Demagogos
Hay siete clases mayores de demagogos
(Como las Siete Plagas de Egipto, que también fueron Diez):
Los políticos
Los religiosos
Los historiadores de la Escuela de Pigna
Los televisivos
Los periodístico-deportivos
Los músico-populares
Y los norteamericanos
Sí, usan a las muchedumbres
(A éstas les encantan los demagogos
Sienten que se benefician)
Tienen que estar con y entre ellas
Amontonarse
Pisotearse, franelearse
La soledad o una sola compañía
No les alcanza
El demagogo, de cara al auditorio
Con sus muecas de barricada, pregunta:
"¿A quién le gusta la mierda?"
Tiene muy mal gusto
Dos historiadores
Carl Grimberg, Historia como ficción
Escribe una novela-río de la humanidad
Fuente inagotable de inspiración para literatos perezosos
Y a pesar de su monumentalidad, más listo y cercano
Que cualquier enciclopedia o pseudo enciclopedia
Entregas populares:
En las revistas de divulgación e infantiles
Aunque también en doce tomos bien encuadernados
Del Círculo de Lectores, Ediciones Daimon
Un contenido medido, ni exhibicionista ni populista
Hobsbawm (distinto, casi opuesto, aparentemente)
Estadísticas y desinterés por un orden
Encarnado en la ilación cronológica severa
Distingue tantas clases sociales
Que prácticamente superan en número a los individuos
Sin buscarlo, quizás, escribe sobre los individuos
Y como escribe sobre ellos, abarca todas las ramas del saber
En tiempos de especialización
(¿Merece la atención de musicólogos e historiadores del arte
Este nuevo "Aristóteles"?)
Textos
Textos llenos
De paréntesis, comillas e itálicas
Plagados de comas
Fragmentados, entrecortados
Digresiones
Historias intercaladas, quijotescas
Ajenas al hilo principal
El ritmo constante o variable, abrupto
El tono medio
Ni vulgar ni rimbombante el léxico
La voz de Ajmátova
Desde la "gran crisis" no ha mejorado nada
Incluso ha empeorado todo
Pero ellos se arrogan la creación de "una nueva época"
Feliz y justa
Y se erigen monumentos
Que son invisibles
Porque ellos mismos han sido un punto minúsculo en el tiempo
(Y periférico)
No uno grande y único
¿Quién visitará estas ciudades?
¿Quién reparará en ellos?
Los transeúntes los verán como árboles o postes de luz
Es decir, no los verán
Para las generaciones serán formas vacías
El aire y la lluvia ya los destruirán
El tiempo los hará irreconocibles
Este presente, aunque no lo llaman
También se debe llamar la "gran crisis"
Piratería de los pueblos del mar
Los pueblos del mar llegaron a las costas egipcias
Saquearon la ciudad, mataron a sus habitantes, y huyeron hacia Siria
A la que ahora devastan
Son dueños del sol y del agua, y navegan guiados por su instinto
Heredaron la piratería de sus ancestros
El Faraón, que también dice poseer el sol
Y pronto querrá volver a ser dueño del mar
Sabe que los enfrentará en poco tiempo
Irá él tras sus pasos o ellos mismos antes regresarán
Porque derrocharán el botín
Su ansiedad le sugiere avanzar los preparativos para el enfrentamiento
Da órdenes a sus subalternos
Después espera solo en su recámara, mientras el palacio
(Las salas y pasillos con columnatas)
Es invadido por las sombras de los hombres atareados que pasan
En tiempos antiguos, piensa, se expulsó a los invasores
Que traían caballos y carros de guerra
Después de dos siglos de ocupación de nuestras tierras
Pero éstos nunca las conquistaron
Saquean, huyen y vuelven
Están y no están, son fantasmas
¿Cómo encontrarlos y eliminarlos?
¿Cómo esperarlos?
Lebaudy
Desde Las Palmas (Gran Canaria, España)
En una barcaza, con varios lugareños
Cruzo hasta el Cabo Juby, en Marruecos
Me pierdo en el Sahara, una de las regiones más despobladas del mundo
Encuentro enterradas en las arenas unas cajas de conservas
Junto a dos cajas de fósforos suecos y una de velas
Comprendo su procedencia:
Sin que sus hombres supieran por qué y para qué
Jacques Lebaudy tiempo atrás las enterraría
Desconocía yo si alguien con anterioridad las había encontrado
Evidentemente, no
Lebaudy, aquel francés desquiciado que
Emulo de Orélie Antoine de Tounens
(En la Francia de su niñez
Se habría enterado de sus andanzas patagónicas)
Se autoproclamó "Emperador del Sahara"
Pensé entonces que si me adueñaba de esas "reliquias"
Ruinas del inmenso imperio
Y las llevaba conmigo a Europa
El mismo recobraría, en el terreno en que me hallaba
Libre hasta el horizonte de mis