrada elevada para facilitar dicha descarga.
Muchos muelles de carga no son elevados, y sus accesos por las puertas exteriores se encuentran a ras de suelo, pero esto es debido a que posibilita la entrada completa del camión en sus instalaciones porque sus grandes dimensiones así lo permiten.
Generalmente los muelles de carga que facilitan el acceso de la mercancía a la zona de recepción y descarga suelen responder a las características de puertas de acceso elevadas. De este modo, al estar las puertas elevadas a una altura similar a la altura estándar de los remolques de los camiones no es necesario el uso de rampas neumáticas o vehículos de transporte de mercancía como carretillas elevadoras, por ejemplo, para la retirada de artículos del interior del vehículo hacia las instalaciones del centro comercial, y facilita el trabajo de los operarios tanto en el mismo vehículo como en la recepción de la mercancía.
Hay que recordar además que los camiones actuales suelen venir dotados de rampas o plataformas elevadoras en sus remolques. De este modo, se adaptan a todo tipo de posibilidades de descarga, o bien solo extendiéndola a la altura del remolque y, por ende, coincidiendo con la puerta de acceso del muelle de carga; o bien haciéndola descender a modo de montacargas hasta la altura del suelo, donde se depositará la mercancía en caso de no tener un acceso sobreelevado.
En los muelles de carga de acceso de mercancía a la zona de recepción y descarga de artículos suelen existir una serie de elementos comunes, que se reconocen rápidamente.
Además de las puertas de acceso elevadas, significación evidente de que esa zona de recepción y descarga está habilitada con un muelle de carga, estas suelen tener bajo cada una de sus puertas de acceso un anclaje, que permite mediante un gancho, cable o cuerda sujetar el remolque del camión al muelle de carga en sí, para evitar ciertos movimientos indeseados durante la descarga de artículos.
Unos topes, al igual que en los puertos de mercancía en el mar, ya sean acolchados, de plástico o de espuma, evitan que el remolque choque con el muelle de carga dañando su estructura; y un sistema conocido como nivelador de muelle, corrige posibles desniveles