Fuente: Gómez F, Curcio CL. Salud del anciano: valoración, 2014.
6. Evaluación de la prescripción inapropiada
Se han desarrollado diferentes grupos de criterios para la detección de medicamentos potencialmente inapropiados (MPI). Los más conocidos de todos son los criterios Beers y el STOPP-START: STOPP (Screening Tool of Older Persons’ Potentially Inappropriate Prescriptions) y START (Screening Tool to Alert doctors to Right Treatment).
De acuerdo con los criterios Beers, la prescripción inapropiada va de 12% en ancianos en la comunidad hasta el 40% en hogares de ancianos y aumenta de manera considerable en la medida en que aumente la polifarmacia. Los criterios Beers incluyen 53 medicamentos clasificados en tres categorías:
• Medicamentos potencialmente inapropiados que deben evitarse en ancianos.
• Medicamentos potencialmente inapropiados que al ser utilizados en presencia de ciertas enfermedades o condiciones geriátricas pueden exacerbarlas.
• Medicamentos potencialmente inapropiados que se pueden utilizar con precaución pero que merecen un nivel extra de precaución y vigilancia médica.
Los errores en la medicación representan el 10% de las hospitalizaciones debidas a RAM. Generalmente se deben a:
Dosis incorrecta: bien sea por administración de dosis mayores o menores, debido a la incomprensión u olvido de la posología indicada por el médico. La mayor queja de los ancianos es la ausencia de explicación adecuada del esquema terapéutico prescrito.
Error en la frecuencia de administración: origina niveles plasmáticos muy bajos con medicamentos de vida media corta, o demasiado altos con rangos tóxicos.
Cronología inadecuada: los diuréticos administrados en la tarde o en la noche originan episodios de enuresis.
Ruta de administración o técnica equivocada: cuando no se hace suficiente énfasis en las instrucciones al paciente, se corre el riesgo de confundir la ruta de administración, especialmente con tabletas sublinguales, supositorios y medicamentos de vía intramuscular o intravenosa.
Medicación con finalidad terapéutica errada: ocurre especialmente con analgésicos y antianginosos, se utilizan en forma errada cuando se prescriben “según necesidad o en caso de...”.
Prescripciones repetidas: la costumbre generalizada en los médicos de continuar la prescripción sin indagar sobre las consecuencias de su uso y sin examinar al paciente es un hecho comprobado. Hasta un 40% de las recetas no son revisadas en un periodo de por lo menos seis meses, sobre todo, con la formulación de hipnóticos y ansiolíticos. Las prescripciones repetidas aumentan conforme progresa la edad, 62% de las prescripciones son justificadas, 28% equivocadas y 10% innecesarias; los psicotrópicos ocupan el primer lugar en este último grupo.
Cascada de la prescripción: la presencia de múltiples comorbilidades en los ancianos hace que requieran múltiples prescripciones, pero en ocasiones las interacciones medicamentosas presentes o las RAM hacen que se prescriban nuevos fármacos para estas reacciones con lo cual se constituye la denominada cascada de la prescripción, que aumenta de manera considerable el riesgo de que se presenten los grandes síndromes geriátricos (ver figura 12.2).
Figura 12.2 Cascada de la prescripción
Fuente: Rochon PA, Gurwitz. The prescribing cascade revisited. The Lancet, 2017.
Conocimiento