. . Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор:
Издательство:
Серия:
Жанр произведения:
Год издания:
isbn:
Скачать книгу
agua, pesqueras y biodiversidad.45 Los 20 indicadores del índice incluyen tanto factores regulatorios (ej., regulaciones de pesticidas y protección del hábitat) y los resultados ambientales (ej., cambios en la cubierta de los bosques y calidad del aire). Los organizadores del índice clasifican los países y brindan información de tendencias a diez años. El reporte de 201646 clasificó a Finlandia en la primera posición, seguida de Islandia y Suecia y, en 26° lugar, los Estados Unidos; Alemania en la posición 30 y China relegada al lugar 109.

      Entrega: las huellas de una travesía

      Una sola pieza, tal como el aspa de 75 metros de largo de una turbina eólica de Siemens, puede viajar miles, incluso décimas de miles de millas en su travesía de materia prima hasta la instalación. Las aspas comienzan como árboles de balsa de 15 a 30 metros de altura en Ecuador, plantados entre cuatro a seis años antes.47 Luego de cortada, la madera es procesada en varios pasos. Debe cortarse, ranurarse, embaldosarse, ensamblarse en forma de aspa y luego recubrirse con capas de mallas o redes plásticas. Eventualmente, la madera llega a una de las cuatro plantas de aspas de Siemens en Europa, India o Tailandia. El aspa semiterminada puede hacer otro viaje a España, Finlandia o los Estados Unidos, dependiendo de la ubicación del cliente final, capacidad de manufactura y duración del proyecto. Finalmente, el aspa terminada se transporta al sitio donde será instalada, que puede ser casi en cualquiera parte del mundo.

      Mientras que las primeras partes de la travesía pueden utilizar camiones estándares, vagones y contenedores de carga, los últimos pasos del viaje dependen de un transporte más especializado. Cada aspa lista para instalación puede extenderse hasta 75 metros (246 pies).48 La carga, descarga y transporte de las aspas individuales es un reto logístico que requiere grúas, herramientas pesadas y camiones especializados que ponen a prueba los límites del trasporte terrestre.49 En cada paso de la travesía, un tanque se llena de combustible, este se quema en un motor, y gases de efecto invernadero (GEI) y otras emisiones salen de un tubo de escape.

      Rodolfo, el reno de la nariz emisora de GEI

      En el alboroto que precede a la Navidad, un fabricante de juguetes puede experimentar un alza en la demanda si su turbina eólica en miniatura se convierte en el juguete más deseado de la temporada. Estos pedidos de último minuto significan que el fabricante debe ordenar, súbitamente, más piezas a sus proveedores, recibir esas piezas, fabricar más juguetes y despacharlos a las tiendas antes de Navidad. Si el fabricante de juguetes y sus proveedores tienen suficiente preaviso, podrán utilizar transporte de carga marítima o trasporte por ferrocarril para entregar sus mercancías de forma eficiente a todas partes del mundo o en todo el país. Los pedidos de último minuto, sin embargo, generan todo un torbellino de actividades de almacenamiento y transporte. Si el tiempo es escaso, el fabricante optará por trasporte aéreo cuando los juguetes “absoluta y positivamente tienen que arribar al día siguiente” (como declara la consigna de FedEx).

      La rápida caída de los costos de las comunicaciones y la creciente eficiencia del sector logístico facilitan el comercio global y la operación de largas cadenas de abastecimiento. Por lo general, el transporte vinculado a actividades comerciales es responsable por más del 7 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del mundo.50 Sin embargo, la totalidad del transporte podría ser no tanto un indicador del impacto ambiental, sino de cómo se transportan las mercancías. Por ejemplo, el transporte aéreo de carga emite más de 100 veces los GEI (en gramos por tonelada-milla) que el transporte marítimo de carga.51 Se necesita la misma cantidad de combustible para transportar 150 toneladas de carga por vía aérea, a una distancia de 5.000 millas, a 570 millas por hora, igual que para empujar 48.000 toneladas de carga marítima a la misma distancia, en una nueva nave de carga a 22 millas por hora.52

      Retorno: La pesada huella de las millas vacías

      A pesar de que es fácil llevar un conteo del combustible consumido por un vehículo al realizar una entrega, esto puede representar solo una mitad de la huella de carbono debido a la necesidad de reposicionar el traslado. Si un camión se desplaza desde un proveedor hasta un fabricante con una carga completa, pero regresa vacío a las instalaciones del proveedor, la huella de carbono es casi el doble de lo que emitiría un viaje de una vía debido a estas “millas vacías”.

