Paralelamente y teniendo en cuenta el crecimiento que han tenido las economías emergentes en los últimos tiempos, muchas de las empresas latinoamericanas han sabido aprovechar la ola de inversiones, sus ventajas competitivas y propios recursos y e incluso sobresalir entre empresas multinacionales líderes. Destacándose que las empresas familiares de la región han estado siempre muy comprometidas con el desarrollo de sus países. La visión de largo plazo y su deseo de contribuir al avance de su país fue el drive necesario para que muchas empresas familiares sobrevivan más de 100 años, a pesar de numerosas crisis económicas.
En esta línea, uno de los procesos más relevantes para el futuro de LATAM es el proceso de consolidación de salida al exterior de empresas familiares, que se ha dado en 4 fases:
• La primera entre 1970 y 1990: es el comienzo de la multilatinas cuando se expandieron en su mercado natural (misma lengua, historia, proximidad geográfica) a sus países vecinos.
• La segunda fase entre 1990-2002 (Consenso de Washington): es la época de las privatizaciones en telecomunicaciones, energía, agua, sector financiero y en algunos casos en recursos naturales.
• La tercera fase entre 2002 y 2008: es la de los mercados emergentes surgen las empresas latinas globales. La cuarta fase iniciada en 2010: se reafirman los mercados emergentes mientras que a los países desarrollados les sigue costando emerger de la crisis.
El contexto macroeconómico volátil que vivieron las empresas latinoamericanas no hizo otra cosa que avivar su ambición de internacionalización, con el objetivo de entrar a economías estables para compensar la inestabilidad de sus propias economías y de la región, y conseguir mejores condiciones de financiación. John Dunning21 sostiene que la internacionalización de las empresas se debe a tres razones: a) la búsqueda de eficiencias, b) asegurarse recursos naturales a precios razonables, y c) abrirse a nuevos mercados. Las empresas latinoamericanas buscan más que nada aumentar su participación en otros mercados, acrecentar su tamaño, mientras que las empresas que invierten en la región buscan los recursos naturales y participación en nuevos mercados.
Cuando las empresas comienzan sus primeros intentos de internacionalización lo hacen dentro de sus mercados naturales, aprovechando las redes y lazos entre países de un mismo mercado natural. Una de las razones de aprovechar la cultura similar, o la lengua, o el conocimiento de la zona geográfica es para evitar errores en su desarrollo internacional, y de esta forma no desperdiciar su capital y su limitado acceso al mercado internacional de capitales. A diferencia de las grandes multinacionales, los procesos de internacionalización suelen ser adaptados a cada país, manteniendo modelos de negocios flexibles con la capacidad de adaptarse a distintas realidades.
En muchas ocasiones las empresas familiares adoptan la estructura de conglomerado. Cabe mencionar al Grupo Carso o Grupo Sanbrons SAB de la familia Slim en México, el cual abarca hoteles, minas, centros comerciales y ferrocarriles. Tres de las diez más grandes empresas latinoamericanas son familiares; América Móvil de la familia Slim en México, la constructora brasileña Odebrecht y la de alimentos JBS. Tomando el ranking de las 25 empresas familiares más grandes de la revista Forbes, encontramos a tres latinoamericanas. En el puesto 17 a la familia Slim de México, en el 18 a la familia Moreira Salles con el banco Itaú Unibano, en el puesto 24 a la familia Batista con JBS22.
Las empresas latinoamericanas en general se caracterizan porque han adaptado sus servicios y productos a características propias de los mercados. En particular, y como ha ocurrido en India, China, Corea, entre otros, con especial atención a las necesidades de los clientes que se ubican en la base de la pirámide. Esto se debe a que los segmentos ABC son pequeños en América Latina, y la mayoría de la población es de bajo poder adquisitivo. Con el afán de mejorar sus ingresos, y aumentar la oferta de productos a las clases más bajas, se han dado una serie de innovaciones al revés. Es decir que la región latinoamericana exporta innovación en productos. Algunso ejemplos de esto: el microcrédito en las finanzas, la tarjeta prepaga de los celulares en las telecomunicaciones, el etanol a base de caña de azúcar en los biocombustibles, exportando estas innovaciones a Europa y Estados Unidos.
5. Relevancia e imagen de las Familias Empresarias: construcción de Legitimidad
El proceso de Legitimación de las empresas familiares y de las familias empresarias debería ser cada vez más entendido, comprendido y asumido por las propias familias, y debería formar parte esencial de los planes para el desarrollo de las propias familias. Creemos que todavía existe un gap negativo de entendimiento por parte de la sociedad acerca de la importancia de las familias empresarias, y que a veces ello conspira con el impulso a ser más visibles, creando círculos negativos. Cuando en realidad de lo que se trata es de poner en evidencia a dos cuestiones fundamentales para construir y desarrollar una buena sociedad. En este caso: Familia+Empresa.
Damos por supuesto que se entiende que estas cuestiones también están influidas por la historia y cultura del contexto. Así en las empresas familiares en países como Japón y Estados Unidos han llegado al estadio de poder (querer) separar la propiedad y el management, abriendo los límites de la familia. Lo que no es el caso de Europa en general, en donde las empresas familiares tienen una muy clara y fuerte presencia de las familias. En ambos casos no se puede discutir la contribución al desarrollo de las familias y de las empresas, lo cual se ve fortalecido por la Legitimación por parte de la sociedad.
Pero dicho proceso debe construirse; y parece tener hoy dos vías importantes: la Asociatividad de las familias y la participación en Redes de familias. En ambos casos impone a las familias algo que a muchas no les interesa o atemoriza: salir y mostrarse.
A lo que se le debe sumar el impulso personal de algunos miembros de las familias a la participación, comunicación e involucración externa, con los problemas del contexto, asumiendo un verdadero rol dirigencial; tal como lo mostraremos en el caso Petropack-Gabriel Bourdin, en el capítulo 5; sumado a lo que hemos visto de la Familia Meichtry y Guillermo Murchison en el capítulo 1.
5.1. Asociatividad
La asociatividad entre Familias Empresarias está impulsada por su participación en “clubes” y clusters. A lo que se le suma el impulso de grandes empresas que en su cadena de valor colaboran con sus proveedores y clientes para que se fortalezcan y trasciendan como Empresas Familiares.
i. Clubes
Recientemente se han desarrollado asociaciones para el fortalecimiento de la empresa familiar, formadas por grupos de empresas que trabajan institucionalmente para defender sus intereses mediante la cooperación entre ellas, sinergias, lograr mayor acceso a información, y compartir conocimientos y recursos. En Europa hay muchos clubes de empresas familiares, cuyo requisito de incorporación es que tengan más de 200 años, esto es han consolidado las empresas y las familias: han trascendido. Son ámbitos para intercambiar ideas y experiencias, y para que los sucesores tengan acceso a las diversas experiencias.
ii. Clusters
Por otra parte es de destacar que para la vida y desarrollo de las Empresas Familiares es importante la presencia de clústeres productivos-clusters familiares Un clúster es una concentración de empresas e instituciones interconectadas en un campo particular para la competencia, pudiéndose observar en el mundo gran variedad de clústeres en industrias como la automotriz, tecnologías de la información, turismo, servicios de negocios, minería, petróleo y gas, productos agrícolas, transporte, productos manufactureros y logística, entre otros. Existen por lo menos cuatro métodos que permiten identificar