Sólo en apariencia en esos 90 días México contó con dos estrategias de acción en materia financiera: una, fruto de una medida tan extraordinaria como ajena al ideario lopezportillista como era la nacionalización de la banca y el control de cambios,34 y la otra monetarista, representada por una nueva burocracia, joven y educada en universidades extranjeras, que habría de iniciar el proyecto neoliberal. En realidad, las posiciones del futuro gobierno se imponían una a una, de donde resultó natural que el 1o de diciembre de 1982 el presidente Miguel de la Madrid ratificara a Jesús Silva-Herzog Flores como secretario de Hacienda y despidiera a Carlos Tello del Banco de México, que representaba al nacionalismo estatista, y que en un claro desagravio restituyera en ese cargo a Miguel Mancera Aguayo.35
Las consecuencias de la crisis financiera para la economía nacional fueron devastadoras. El crecimiento económico literalmente se interrumpió, pues mientras en 1981 el PIB tuvo un crecimiento anual de 7%, en 1982 decreció casi 1%, caída sin precedente en la historia económica nacional, como puede verse en el cuadro 1 del anexo estadístico. La inflación, situada en 28% en 1981, ese fatídico año de 1982 se ubicó en 100%, y el tipo de cambio sufrió una devaluación de 466 % al situarse en 148.5 pesos por dólar en 1982, cuando en el año previo la divisa estadunidense se pagaba en promedio a 27 pesos.36
Debe mencionarse que como toda devaluación monetaria, la de 1982 tuvo un doble impacto lesivo a la economía nacional. Por un lado, redujo en 9% el ingreso nacional y encareció el servicio de la deuda externa, lo que equivale a un efecto redistributivo adverso al país en sus relaciones con el exterior. Por otro lado, la caída del ingreso nacional modificó la distribución entre salarios y ganancias, naturalmente contraria a los trabajadores, lo cual terminó por reforzar las tendencias recesivas.37
Los efectos perniciosos de la crisis de 1982 en el nivel de vida de la población intentaron mitigarse con aumentos al salario a lo largo del año; sin embargo, el deterioro del salario real que imponía la escalada inflacionaria en realidad se sumaba al control salarial aplicado por José López Portillo desde el inicio de su gobierno (véase el cuadro 18 del anexo estadístico). Así, los salarios disminuyeron su participación en el ingreso nacional en más de 10 puntos porcentuales. El desempleo aumentó hasta 10%, es decir 2.4 millones de personas no tenían empleo.
Como resultado de la brusca contracción de la demanda interna, en 1982 las importaciones de bienes y servicios disminuyeron en alrededor de 40 % y las importaciones aumentaron menos de 10%, pese a que la devaluación monetaria las favorecía. De esa forma, el superávit de la balanza comercial del orden de 6 000 millones de dólares se debió a la brusca contracción de la demanda de importaciones. El servicio de la deuda externa, aun con la moratoria declarada, significó en 1982 una salida de capital equivalente a 7.2% del PIB, mientras que la especulación contra el peso supuso una fuga de capitales superior a los 6 000 millones dólares.
___________________
1 Las medidas principales fueron: reducción del gasto público en 5% —para anualizar 8%—; aumento de los precios y tarifas de bienes y servicios del sector público; limitaciones al endeudamiento público externo e interno; y medidas para reducir la liquidez de la economía nacional.[regresar]
2 Los montos se distribuyeron de la siguiente manera: 30% para quienes ganaban menos de 20 000 pesos mensuales; 20% para los q u e tenían ingresos entre 20 000 y 30 000 pesos; y 10% para los superiores a la última cifra. Al mes siguiente, se acordó un aumento de 59% a las pensiones. Es de mencionar que en respuesta a las críticas empresariales por el aumento salarial, que juzgó desproporcionado frente a su capacidad financiera, el gobierno presentó un programa de apoyos fiscales para aligerar la carga a quienes cumplieran con los aumentos, protegieran el empleo y se mantuvieran al corriente en sus pagos al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).[regresar]
3 "El conjunto de medidas no constituye, como lo hemos dicho y lo ratificamos, un paquete monetarista que se apoye solamente en manipulaciones de la moneda y las finanzas públicas para resolver la actual crisis", Jesús Silva-Herzog Flores, intervención en la XLVIII Convención Nacional Bancaria, 31 de mayo-al 3 de junio de 1982, "El comercio exterior", Banco Nacional de Comercio Exterior, agosto de 1982, sección Documentos, México, p. 883.[regresar]
4 Las dificultades que la crisis planteó a la administración pública orilló a reconocer: "No tenemos estimaciones del déficit presupuestal para este año, porque estamos esperando el manejo de la amortización de la deuda por parte de la Secretaria de Hacienda. [...] El presupuesto original fue mortificándose en tres conceptos fundamentales: una reducción de 15000 millones de pesos; una elevación indeterminada por el incremento salarial de 10, 20 y 30%, y por el otro aumento relacionado con la deuda externa que, contratada principalmente en dólares, habrá que pagar más pesos por efecto de devaluación ", Proceso, num, 297, 12 de julio de 1982, p. 30.[regresar]
5 Ibíd., p. 886.[regresar]
6 Ese fatídico 6 de agosto el dólar libre se cotizó entre 77 y 84 pesos, y el preferencial se sostuvo en 49.13. Por otra parte, debe señalarse que el Banco de México argumentó cuestiones esencialmente administrativas en su rechazo a la aplicación del control de cambios, entre las que destacan la importancia nacional de las transacciones fronterizas en los 3200 kilómetros de frontera con Estados Unidos, la diversificación de los importadores y la limitad a capacidad de las autoridades para evitar el contrabando. Al respecto, véanse dos textos: Banco de México, "Consideraciones sobre el control de cambios", en El Mercado de Valores, año XLII, núm. 17, México, abril de 1982, así como consideraciones críticas a las posiciones oficiales en Jaime Ros, "La encrucijada del corto plazo ", Nexos, núm. 59, noviembre-diciembre de 1982, México.[regresar]
7 La rectificación que al día siguiente de ese anuncio hiciera del secretario de Hacienda enturbió más el ambiente financiero, pues declaró que los mexdólares no serían pagad os al tipo de cambio libre, como se había dicho, sino a otro tipo de cambio que posteriormente fijaría el Banco de México.[regresar]
8 El 16 de julio los diarios difundieron la buena nueva de q u e la empresa Mexicana de Aviación pasaba a manos del Estado al adquirir éste 54% de su capital social. El gobierno también absorbió una deuda de 22 124 millones de pesos. Con ello, 87% de las acciones de Mexicana de Aviación quedaron en manos gubernamentales.[regresar]
9 Según declaraciones de Carlos Abedrop, presidente del Banco del Atlántico y de la Asociación de Banqueros, en febrero de 1982, se vendían 12 millones de dólares al día.[regresar]
10 La medida consistió en establecer un