La democracia amenazada. Paz Consuelo Márquez Padilla. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Paz Consuelo Márquez Padilla
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9786073041027
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sobre el sistema político democrático, al mismo tiempo que se propicia el avance o se obstaculiza a la democracia misma. De acuerdo con David Held, consideramos que “es sólo cuando las ideas están conectadas a circunstancias históricas propicias y a las fuerzas estructurales, que desarrollan suficiente influencia para alterar la naturaleza y el funcionamiento de las formas institucionales” (Held, 2006: 7), esto es, tenemos una visión de que tanto las ideas como la estructura económica de la sociedad son relevantes. Por ello, es preciso formular ideas para lograr cambios, pero se tienen que considerar las condiciones estructurales para realizarlos.

      Cualquier concepción de democracia tiene un carácter normativo en tanto que establece cuál es el ideal que se pretende alcanzar, y de alguna forma constantemente medimos a las democracias concretas en relación con ese ideal. El presente trabajo se basa en tres ejes:

      1. A partir de John Locke y Jean-Jacques Rousseau, considerados los padres de la democracia moderna, analizaremos las concepciones de otros autores. La idea es resaltar los diversos aspectos que distintos pensadores subrayaron en torno al concepto de democracia para comprender cuáles avances se han producido y qué obstáculos se han creado en la intrincada relación entre teoría y práctica.

      2. Por otra parte, analizaremos el caso concreto de dos momentos fundamentales en la práctica democrática estadounidense, que ponen a prueba su sistema democrático, sin duda alguna uno de los más consolidados del mundo. Lo anterior, con el fin de hacer hincapié en la necesidad de que los ciudadanos defiendan día a día sus democracias pues, de lo contrario, pueden producirse importantes retrocesos, mostrándose así la fragilidad de este sistema político. En estos dos casos concretos observaremos cómo la democracia estadounidense estuvo y aún está amenazada por distintas razones; en el primer caso, por una causa estructural y en el segundo, por el populismo:

      • Las elecciones de 2000

      • Las elecciones de 2016

      3. El tema del populismo tuvo que introducirse en el presente trabajo para poder reflexionar sobre las posibles amenazas para la democracia debidas a su encumbramiento. Los recientes movimientos populistas ocurridos en todo el mundo exigen una aproximación teórica que busque explicarlos, un diálogo tanto académico como político y, finalmente, una estrategia social en defensa de la democracia en aquellos casos en donde se vea peligrosamente amenazada.

      En la parte final del libro se sugieren varios temas de investigación en torno a este concepto que pueden ayudar no sólo a complementar el aparato conceptual, sino también contribuir a la consolidación práctica de la democracia misma. Con el propósito de entender la consolidación de la democracia, incluimos dos apéndices donde se destaca la dimensión de la experiencia en Estados Unidos. Por un lado, en el apéndice I abordamos el importante papel de la opinión pública y la cultura política en la formación de una democracia concreta. En este sentido, analizamos las percepciones de diferentes segmentos de la población en torno al sistema político democrático, así como a sus valores y prácticas.

      De forma similar, en el apéndice II, describimos la evolución histórica de las luchas sociopolíticas por obtener derechos que fueran no sólo incluidos en el corpus constitucional sino que además fueran realmente respetados. Finalmente, el texto pretende ser una invitación a la reflexión a todos los defensores de la democracia, para que tengamos claro cuáles son las instituciones y los valores que debemos defender y mejorar con el fin de protegerla.

      CREAR UN PARADIGMA DE DEMOCRACIA

      El paradigma que nos puede ayudar a entender las distintas concepciones sobre el sistema democrático debe ponderar en dónde ponen el acento los diversos pensadores; cuáles son los enfoques de sus propuestas. Para empezar, debemos decir que existen dos tipos de teorías en torno a la democracia:

      1. Teorías normativas, las cuales intentan ofrecer una definición de lo que debería de ser la democracia. Tratan de explicar cómo podemos llegar a su tipo ideal. ¿Cuáles son las características fundamentales que deben tener las instituciones positivas?; ¿cuál es la meta de la democracia?

