Las últimas tres mediciones son de cara al cliente y miden diversas dimensiones del servicio. Primero, la capacidad de respuesta mide la dimensión de tiempo del servicio; cuán rápido la empresa puede producir y despachar la orden de un cliente. Amazon, por ejemplo, está superando los límites de la capacidad de respuesta al consumidor con servicios de entrega en una hora en algunas ciudades por medio del posicionamiento de inventarios en la cercanía de los centros de población y trabajando con servicios de entrega urbana y mensajería (además de utilizar sus propios vehículos).64 De forma similar, los puntos de venta de comida rápida a menudo preparan los alimentos antes de recibir una orden, anticipando los pedidos de los clientes para poder servir rápidamente las comidas hechas al llegar los clientes.
Segundo, la confiabilidad mide la certeza de los productos y su entrega. Los fabricantes de equipos médicos observan rigurosos procesos de control de calidad, a menudo almacenan grandes cantidades de inventario y garantizan entregas a tiempo para que ningún paciente se quede sin el tratamiento esencial o reciba un producto incorrecto o defectuoso.
Tercero, la flexibilidad mide la habilidad de una empresa para manejar grandes cambios en el volumen o variedad de productos. Siguiendo lo dicho por Leon C. Megginson parafraseando a Charles Darwin: “No es la más fuerte de las especies la que sobrevive, ni la más inteligente. Es la que mejor se adapta al cambio”.65 Dichas empresas a menudo evitan almacenar inventarios o activos que pueden convertirse en obsoletos o que pueden restringir la habilidad de la empresa de atender una demanda volátil. En vez de ello, estas empresas cultivan un diverso portafolio de alianzas de tercerización, quienes pueden producir tanto o tan poco como necesite la empresa.
Medición del impacto ambiental de la cadena de abastecimiento
La gestión de la sostenibilidad requiere de mediciones adicionales para la cadena de abastecimiento con el fin de contabilizar el impacto ambiental adentro y más allá de la empresa; más específico, los impactos de las operaciones de la cadena de abastecimiento, incluyendo el uso y descarte del producto. Para este fin, muchas empresas miden, administran y reportan mejorías en varios tipos de impacto ambiental como parte, o además de, medir y reportar parámetros financieros.
Para apoyar estos esfuerzos, la 11a versión del modelo SCOR66 incluye un “GreenSCOR” (SCORVerde) en su sección de “Aplicaciones Especiales”. GreenSCOR comprende un juego de mediciones ambientales que pueden cuantificarse en niveles de subprocesos y sumarse al esquema planear-abastecer-hacer-entregar-devolver-facilitar del modelo. GreenSCOR contabiliza la huella de carbono, emisiones y reciclaje asociados a cada uno de sus procesos de nivel 1 utilizando parámetros para:67
emisiones de carbono (toneladas de CO2e)
emisión de contaminantes del aire (toneladas, por contaminante)
desechos líquidos generados (galones)
desechos sólidos generados (toneladas)
desechos reciclados (porcentaje de todos los desechos)
Los parámetros GreenSCOR, sin embargo, solo miden una faceta del impacto ambiental; solo contabilizan aquello que sale de los procesos de la cadena de abastecimiento y que tienen un impacto ambiental. La versión de GreenSCOR, contenida en la 11a versión de SCOR, ignora los impactos del consumo de recursos escasos o no renovables. De esta forma, un conjunto más completo de parámetros de impacto relacionados a SCOR debe incluir tanto emisiones como consumo. Las mediciones para determinar la huella del consumo de las cadenas de abastecimiento deben incluir:
consumo de minerales (toneladas, por material)
consumo de productos naturales (toneladas, por naturaleza de producto)68
uso neto de agua en el reciclaje (galones)
huella terrestre (acres)
materiales consumidos en reciclaje (porcentaje de todos los materiales)
Naturalmente, tanto los impactos de emisiones y consumo pueden ponderarse por su carga ambiental relativa y manejarse contra tolerancias específicas de una regulación o de licencia-social-de-operación. GreenSCOR sugiere que las empresas pueden rastrear emisiones de COx, NOx, SOx, compuestos orgánicos volátiles (VOCs por sus siglas en inglés) y emisiones particuladas, que son los principales tipos de emisiones que la EPA de los EE.UU. registra y regula. El impacto de las mediciones de consumo, tales como de uso de agua y tierras, puede evaluarse en relación con el nivel local de escasez de agua o cuán sensible es el hábitat local, respectivamente.
Mediciones del impacto total o cambio significativo
Estas mediciones de emisión y consumo pueden expresarse como cantidades totales a lo largo de la cadena de abastecimiento o modificarse para medir progreso en objetivos específicos de sostenibilidad. Muchas empresas normalizan su impacto ambiental total sobre el volumen total de producción, de forma que el progreso pueda demostrarse incluso cuando el negocio crece. Por ejemplo, AB InBev, la cervecería más grande del mundo, mide su huella de agua en términos del número de litros de agua que se requieren para hacer un litro de cerveza y trabaja en mejorar la eficiencia del uso del agua en todas sus operaciones de fabricación y embotellado. Coca-Cola utiliza una medida similar. El minorista británico Marks & Spencer escogió medir su huella de carbono de transporte en términos de carbono por tienda. Esta medición adiciona los muchos factores que afectan su huella de carbono, tales como cambios en el comportamiento del conductor, disminución de movimientos de carga, reemplazo de vehículos ineficientes y el uso de combustibles de bajo impacto.69
Las empresas bajo ataque o que temen ataques por sus transgresiones ambientales percibidas, tales como el uso de aceite de palma no sostenible, crean mediciones y objetivos que miden la cantidad de aceite de palma sostenible que están comprando con la meta de utilizarlo y cumplir con la norma al 100 por ciento en una fecha determinada. Los objetivos ambiciosos, como el de Unilever de duplicar sus ventas a la vez que reduce su impacto, también requieren que se midan los logros en términos parcos. Por ejemplo, Unilever mide su progreso en lo que respecta a emisiones de desperdicios sólidos no solo en términos de tonelaje total enviado a vertederos o desperdicio por unidad de producto, sino en términos del porcentaje de sus fábricas que han alcanzado la meta de “cero desperdicios al vertedero”. Esto crea una competencia entre las fábricas y una “carrera hacia la cima” entre los gerentes de las fábricas. Los patrones de consumo y emisión suceden en cada fase de la cadena de abastecimiento. Al revelar qué le pasa al ambiente en su nombre, las empresas pueden empezar a decidir si abordar estos impactos y cómo.
3
Evaluación de impacto
En 2012, Los Amigos de la Tierra, una ONG ambientalista norteamericana, atacó a varias de las más grandes empresas de electrónica, entre ellas Apple y Samsung, por la minería de estaño en la isla de Bangka, en Indonesia.1 Bangka, junto a una isla hermana y el lecho marino circundante, proveen casi un tercio del suministro mundial de estaño.2 La ONG demostró cómo el suave y maleable metal tiene una mala reputación por el daño que causa al ambiente. “Grandes extensiones de tierra son despojadas de su arena dorada, las imágenes se asemejan a las enviadas a la Tierra desde Marte...” proclamó un artículo publicado por la revista Bloomberg en agosto de 2012.3 Además, los mineros ilegales que buscaban estaño mar adentro, construyeron miles de chozas flotantes, operadas por bombas de diesel para dragar el mineral de