Una historia sepultada. Felipe I. Echenique March. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Felipe I. Echenique March
Издательство: Bookwire
Серия: Pùblicahistórica
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9786078636815
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El establecimiento de ese criterio editorial quizá se inspiró en la versión de la Segunda y Tercera Cartas de Relación traducida y presentada en latín en 1524 por el doctor Pedro Savorgnani, quien la dio a luz en Nuremberg, dedicando su traducción al papa Clemente VII. Estas traducciones se reimprimieron dos veces, con las mismas características editoriales en el tratado intitulado De Insulis nvuper inventis, etc., Colonia, 1532; y la otra en Simón Grineo, Novus Orbis, Basilea, 1555. La primera versión se puede consultar en internet gracias a los esfuerzos de la Biblioteca Nacional de España que ya nos la proporciona en su portal dentro de las obras digitalizadas.

      18 En la Segunda Carta, al final, señala “Jacobo Cromberger, que imprimió esta relación en Sevilla a ocho de noviembre de mil quinientos i veinte i dos…”, p. 63, y de las otras véanse pp. 128 y 156, en donde no se indica la base de la edición.

      19 Francisco Antonio de Lorenzana publicó las Cartas de Relación de Fernando Cortés bajo el título de Historia de Nueva España, escrita por su esclarecido conquistador Hernán Cortés, México, Imprenta del Superior Gobierno, Joseph Antonio de Hogal, 1770, edición facsimilar, Miguel Ángel Porrúa, 1998. Al parecer nadie se ha tomado la molestia de ver cuál fue la edición de la que se valió el arzobispo. He realizado una compulsa y puedo asegurar que utilizó la de Barcia no sólo como modelo, sino que la siguió incluso en los pequeños títulos que introdujo Barcia, con la salvedad de que en la edición de Lorenzana se presentan como apostillas en los márgenes, y con la novedad de añadirle notas que intentan esclarecer y poner a los ojos del lector, lo que no necesariamente debería de saber. Con lo cual Lorenzana deja testimonio de la manera en que apreció distintos hechos consignados por el propio conquistador. La compulsa de ambos impresos es tediosa en lo referente a las grafías, pues si bien, como ya señalé, Barcia respeta dentro de la narrativa cortesiana la forma en que se consignaron en la edición princeps, Lorenzana no lo hizo siempre, ya que intentó modernizar algunos sustantivos, aunque no dejó de usar las grafías de tipo gótico que había empleado Barcia en algunos casos, por lo cual la edición de Lorenzana en este último punto es mucho más confuso y por lo tanto no se puede decir que haya seguido la edición gótica, por lo cual no resulta muy confiable en ese punto específico.

      20 Así, añade parte del llamado Códice Mendocino que él identifica como Cordillera de los pueblos que antes de la conquista pagaban tributo al emperador Muctezuma en qué especie y cantidad, Cfr., op. cit., referido como Lám. 2, y que se localiza entre la Carta Segunda y Tercera, sin numeración propia.

      21 Para mayor información sobre este historiador se recomienda la lectura del ensayo de Juan A. Ortega y Medina, “Sobre ‘The History of America’”, en Estudios de tema mexicano, México, Secretaría de Educación Pública, 1973, (SepSetentas, 84). No puedo dejar de advertir que la valiosa historia de Robertson, sobre Carlos V contó con una edición en castellano en 1839, que hoy se puede consultar en algunas bibliotecas españolas, pero también en Internet.

      22 Cfr., Historia de la América, escrita por William Robertson, traducida al español por Bernardino de Amati; precedida de una breve noticia de la vida del autor, Burdeos, Imprenta de Dn. Pedro Beaume, 1827, 4 vols. En relación a la Carta de la Justicia y Regimiento, ver vol. I, pp. XIX-XX y el extracto que ofreció en el vol. IV, al final de tomo, sin páginas numeradas. También se puede encontrar la edición que se hiciera en castellano en 1827 de esta otra historia de Robertson en Internet gracias a la digitalización de Google.

