Salud del Anciano. José Fernando Gomez Montes. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: José Fernando Gomez Montes
Издательство: Bookwire
Серия: LIBROS DE TEXTO
Жанр произведения: Медицина
Год издания: 0
isbn: 9789587592597
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Tener en cuenta que el uso indebido de medicamentos autoprescritos representa siempre un riesgo. Comprender con claridad las enfermedades que se padecen y contar con adecuada información respecto a sus síntomas y signos. No ingerir más de los medicamentos que realmente se necesitan. Conocer en forma detallada el tipo de medicación, dosis, cronología, ruta de administración, reacciones adversas más frecuentes y propósitos del tratamiento. Evitar el uso de frascos con sellos de seguridad, pues son difíciles de abrir tanto para los niños como para los ancianos. Es preferible utilizar frascos de presión. No mezclar varios medicamentos en un mismo frasco o pastillero. Disponer en forma adecuada de los medicamentos que no se utilicen o que ya estén vencidos. Utilizar ayudas de memoria como tomar los medicamentos con las comidas, al levantarse o al acostarse. Otras ayudas útiles son los registros de dosis diarias, calendarios de hojas diarias, paquetes de medicamentos con calendario o distribución de las dosis diarias en compartimentos (las cubetas de huevos sirven) asignando un color para cada día. La no adherencia siempre tiene una causa que debe buscarse en el paciente, en la enfermedad o en la terapia prescrita. EN EL MÉDICO Considerar que en el anciano se duplica el riesgo de complicación con la terapia prescrita. Tener un grupo estable de medicamentos para prescribir, cuyo conocimiento sea exhaustivo en cuanto a presentación, características del medicamento, reacciones adversas, interacciones, metabolismo, excreción, entre otros. Establecer prioridades tratando enfermedades y no síntomas. Prescribir los medicamentos estrictamente necesarios, muchas veces es más eficaz hablar con el paciente. Individualizar y simplificar el esquema terapéutico tanto como sea posible. Iniciar con dosis pequeñas y hacer ajustes según respuesta clínica. Tener en cuenta los medicamentos con estrecho índice terapéutico como aminoglicósidos, digoxina, litio, medicamentos antiarrítmicos, teofilina y tranquilizantes mayores. Valorar los factores de riesgo presentes en el paciente Tener presente el deterioro cognoscitivo, la pobre visión y la presbiacusia al dar las instrucciones. Es importante hacer repetir al anciano el esquema de manejo prescrito, para cerciorarse de su comprensión. Valorar en forma periódica el plan terapéutico, buscando suspender medicamentos innecesarios o cuya finalidad sea cuestionable y ajustar las dosis. Motivar a la familia, amigos o vecinos para que colaboren con el tratamiento. Conocer el proceso de desprescripción. EN EL FARMACEUTA Utilizar frascos con rótulos escritos en forma clara y con todas las especificaciones necesarias: nombre genérico y comercial, vía de administración, dosis, frecuencia y fecha de vencimiento. Repetir las instrucciones de prescripción. Orientar al paciente sobre la necesidad de acudir al médico en caso de efectos colaterales. Mantener comunicación con el médico a fin de mejorar la adherencia a la terapia.

      Fuente: Gómez F, Curcio CL. Salud del anciano: valoración, 2014.

      Se han desarrollado diferentes grupos de criterios para la detección de medicamentos potencialmente inapropiados (MPI). Los más conocidos de todos son los criterios Beers y el STOPP-START: STOPP (Screening Tool of Older Persons’ Potentially Inappropriate Prescriptions) y START (Screening Tool to Alert doctors to Right Treatment).

      De acuerdo con los criterios Beers, la prescripción inapropiada va de 12% en ancianos en la comunidad hasta el 40% en hogares de ancianos y aumenta de manera considerable en la medida en que aumente la polifarmacia. Los criterios Beers incluyen 53 medicamentos clasificados en tres categorías:

      • Medicamentos potencialmente inapropiados que deben evitarse en ancianos.

      • Medicamentos potencialmente inapropiados que al ser utilizados en presencia de ciertas enfermedades o condiciones geriátricas pueden exacerbarlas.

      • Medicamentos potencialmente inapropiados que se pueden utilizar con precaución pero que merecen un nivel extra de precaución y vigilancia médica.

      Los errores en la medicación representan el 10% de las hospitalizaciones debidas a RAM. Generalmente se deben a:

      Dosis incorrecta: bien sea por administración de dosis mayores o menores, debido a la incomprensión u olvido de la posología indicada por el médico. La mayor queja de los ancianos es la ausencia de explicación adecuada del esquema terapéutico prescrito.

      Error en la frecuencia de administración: origina niveles plasmáticos muy bajos con medicamentos de vida media corta, o demasiado altos con rangos tóxicos.

      Cronología inadecuada: los diuréticos administrados en la tarde o en la noche originan episodios de enuresis.

      Ruta de administración o técnica equivocada: cuando no se hace suficiente énfasis en las instrucciones al paciente, se corre el riesgo de confundir la ruta de administración, especialmente con tabletas sublinguales, supositorios y medicamentos de vía intramuscular o intravenosa.

      Medicación con finalidad terapéutica errada: ocurre especialmente con analgésicos y antianginosos, se utilizan en forma errada cuando se prescriben “según necesidad o en caso de...”.

      Prescripciones repetidas: la costumbre generalizada en los médicos de continuar la prescripción sin indagar sobre las consecuencias de su uso y sin examinar al paciente es un hecho comprobado. Hasta un 40% de las recetas no son revisadas en un periodo de por lo menos seis meses, sobre todo, con la formulación de hipnóticos y ansiolíticos. Las prescripciones repetidas aumentan conforme progresa la edad, 62% de las prescripciones son justificadas, 28% equivocadas y 10% innecesarias; los psicotrópicos ocupan el primer lugar en este último grupo.

      Cascada de la prescripción: la presencia de múltiples comorbilidades en los ancianos hace que requieran múltiples prescripciones, pero en ocasiones las interacciones medicamentosas presentes o las RAM hacen que se prescriban nuevos fármacos para estas reacciones con lo cual se constituye la denominada cascada de la prescripción, que aumenta de manera considerable el riesgo de que se presenten los grandes síndromes geriátricos (ver figura 12.2).

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      Figura 12.2 Cascada de la prescripción

      Fuente: Rochon PA, Gurwitz. The prescribing cascade revisited. The Lancet, 2017.

      Conocimiento