Manual sobre los aspectos legales de la regulación de los servicios públicos económicos. Ricardo Leyva-Flores. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Ricardo Leyva-Flores
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения:
Год издания: 0
isbn: 9786123251727
Скачать книгу
de los consumidores hacia la empresa monopolista.

      Ahora bien, la intervención del Estado frente a los monopolios deviene en dos herramientas: i) Utilizar leyes de competencia y/o antimonopolio para crear y fomentar un ambiente propicio para la competencia; y ii) en caso de monopolios naturales, donde la competencia es más costosa, utilizar mecanismos de regulación estableciendo precios, calidad y nivel de producción.

      2.4.2. Externalidades

      Siguiendo a Nicholson (2008), la externalidad ocurre porque los agentes económicos tienen efectos en terceros, los cuales no quedan reflejados en la transacción del mercado. A modo de ejemplo: los fabricantes de productos químicos que arrojan humos tóxicos sobre sus vecinos, los aviones que despiertan a la gente o los automovilistas que arrojan basura en las carreteras son, desde un punto de vista económico, agentes que desempeñan el mismo tipo de actividad; es decir, tienen un efecto directo en el bienestar de otros, el cual queda fuera de los canales directos del mercado.

      Asimismo, Parkin y Loría (2010) explican que la externalidad es el costo o beneficio que surge de la producción y recae sobre una persona distinta del productor, así como el costo o beneficio que surge del consumo y que recae sobre una persona distinta del consumidor. Cuando una externalidad impone un costo la denominamos externalidad negativa y cuando proporciona un beneficio la llamamos externalidad positiva. Por lo tanto, se identifican cuatro tipos de externalidades:

      – Externalidades negativas de producción

      – Externalidades negativas de consumo

      – Externalidades positivas de producción

      – Externalidades positivas de consumo

      Cabe indicar que las externalidades se identifican como fallas del mercado, debido a que provocan asignaciones ineficientes de los recursos, pues los precios de mercado no reflejan los costos adicionales impuestos a terceros ni los beneficios que pudieran proporcionar.

      Respecto a las externalidades debemos traer a colación el teorema de Coase (1960), según el cual, se podrían alcanzar los niveles de eficiencia incluso haciendo frente a las externalidades, siempre que los costos de transacción de un acuerdo sean suficientemente bajos.

      La implicancia del análisis de Coase es que las externalidades no tienen que llevar necesariamente a un resultado de ineficiencia, dado que los individuos tienen incentivos para alcanzar acuerdos mutuamente beneficiosos que le hagan tener en cuenta las externalidades que generan a la hora de tomar decisiones. Cuando los individuos tienen en cuenta las externalidades en el momento de decidir, los economistas dicen que están internalizando la externalidad. Cuando las externalidades se internalizan totalmente, el resultado es eficiente, incluso, sin intervención pública (Krugman et al., 2013).

      En ese sentido, cuando los costos de transacción impiden a los individuos, por sí mismos, hacer frente a las externalidades es el momento de apelar a la intervención pública. Por ejemplo, los gobiernos han creado mecanismos para hacer frente a las externalidades generadas por la contaminación. Con relación a ello, Parkin y Loría (2010) identifican tres métodos principales:

      i) Impuestos: el gobierno puede utilizar los impuestos para establecer una tasa impositiva igual al costo marginal externo, esto como un incentivo para que los productores se comporten de la misma manera que si el coste de la externalidad recayera directamente sobre ellos. Cuando se emplean de esta manera, los impuestos se denominan impuestos pigouvianos.

      ii) Cargos por emisión de contaminación: este mecanismo consiste en confrontar a quienes contaminan con un costo externo. El gobierno establece un precio por unidad de contaminación, de tal manera que cuanta más daño genere una empresa, más pagará por concepto de cargos por emisiones.

      iii) Permisos de emisión negociable: una alternativa es que el gobierno otorgue permisos para que cada empresa pueda emitir cierta cantidad de contaminación. Las empresas pueden comprar y vender estos permisos. El mercado de los permisos determina el precio al que las empresas los comercializan. Esta metodología genera un incentivo más fuerte para desarrollar tecnologías que contaminen menos, ya que el precio de un permiso para contaminar aumenta a medida que su demanda se incremente.

