Al preguntarles a las personas mayores de clase media de Medellín por las actividades realizadas una semana antes de realizarse la encuesta, predominó el estar jubilado o pensionado (46,3 %), el estar trabajando (16 %) y el estar en oficios del hogar (26,7 %). El 52,9 % de los hombres declara estar jubilado, en contraste con el 41,7 % de las mujeres; el 41,6 % de las mujeres declara dedicarse a oficios del hogar, en contraste con el 5,1 % de los hombres (ver tabla 6).
Distribución de actividades que realizaron las personas mayores la mayor parte del tiempo la semana pasada, en estratos 4, 5 y 6 por género.
Fuente: Alcaldía de Medellín. Base de datos Encuesta de Calidad de Vida, Medellín 2014.
Con respecto al tipo de afiliación al Sistema de Seguridad Social en Salud, se observa que, en 2014, el 82,9 % de las personas mayores de estratos medios y altos era cotizante al régimen contributivo y tenía EPS, seguido de aquellos que eran beneficiarios del régimen contributivo (11,3 %). También se identificó que el 1,1 % tenía una afiliación al sistema en la categoría subsidiado. Cuando se tiene en cuenta la diferencia por género, se observa una altísima participación de los hombres como cotizantes (87,9 %), en contraste con las mujeres (77,2 %); un porcentaje importante de ellas son beneficiarias (17,6 %). Esto es reflejo de las historias laborales de las personas mayores que, en su mayoría, es dispar frente a los géneros (ver TABLA 7).
Distribución absoluta y porcentual del tipo de afiliación al Sistema de Seguridad Social en Salud por sexo.
Fuente: Alcaldía de Medellín. Base de datos Encuesta de Calidad de Vida, Medellín 2014.
Si se revisa históricamente cómo se ha comportado el aseguramiento en salud para las personas mayores en Medellín, el nivel ha mejorado. En el estudio que publicaron Doris Cardona, Alejandro Estrada y Héctor Agudelo en 2003,118 encontraron que la situación reflejada en la Encuesta de Calidad de Vida de 1997 era la siguiente: el 61,4 % de los adultos mayores en Medellín estaba afiliado al régimen contributivo como contribuyente directo o como beneficiario; en el año 2001, se conservaban las condiciones de afiliación al régimen contributivo en 64,7 %, baja la afiliación al régimen subsidiado a 6,6 % y se aumenta la no afiliación a 28,7 %.
Con respecto a la afiliación a pensiones, se encuentra que solo el 22,2 % de las mujeres se encuentra afiliada a un sistema de pensiones, lo que contrasta con la población masculina, donde se observa que el 37,3 % se encuentra afiliada a pensiones (ver TABLA 8).
Distribución absoluta y porcentual de afiliación a pensiones por sexo, personas mayores de estratos 4, 5 y 6 de la ciudad de Medellín.
Fuente: Alcaldía de Medellín. Base de datos Encuesta de Calidad de Vida, Medellín 2014.
Por grupos de edad, se aprecia que de las personas que se encuentran a punto de jubilarse (de 60 a 64 años), el 66,8 % no está afiliado a pensiones. Una cifra igualmente preocupante se observa para la población de 80 años y más, donde el 86,6 % no se encuentra afiliado a pensiones (obsérvese la TABLA 9). Esta información indica que puede existir una falencia de cobertura del sistema pensional en este grupo de personas mayores.
Distribución absoluta y porcentual de afiliación a pensiones de personas mayores (mayores de 60 años), de estratos 4, 5 y 6 de la ciudad de Medellín.
Fuente: Alcaldía de Medellín. Base de datos Encuesta de Calidad de Vida, Medellín 2014.
Los datos muestran la inequidad de género en cuanto a cobertura y accesibilidad a los servicios de salud y, en general, que el derecho a la salud de todos los ciudadanos y las condiciones psicosociales que se les proporcionan a las adultas mayores siguen presentando déficits en la ciudad de Medellín. Según Doris Cardona, Alejandro Estrada y Héctor Agudelo,119 la seguridad social en salud cubre principalmente a la clase trabajadora y es la mujer quien menos aporta en este campo, los hombres están mejor protegidos por el sistema, principalmente cuando ingresan a laborar en empleos formales con la seguridad social garantizada.
Se identificó que el 4,6 % de la población mayor de 60 años de estratos medios y altos tiene limitaciones permanentes para moverse o caminar; el 2,4 % tiene dificultades para ver, a pesar de usar lentes o gafas; el 1,3 % para oír, aun con aparatos especiales; el 1,7 % para usar brazos o manos; el 1 % para hablar; el 0,7 % para aprender o entender, y el 1,3 % para relacionarse con los demás por problemas mentales o emocionales.120
1.9 El índice multidimensional de condiciones de vida para Medellín
El indicador multidimensional de condiciones de vida de Medellín presenta una gran capacidad de discriminación de las condiciones de vida de los hogares en la ciudad. Esto lo hace apto para la focalización de los diferentes programas sociales de la administración municipal, en términos de grupos poblacionales específicos. Inicialmente, en la ciudad se usó el índice de condiciones de vida (ICV), que permitía medir la evolución de las condiciones de vida de los hogares en cuanto a los diferentes tipos de coberturas: servicios públicos, seguridad social y educación primaria y secundaria. Sin embargo, estas variables en la actualidad ya no tienen un poder discriminatorio entre los hogares de la ciudad, debido a que las variables empleadas han logrado coberturas muy altas, además de que el ICV incluye muy pocas variables de coyuntura económica. Este indicador mide diferentes dimensiones como lo son: vulnerabilidad, capital humano, acceso al trabajo y calidad de este, salud, escasez de recursos, desarrollo infantil, carencias habitacionales y bienes durables. Se incorporan además variables estructurales que posibilitan medir condiciones de vida a largo plazo (vivienda y su entorno, servicios públicos y capital humano) y variables de coyuntura que permiten medir el cambio de las condiciones de vida a corto plazo (ingreso, empleo y salud).121
Al analizar los datos del índice, en los estratos medios y altos de Medellín, en los años 2011 y 2012, se observa que presentan mejores condiciones de vida respecto al resto de estratos, todos estos se encuentran por encima de la media estimada para la ciudad de Medellín. A mayor estrato mejores condiciones de vida. No se evidencian variaciones significativas en las medias de calidad de vida en los estratos entre 2011 y 2012 (ver TABLA 10).
Al comparar individualmente las dimensiones que miden el índice multidimensional de calidad de vida, se observa que ambiente, movilidad, libertadseguridad y recreación fueron los aspectos que presentaron una disminución entre los años 2011 y 2012. Esto significa que en contaminación del aire, quebradas, basuras, ruido y arborización existen deficiencias durante este período. No cabe duda que ha disminuido notablemente la libertad de trasladarse de un barrio a otro por los problemas de violencia en