      23 El primer manuscrito de Fernando Cortés enviado a la los reyes de Castilla y Aragón, que tiene que ver con las exploraciones y conquista de las tierras al occidente de la isla de Cuba o Fernandina y en su porción costera, de lo que con el tiempo se denominó Nueva España (julio de 1519), se dice que se perdió, aunque no sucedió lo mismo con el documento que elaboró la Justicia y Regimiento (Ayuntamiento) de la recién fundada Rica Villa de la Vera Cruz, que supuestamente iba en el mismo embarque y con las mismas personas a las manos directísimas del rey o a las de su Consejo. Así que, por extraño que parezca, desapareció la del capitán general y sobrevivió la del ahora llamado “Cabildo o Ayuntamiento”, pero no en original sino en copia, al igual que las otras Cinco Cartas que envió Fernando Cortés a don Carlos emperador siempre augusto y doña Juana su madre…, reyes de Castilla de León de Aragón…, todas ellas y bajo la condición de copias se localizan en la Biblioteca Real de Viena, reconocible por la signatura Ser. Nov. 1600 (antes núm. CXX), “Relaciones de Hernán Cortés”. En la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, del Museo Nacional de Antropología, se encuentra una copia fotográfica de excelente factura. Otra copia manuscrita se encuentra en la Biblioteca Nacional de España bajo la signatura 2016. El análisis de la composición y estructura de este último manuscrito y la confrontación que he realizado del mismo con el Códice Viena y las ediciones impresas, me llevan a decir que el manuscrito de la Biblioteca Nacional de España tuvo presente la edición impresa, que en algunos casos difiere del manuscrito de Viena, y aunque aparenta ser muy coetáneo a las cartas autógrafas no lo es. Muy probablemente se trata de la copia que mandó hacer Floridablanca cuando era ministro en el año de 1778. Esa copia se encuentra en Internet, como otros muchos documentos que ya están digitalizados por la Biblioteca Nacional de España, por lo que es muy fácil su consulta.

      24 Pascual de Gayangos, Cartas y Relaciones de Hernán Cortés al emperador Carlos V, colegidas e ilustradas por don…, de la Real Academia de la Historia de Madrid; correspondiente del Instituto de Francia, etc., etc. París, Imprenta Central de los Ferro-carriles, A CHAIX Y C, Calle Bergére 20, cerca del boulevard Montmartre, 1866, p. VII.

      25 Ibidem.

      26 Colección de documentos inéditos para la historia de España, por Martín Fernández, et. al., Madrid, imprenta de la viuda de Calderón, 1842, tomo I, pp. 421-461.

      27 En, Historiadores primitivos de Indias, op. cit.

      28 Don Pascual de Gayangos, op. cit., se dio a la tarea de poner en las planchas de las imprentas en el año de 1866, no sólo aquellas cinco Cartas de Relación sino otra serie de documentos cortesianos que se localizaban en archivos públicos y privados, y con lo cual se puede decir que las cartas manuscritas, ahora sí en original y en copia, se les terminó confiriendo en bloque una supuesta respetabilidad sobre lo impreso. Pero ya veremos cómo ese supuesto está bastante maltratado, sobre todo por ese chocante prurito no sólo de modernizar los nombres sino incluso de cambiarlos, tal y cual lo hizo al escribir Méjico en lugar de Mexico como se consignan en los propios manuscritos que él transcribió.

      29 Woodrow Borah, “The Cortés Codex of Vienna and Emperor Ferdinand I”, The Americas, Julio de 1962, vol. XIX, núm. 1, p. 92, y lo antes señalado dentro de su hipótesis de que Martín de Salinas le envió a Fernando I copias escritas y no impresas de las Cartas de Cortés.

      30 Cfr., Eulalia Guzmán, op. cit., pp. XI-XIII y CXXV.

      31 Cartas de Relación, op. cit.

      32 Woodrow Borah, op. cit., pp. 79-92, señala como una mera ocurrencia el que Cortés pudiera haber estado presente cuando se hicieron las copias, pero no hay dato duro que dé sustento a semejante