Fuente: ACB y MADR[8]
Ms: Materia seca (%)
Proteína (%)
FDN: Fibra detergente neutra (%)
DIVMS: Digestibilidad in vitro de materia seca (%)
EM: Energía metabolizable (Mcal/kg MS)
ED: Energía digestible (Mcal/kg MS)
Ca: Calcio (%)
P: Fósforo (%)
Cu: Cobre (ppm)
La calidad composicional de los forrajes puede cambiar dependiendo de las condiciones de manejo de la pradera, una de esas prácticas es la edad de aprovechamiento de pastura porque, a medida que los forrajes son más maduros, el contenido de fibra se incrementa y la digestibilidad de esta disminuye, lo que altera el CMS y el contenido de proteína y carbohidratos no estructurales que aportan energía de rápida asimilación[9].
Consumo de agua
El agua representa más de la mitad de la masa corporal de los búfalos y su proporción se relaciona negativamente con la proporción de grasa del cuerpo. El agua regula la temperatura corporal y mantiene el balance osmótico, la ganancia de peso, la producción de leche, el transporte de nutrientes y la excreción de los productos finales del metabolismo[4b], [7b].
La necesidad de agua en los búfalos depende de la edad, el peso corporal, el estado fisiológico, la línea de producción, el estado sanitario, el CMS, la temperatura ambiental y la humedad relativa del entorno[10], [11]. Los búfalos consumen más agua que los vacunos (aproximadamente entre el 25-30 % más en las mismas condiciones climáticas), y su demanda se incrementa durante el período de lactancia y con el aumento en la ganancia de peso. El consumo de agua en búfalos está estrechamente relacionado con la IMS (el rango oscila entre los 5.2-5.5 litros por kg de MS consumida)[12]; el consumo a voluntad tiene un promedio que oscila entre los 71.5 y los 110.5 litros/día[12b].
En épocas de verano puede aumentar a 0.56 litros/día por cada grado que la temperatura suba por encima de 32 °C[11b]. Sin embargo, se puede manejar una medida en la práctica para el cálculo de las necesidades de consumo de agua de 5 litros por cada kg de MS que consume en invierno, y de 5.5 a 6.5 litros/kg de materia seca para verano. Una búfala que consume 9.78 kg de MS/día en época de invierno, bebe 49 litros/día, y en verano 63.5 litros/día (asumiendo 6.5 litros/kg de MS). Esto quiere decir que un lote de búfalos adultos debe tener una buena oferta de agua en el potrero o en el establo para garantizar el suministro.
Requerimientos de energía
La energía es el nutriente más limitante en la mayoría de los forrajes tropicales, principalmente por el alto contenido de fibra que restringe el consumo y por el bajo aporte que hace cada kilogramo de esta materia seca[13]. La fuente de energía para los búfalos son los carbohidratos estructurales que hacen parte de la pared celular, los carbohidratos no estructurales y los lípidos contenidos en los forrajes.
Para expresar los requerimientos de energía de los rumiantes se han utilizado diferentes valores como la energía metabolizable (EM), nutrientes totalmente degradables (TDN) y la energía neta de mantenimiento y de lactancia (ENL). Muchos elementos afectan estos requerimientos en los búfalos, entre ellos el tamaño, la edad, la gestación, la producción de carne y leche, el crecimiento y factores de estrés ambientales[7c]. En los búfalos los requerimientos de energía para la producción de leche son más altos debido a que generan un mayor contenido de grasa y proteína por kg de leche producido (para las ganancias de peso, las necesidades energéticas también son mayores).
Requerimientos de energía para el mantenimiento
La energía de mantenimiento es usada para la actividad voluntaria de recorrer los potreros para consumir pasto y agua, también para conservar su temperatura corporal y compensar la diferencia con temperaturas ambientales. Se han usado diferentes fórmulas para determinar el requerimiento energético para el mantenimiento de esta especie, una de ellas se expresa así: (ENm Mcal = ((1.4 + 0.006 x kg de peso vivo)*1700)*0.001) adaptada de Zicarelli[14], Proto[15] y Di Lella[16]. La cantidad de energía requerida para el mantenimiento de los búfalos varía entre un 20 y un 60 % cuando se encuentran en pastoreo[17].
En condiciones tropicales el aumento es del 20 %, ya que no requieren de mucha energía para regular su temperatura corporal en comparación con los climas fríos (inferior a 0 °C), ni en condiciones donde el terreno está inundado, ya que los efectos del estrés térmico son poco pronunciados bajo estas condiciones[18]. Paul, et al.[19] plantearon los requerimientos de mantenimiento para las búfalas en lactancia de acuerdo con el peso vivo y con los requerimientos para ganancia de peso (Cuadro 4), la consideración de este grupo de animales es importante porque tienen un reto metabólico superior al reproducirse y generar leche.
Cuadro 4. Requerimientos nutricionales para búfalas en lactancia y para la ganancia de peso vivo
Peso corporal
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