      2.4.3. Asimetría de información

      En los mercados, los compradores y vendedores toman decisiones en base a la información que obtienen sobre el bien o servicio que es objeto de negociación. Es usual que una de las partes esté mejor informada sobre el valor del objeto por el cual negocian. Esta situación, en la cual una de las partes (comprador o vendedor) posee más información sobre el producto o servicio se conoce como asimetría de la

      información.

      Nicholson (2008) explica que los costos de la información pueden variar, de manera sustancial, de un individuo a otro, debido a diversos factores. Algunos individuos podrían tener habilidades específicas importantes para la adquisición de información, mientras que otros podrían no tener esas habilidades. Unos podrían tener otro tipo de experiencias que ofrecen información valiosa, mientras que otros podrían no tener esas experiencias. Además, los compradores a gran escala, que repiten sus compras, podrían tener mayor acceso a la información del bien que un individuo que lo compra por primera vez. Finalmente, algunos individuos podrían haber invertido en algunos tipos de servicios de información que hacen que el costo marginal de obtener información adicional sea más bajo para ellos que para otra persona que no ha realizado una inversión así.

      Estos factores indican que el nivel de información en las transacciones de mercado puede ser diferentes entre los compradores y vendedores. Cabe precisar que habrá ocasiones donde los costos de información pueden ser muy bajos y, por ello, las diferencias de información serán insignificantes. Sin embargo, habrá otras ocasiones en las que los costos de la información son altos y, en consecuencia, colocarán en una situación de ventaja a quien cuente con más información.

      Baldwin (2012) señala que la regulación —al hacer que la información sea más accesible, precisa y asequible— puede proteger a los consumidores contra las deficiencias de la información y sus consecuencias, asimismo, puede alentar la operación de mercados saludables y competitivos.

      Ahora bien, la información asimétrica ocasiona dos problemas económicos:

      – Selección adversa

      La selección adversa refiere a la tendencia de las personas para establecer acuerdos en los que usan su información privada en beneficio propio y en desventaja de la parte menos informada (Parkin y Loría, 2010).

      La noción de selección adversa es desarrollada por Akerlof (1970), a través del ejemplo del mercado de venta de autos usados. En este modelo se asume que solo hay dos tipos de autos: los autos malos (defectuosos) y los autos buenos (no tienen fallas). Asimismo, se explica que existe una asimetría en la información, pues el conocimiento del defecto en el auto usado solo la poseen los vendedores, mientras que los compradores de autos usados únicamente podrán conocer del defecto hasta después de adquirirlo.

      En este escenario, los vendedores no tienen incentivos para decir la verdad respecto a los defectos del auto usado. Siendo ello así, el precio que los compradores estarían dispuestos a pagar para adquirir los autos de dudosa calidad, serían muy bajos para el vendedor de un auto bueno, precio que no estaría dispuesto a aceptar; sin embargo, el vendedor de un auto malo sí aceptaría dicho precio.

      Como consecuencia de esto, habría más incentivos para vender autos malos que autos buenos en este mercado. Este efecto de desplazamiento de los bienes de buena calidad por bienes de baja calidad es originado por la selección adversa.

      – Riesgo moral

      El riesgo moral es la tendencia de las personas que tienen información privada a usar esa información en su propio beneficio y a costa de la parte menos informada, después de haber realizado un acuerdo (Parkin y Loría, 2010).

      En general, el riesgo moral se evidencia cuando una persona realiza una conducta que influye en la probabilidad de recibir una indemnización o una cuantía determinada. El riesgo moral se manifiesta claramente en el mercado de seguros, pues cuando una persona está