      Las empresas pueden reducir tanto el costo como la huella de una entrega buscando lo que se conoce como “carga de retorno,” en la que un vehículo retorna a su origen o a otra ubicación a retirar carga, mientras transporta carga que genera ganancias. En este caso, las emisiones del retorno se contabilizan como parte del cargamento de retorno.

      El patrón general del flujo de carga hace que las millas vacías sean casi inevitables. En la mayoría de los casos, más toneladas de materiales son transportados desde minas y granjas que hacia minas y granjas. De igual forma, en la mayoría de los puntos de venta al detal, los camiones arriban cargados de mercancías y parten vacíos. Más aún, en algunos casos el peso total del flujo de entrada y salida de una región en particular es balanceado, pero los modos utilizados no. Por ejemplo, a pesar de que muchos productos son despachados al sur de la Florida por medio de camiones, la mayor parte de la carga con destino al norte de Florida (ya sea productos agrícolas de Florida o importaciones provenientes del Puerto de Miami) se transporta en ferrocarril. El resultado son millas vacías para los camiones que retornan al norte y movimiento de contendedores vacíos en los ferrocarriles que viajan hacia el sur. El capítulo 7 explora en detalle esta problemática.

      Movimientos de dinero e información

      A la vez que los materiales fluyen hacia abajo de la cadena de abastecimiento, el dinero generalmente fluye hacia arriba de la cadena cuando los consumidores pagan al minorista, este, al distribuidor; el distribuidor, al fabricante; el fabricante, a sus proveedores y así sucesivamente hasta los trabajadores de la fábrica, granjeros o mineros. Este flujo de dinero, y su equidad y consistencia, contribuyen al bienestar de los trabajadores que yacen en el corazón de todas las cadenas de abastecimiento. El movimiento de Comercio Justo busca asegurar que todos los trabajadores, especialmente aquellos en países en vías de desarrollo, reciban parte de la bonanza de la economía global moderna.53 El movimiento propugna mejores estándares sociales y ambientales a través de mayores salarios para los trabajadores y productores agrícolas por su trabajo y alimentos. Otro flujo clave de la cadena de abastecimiento es la información, en la forma de pronósticos, órdenes de compra, notificaciones de transporte de carga, facturas y otra data operativa y de negocios. La información fluye en ambas direcciones para coordinar actividades a lo largo de la cadena de abastecimiento. Como se demuestra en los capítulos 3, 5 y 9, este flujo de información juega un importante papel en la medición y gestión de la sostenibilidad ambiental.

      Los gerentes a cargo de la cadena de abastecimiento se esfuerzan por tener visibilidad operativa y estratégica. La visibilidad operativa incluye saber dónde están las piezas y productos a lo largo de su tránsito por la cadena de abastecimiento o si reposan a la espera en forma de inventarios en bodegas. Los gerentes utilizan esta data para detectar problemas operativos, administrar la ejecución de planes y manejar las fluctuaciones de abastecimiento y demanda. La visibilidad estratégica incluye el conocimiento sobre la capacidad a varios años y hojas de ruta tecnológicas de la base de abastecimiento. Se utiliza para tomar decisiones a largo plazo sobre productos, servicios y la red de abastecimiento.

      En contraste, la sostenibilidad requiere de visibilidad ambiental, entender a todos los proveedores, incluyendo a los de nivel profundo, quienes están involucrados en proveer las mercancías y servicios necesarios para fabricar un producto, además del impacto ambiental de los productos y servicios provistos. Las compañías utilizan la visibilidad ambiental para evaluar (ver capítulo 3) y gestionar los impactos.

      La visibilidad ambiental también facilita la transparencia, que es la habilidad de demostrar a terceros, incluyendo a las empresas aguas abajo de la cadena de abastecimiento, entes certificadores, ONG, gobiernos, consumidores orientados a la sostenibilidad e inversionistas, cómo la