      2. Teorías descriptivo-explicativas, que tratan de precisar en el mundo real cuáles son las instituciones existentes que han ayudado a consolidar las democracias, cuáles son indispensables para la salud de los sistemas democráticos, en cuáles casos las democracias se alejan del ideal y en cuáles se acercan a él, cuáles cambios tecnológicos traen consigo nuevas exigencias democráticas. Podemos afirmar que las explicaciones descriptivas no deben permanecer en ese nivel, sino que en última instancia tienen que hacer referencia a las teorías normativas para buscar una comparación entre el ideal y la realidad, con el objetivo de identificar las posibles amenazas para la democracia.

      Si bien es cierto que las propuestas de muchos autores intentan ser completamente normativas y otras totalmente descriptivas, veremos cómo al final no pueden eludir presentar una mezcla de los dos tipos en sus argumentos. David Held utiliza el término “modelos” para realizar su análisis de la democracia (Held, 2006). En contraste, en este trabajo se prefiere el de “concepciones” en tanto que nos permite tener un marco reflexivo mucho más amplio y flexible. Consideramos que la idea de modelo no nos sirve en la medida en que éste es más rígido y cerrado; un modelo es una construcción teórica que se autocontiene y nos impide dar cuenta de la riqueza propia de la democracia. Consideramos que esa noción de alguna forma exige que todos y cada uno de los modelos tengan los mismos elementos para poder realmente hacer comparaciones entre ellos; sin embargo, constataremos cómo, de hecho, al darle prioridad a ciertos elementos los autores muchas veces no consideran otros que también son relevantes.

      Por otro lado, la idea de “concepción de la democracia” es en algún sentido mucho más amplia y nos permite incluir a todas las “concepciones” dentro de un mismo paradigma sobre la democracia, a pesar de que no cuenten todas ellas con los mismos elementos. La noción de modelo necesariamente remite a los análisis normativos, descalificando los descriptivos. En nuestra opinión ambos tipos de análisis aportan gran riqueza para tener un mejor entendimiento del sistema político democrático.

      Apreciaremos cómo al revisar el pensamiento democrático de los distintos autores, algunos se ocuparán en subrayar uno o varios de los elementos de la teoría, mientras que otros se centran en encontrar la mejor definición de democracia, y otros más se concentran en estudiar sus causas y, finalmente, los últimos se preocupan por describir sus características:

      • Ciertos pensadores se concentran en el proceso mismo. En general verifican si existen elecciones limpias y si los ciudadanos han ejercido su derecho al voto, sólo entonces asumen como justo el resultado al que se llegue, basado en el principio de mayoría. Si bien ésta es una condición necesaria, y por lo tanto la encontraremos en prácticamente todos los autores, no es suficiente.

      • Las condiciones necesarias no se limitan a una condición mínima, sino que se establecen una serie de características para poder hablar de democracia. Refiriéndose a ciertas instituciones, a que se acepte el cambio de partidos en el poder.

      • La democracia cosmopolita. Algunos autores piensan que no se puede realmente pensar en democracia cuando nos limitamos al ámbito de un solo país. Para poder hacerlo es preciso no ceñirse a los derechos del ciudadano, sino abarcar todos los derechos de las personas. Estos teóricos sólo consideran avances democráticos los que alcanzan a todos los seres humanos.

      • La democracia dentro del caparazón del Estado-nación. Debemos defender al Estado-nación en tanto que es el arreglo político que ha logrado consolidar los avances democráticos, al funcionar como su caparazón. Si bien no se niega que ha sido el resultado de luchas de poder e imposiciones geográficas a distintas culturas y etnias, no por eso podemos ignorar que ha sido gracias a él que en muchos países se han logrado progresos fundamentales en materia de los derechos humanos de los diversos grupos. Estos pensadores defienden el vínculo entre Estado-nación y democracia, subrayando su relevancia.

      • La democracia no incluye la justicia social. Muchas veces exigimos a la democracia otros imperativos categóricos, como la