Historia constitucional de Chile. Fernando Jiménez Loosli. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Fernando Jiménez Loosli
Издательство: Bookwire
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Жанр произведения:
Год издания: 0
isbn: 9789566068099
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colonizadores pertenecían a la clase de los hidalgos44.

      Los andaluces, los castellanos nuevos y los extremeños tenían condiciones psicológicas semejantes pues eran valientes y animosos, pero carecían de constancia, previsión y de disciplina y formaron la primera aristocracia. Sin embargo, su predominio político social duró poco pues, lentamente, fueron suplantados por los navarros y vizcaínos quienes estaban dotados de ingenio y astucia para los negocios, juiciosos y apegados a las riquezas, por lo que pasaron a liderar las actividades políticas sociales y económicas.

       2. Los criollos

      Los criollos eran los descendientes de los españoles nacidos en América, considerados similares a los españoles peninsulares y con igualdad de derechos según la legislación de la Corona.

      Sin embargo, la realidad fue muy distinta pues el acceso a los cargos políticos y administrativos de la Corona, fue obstaculizada por la preferencia al español peninsular. Su actividad social y profesional se realizó en el clero, la milicia y muy especialmente en el área de la agricultura, del comercio y negocios, lo que les permitió participar en los cabildos pasando a formar la aristocracia criolla, la que desempeñaría una trascendental gestión en el proceso de independencia.

       3. Los mestizos

      Los mestizos constituyeron un grupo social formado por la mezcla de la unión libre del español con las mujeres indígenas y que pasó a constituir la base de la nueva población en Chile. En los mestizos prevaleció la sangre europea sobre la aborigen, a causa del clima y de la disminución de los indígenas con motivo de las guerras de Arauco y enfermedades45.

      Los mestizos, atendido su origen, que eran analfabetos y carentes de base moral sólida, fueron menospreciados por españoles y criollos. Eran libres y no pagaban tributos y constituyeron la masa trabajadora del campo y de la ciudad ejecutando labores de servicios y de carácter artesanal. Entre ellos se reclutaba gran parte de las fuerzas de las milicias que combatían contra los indígenas en el sur.

       4. Los indios

      Los indígenas que habitaban la zona central del país, tuvieron una convivencia relativamente pacífica con los colonizadores y participaron en las actividades agrícolas y mineras. Sin embargo, distinta fue la situación con los indios mapuches que habitaban al sur del río BioBio, quienes resistieron la presencia española por lo cual la confrontación se extendió por varios siglos.

      La legislación de la corona relativa a la protección y cuidado de los indígenas fue muy numerosa en cuanto a su salud, vivienda, formas de trabajo y evangelización, pero su aplicación fue escaza y permanentemente cuestionada por los encomenderos y propietarios. El tratamiento que se les otorgaba fue de carácter servil y despótico, arbitrario, sin respeto a sus costumbres y creencias cometiéndose muchos abusos y despojos y, debido a ello, surgieron defensores entre los propios españoles, como es el caso del sacerdote jesuita Luis de Valdivia.

      El historiador Diego Barros Arana señala que “la guerra en que se obligaba a los indios sometidos, el exceso de trabajo a que se les reducía y las epidemias de viruela que se repetían casi invariablemente cada año, disminuyeron su número con notable rapidez, aparte de la fusión lenta, pero constante de las razas, separaba de esas agrupaciones a muchos individuos, mujeres sobre todo, que pasaban a incorporarse a la parte mestiza de la población, esto es, al pueblo bajo. De la disminución de la raza indígena y de su fusión con la raza conquistadora, había resultado la desaparición casi completa del antiguo idioma nacional en toda la porción del territorio en que los indios habían sido sometidos. A fines del siglo XVII, el castellano era ya la lengua general de todo el reino de Chile desde las orillas del BioBio hasta el desierto de Atacama”46.

       5. Los negros

      La población de raza negra comenzó a llegar a Chile con los primeros colonizadores y provenían de Angola, Guinea, Perú y Brasil y tenían la calidad jurídica de esclavos. De la mezcla de éstos con blancos y con indios, resultaron, respectivamente, las castas de los mulatos y zambos.

      Tanto las autoridades civiles como religiosas, dictaron diversas disposiciones de protección a las personas de raza negra, pero debido a que no se aclimataron en ninguna región del país y, además, por enfermedades como tuberculosis, viruela y alcoholismo comenzó a disminuir su número. Fueron rechazados por mestizos e indígenas.

      Iniciada la República, por Bando del Gobierno de fecha 15 octubre 1811 se decretó que a contar de esa fecha los hijos de esclavos que nacieren en el país, serían libres. Posteriormente, por ley de 24 julio 1823, se abolió definitivamente la esclavitud.

       6. Los extranjeros

      Las estrictas normas legales establecidas por el Consejo de Indias impedían el libre ingreso a las tierras de la corona a personas que no pertenecieren a España y, asimismo, impedían el libre comercio con otros países, por lo cual, los extranjeros interesados en viajar a América debían someterse a un complejo procedimiento de autorización.

      Con el transcurso del tiempo y debido a la presión de los colonos y al contrabando que se ejercía, las autoridades de la península comenzaron lentamente a liberar esas restricciones lo que permitió el establecimiento de personas de distintas nacionalidades.

      Con motivo de la unión de España y Portugal en 1580, se favoreció la inmigración de portugueses atraídos por el comercio y la navegación y, otros, motivados por la milicia. Sin embargo, su radicación debió enfrentar la antipatía de los españoles y criollos que los consideraban una competencia para sus actividades.

      La presencia de franceses se destaca a partir del siglo XVIII, quienes llegaron en calidad de marineros, soldados, comerciantes y contrabandistas que aportaron progreso en el desarrollo de la minería, de la agricultura, del comercio y de la industria y con destacada participación en la milicia.

      Los italianos llegaron a Chile, en reducido número, como maestros de naves, marineros, soldados y comerciantes pero su presencia se acentuó a partir de fines del siglo XIX. En cambio, las diferencias religiosas con los ingleses impidieron su venida a Chile, pero no así con los irlandeses, que por su condición de católicos, llegaron en gran cantidad sirviendo como militares, marinos o ingenieros.

      Durante el período de la colonia, desempeñaron el cargo de gobernadores de Chile, las siguientes autoridades:

      Pedro de Valdivia (1539-1546)

      Francisco de Villagra Velásquez (1546-1548)

      Pedro de Valdivia (1548-1554)

      Francisco de Villagra Velásquez (1554)

      Rodrigo de Quiroga López de Ulloa (1554)

      Francisco Aguirre Meneses (1555)

      Entre febrero de 1555 y mayo de 1556 se desempeñaron los Cabildos.

      García Hurtado de Mendoza Manríquez (1557-1561)

      Francisco de Villagra Velásquez (1561-1563)

      Pedro de Villagra y Martínez (1563-1565)

      Rodrigo de Quiroga López Ulloa (1565-1567)

      Entre agosto de 1567 y agosto de 1568 gobierna la Real Audiencia.

      Melchor Bravo de Saravia Sotomayor (1569-1575)

      Rodrigo de Quiroga López de Ulloa (1575-1580)

      Martín Ruiz de Gamboa de Berriz (1580-1583)

      Alonso Sotomayor de Valmediano (1583-1592)

      Martin García Oñez de Loyola (1592-1598)

      Pedro Vizcarra de la Barrera (1599)

      Francisco de Quiñones (1599-1600)

      Alonso García de Ramón (1600-1601)

      Alonso de Rivera de Pareja (1601-1605)

      Alonso García de Ramón (1605-1610)

      Luis