Tão impossivel foi ser
O poder-vos merecer,
Como o não vos desejar.
Pois logo a meu pensamento
Nenhum remedio lhe vejo,
Senão se der o desejo
Azas ao merecimento.
Vós, Senhora, tudo tendes,
Senão que tendes os olhos verdes.
Dotou em vós natureza
O summo da perfeição;
Que o qu'em vós he senão,
He em outras gentileza:
O verde não se despreza,
Que, agora que vós os tendes,
São bellos os olhos verdes.
Ouro e azul he a melhor
Côr, por que a gente se perde;
Mas a graça desse verde
Tira a graça a toda côr.
Fica agora sendo a flor
A côr, que nos olhos tendes,
Porque são vossos e verdes.
Para que me dan tormento,
Aprovechando tan poco?
Perdido, mas no tan loco,
Que descubra lo que siento.
Tiempo perdido es aquel
Que se passa en darme afan,
Pues cuanto más me lo dan,
Tanto menos siento dél.
Que descubra lo que siento?
No lo haré, que no es tan poco;
Que no puede ser tan loco
Quien tiene tal pensamiento.
Sepan que me manda Amor,
Que de tan dulce querella,
A nadie dé parte della,
Porque la sienta mayor.
Es tan dulce mi tormento,
Que aun se me antoja poco;
Y si es mucho, quedo loco
De gusto de lo que siento.
De vuestros ojos centellas,
Que encienden pechos de hielo,
Suben por el aire al cielo,
Y en llegando son estrellas.
Falsos loores os dan,
Que essas centellas tan raras
No son nel cielo mas claras
Que en los ojos donde estan.
Porque cuando miro en ellas
Lo como alumbran al suelo,
No sé que seran nel cielo;
Mas sé que acá son estrellas.
Ni se puede presumir
Que al cielo suban, Señora;
Que la lumbre que en vós mora,
No tiene más que subir;
Mas pienso que dan querellas
Á Dios nel octavo cielo,
Porque son acá en el suelo
Dos tan hermosas estrellas.
De dentro tengo mi mal,
Que de fuera no hay señal.
Mi nueva y dulce querella
Es invisible á la gente;
El alma sola la siente,
Que el cuerpo no es dino della.
Como la viva centella
Se encubre en el pedernal,
De dentro tengo mi mal.
Amor loco, amor loco,
Yo por vós, y vós por otro.
Dióme Amor tormentos dós,
Para que pene doblado;
Uno es verme desamado,
Otro es mancilla de vós.
Ved que ordena Amor en nós!
Porque vós haceisme loco,
Que seais loca por otro.
Tratais Amor de manera,
Que porque asi me tratais,
Quiere que, pues no me amais,
Que ameis otro que no os quiera.
Mas con todo, si no os viera
De todo loca por otro,
Con mas razon fuera loco.
Y tan contrario viviendo,
Alfin, alfin, conformamos;
Pues ambos a dós buscamos
Lo que mas nos vá huyendo.
Voy tras vós siempre siguiendo,
Y vós huyendo por otro:
Andais loca, y me haceis loco.
Vêde bem se nos meus dias
Os desgostos vi sobejos,
Pois tenho medo a desejos,
E quero mal a alegrias.
Se desejos fui ja ter,
Servírão de atormentar-me;
Se algum bem póde alegrar-me,
Quiz-me antes entristecer.
Passei annos, passei dias
Em desgostos tão sobejos,
Que só por não ter desejos,
Perderei mil alegrias.
Pois he mais vosso que meu,
Senhora, meu coração,
Eu vosso captivo são,
Meus olhos, lembre-vos eu.
Lembre-vos minha tristeza,
Que jamais nunca me deixa;
Lembre-vos com quanta queixa
Se queixa minha firmeza:
Lembre-vos que não he meu
Este triste coração;
E pois ha tanta razão,
Meus olhos, lembre-vos eu.
Senhora, pois minha vida
Tendes em vosso poder;
Por serdes della servida,
Não queirais que destruida
Possa ser.
Isto não por me pezar
De