La democracia amenazada. Paz Consuelo Márquez Padilla. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Paz Consuelo Márquez Padilla
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9786073041027
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la raza humana porque posee la lengua, que no so­­lamente nos sirve para transmitir información en general, “sino [que] es la habilidad de transmitir información de cosas que no existen” (Harari: 2015, 24). Explica que la cooperación está enraizada en la creación de mitos que sólo existen en la imaginación colectiva; no obstante, esta realidad imaginada ejerce fuerza en el mundo. Es decir, en este sentido considero que, finalmente, la idea de un pacto social democrático es una creación de la imaginación humana que la induce a cooperar y a manejar el conflicto para poder sobrevivir. Sin duda se trata de una idea fascinante.

      Es por ello que decidí escribir un libro sobre democracia. Cuando estaba casi terminado, poco antes de las elecciones presidenciales del 2016, surgió en Estados Unidos el populismo de derecha de Donald Trump, al mismo tiempo que el populismo de izquierda de Bernie Sanders. En general, la reaparición del populismo era un hecho que no podía ignorar, porque intuí que se trataba de una gran amenaza para la democracia, y entonces me aboqué también a estudiar este fenómeno, cuya trayectoria no es del todo clara y puede tener muchas consecuencias no intencionadas, que como testigos de la historia experimentaremos para bien o para mal. Lo que me queda claro es que, finalmente, si tengo que decidir entre un populismo que se legitima con respuestas automáticas o una democracia que aspira a una deliberación entre iguales, me postulo como defensora de la segunda, porque es el producto de muchos siglos de luchas sociales y políticas, y aunque está muy lejos de ser un sistema perfecto, creo firmemente en que es y siempre será perfectible. Representa la lucha sociopolítica y el debate teórico de gran par­te de la humanidad a lo largo de la historia, por lo tanto requiere de nuestro esfuerzo colectivo por mejorarla, y para evitar que tengan éxito los intentos de desecharla. El populismo, en la mayoría de la ocasiones, pretende destruir las instituciones democráticas, lo que puede ocasionar un costo inconmensurable, quizá irreversible, para la sociedad; sin duda debemos estar atentos a su desarrollo.

      Antes que a nadie quiero agradecer el gran apoyo no sólo emocional sino también intelectual que Juan Rebolledo, mi esposo, me ha brindado; nuestro constante diálogo sobre este tema tiene una larga historia. Ha sido para mí un modelo y una aspiración de claridad de pensamiento constante.

      Les agradezco a mis hijos por debatir conmigo la problemática que abordo, unas veces con Juan y otras tantas con Pablo. Ambos me ayudaron a aclarar ideas, pues comparten conmigo el interés por este tema (un intercambio de ideas que ha llegado hasta la actual pandemia). A mi hija Pazcon, por alentarme constantemente y, con su inteligencia, ponerme el ejemplo de la gran resiliencia de que la mujer profesional es capaz. Estoy cierta de que sin la presencia cercana, en todos los niveles, de todos ellos, nunca habría terminado este libro. No puedo dejar de mencionar, junto con ellos, a mi yerno Andrei y a mis nietecitos Ana Pazcon y Jerónimo, porque todos juntos conforman un remanso de paz y tranquilidad que me permite concentrarme en mi intenso trabajo.

      En la vida académica uno tiene que encontrar a su par con quien discutir y debatir distintas ideas. Mi par, especialmente para este proyecto, lo encontré en Diego Bugeda, el editor de mi libro; con quien he tenido una gran amistad desde hace más de treinta años. Su profundo amor por el conocimiento lo hace el perfecto interlocutor. No sólo pulió en mucho mi escrito, sino que, al tener un espíritu socrático por su formación filosófica, me ayudó a esclarecer conceptos y posiciones. Por su gran profesionalismo y amistad estaré eternamente agradecida.

      De forma especial quiero agradecer a la maestra Silvia Núñez (la anterior directora del CISAN), quien me alentó con entusiasmo para que emprendiera este trabajo, así como a la doctora Graciela Martínez-Zalce (la actual directora), quien comprendió perfectamente cuando le expliqué que por la llegada de Trump y su populismo tendría que tomarme más tiempo para ter­­minar el libro. Sin dudarlo me brindó todo su apoyo.

      Agradezco a todo el equipo editorial a cargo de la coordinadora de Publicaciones, Astrid Velasco, por su especial atención a este libro. A María Cristina Hernández Escobar por su escrupuloso trabajo de lectura de pruebas, así como la gran dedicación de María Elena Álvarez, Patricia Pérez y Teresa Jiménez. También agradezco a mis dictaminadores anónimos, porque sus comentarios sin duda me sirvieron para mejorar esta obra.

      1 En una próxima publicación de la Coordinación de Humanidades de la UNAM, el CISAN y la Universidad de las Américas aparecerá un texto propio sobre la democracia, el federalismo y la pandemia por Covid-19.

      INTRODUCCIÓN

      Los propósitos de este libro son descubrir si la democracia se encuentra hoy en día amenazada por el populismo; analizar cómo se ha ido transformando la concepción de la democracia a través del tiempo y, finalmente, determinar si en la práctica corre peligro o si ya está totalmente consolidada en Estados Unidos. Se trata de hacer un recorrido a través del pensamiento de diferentes autores para entender cómo y en qué sentido han contribuido los pensadores políticos estadounidenses a construir una concepción específica de democracia. Por otra parte, se incluyen también autores europeos y latinoamericanos que dedicaron su tiempo a analizar las propuestas de sus pares norteamericanos con la finalidad de detectar sus aciertos y fallas, para así reconsiderar las propias concepciones sobre el sistema democrático dadas sus muy particulares circunstancias. La intención es estudiar cuál ha sido la evolución de su pensamiento democrático, así como en qué medida se ha enriquecido o no la idea de democracia, sin duda una noción que se ha convertido en un elemento fundamental de la reflexión política del siglo XXI.

      También abordaremos la dimensión empírica de la práctica democrática, así como el impacto que en los sistemas políticos democráticos tienen las percepciones sobre ellos de la población en general y de los diversos sectores poblacionales en particular. Se trata de tomar en cuenta la perspectiva de la cultura política y de los estudios de opinión pública y de cómo influyen, determinan y retroalimentan a las teorías de las democracias, en plural. El Apéndice 1 de este libro se dedica íntegramente a este último tema. Partimos del principio metodológico de que teoría y práctica se integran siempre orgánicamente en todos los campos del conocimiento científico y en todas las áreas de las prácticas humanas. Por supuesto, la política no es la excepción.

      En el mundo occidental contemporáneo, la democracia es la forma de gobierno que mayor legitimidad confiere a los gobiernos actuales. El poder político y el monopolio del aparato coercitivo, como lo expuso Max Weber (1946), es decir, la legitimidad del uso de la fuerza, se justifica en la época actual sólo en términos democráticos, en tanto que es el pueblo el que transfiere este poder al gobierno y, por lo tanto, fomenta la aceptación correspondiente a la toma de decisiones por parte de las autoridades gubernamentales. En palabras de los clásicos: cada uno se obliga a sí mismo. No es el soberano absoluto legitimado por el derecho divino el que nos obliga ni son los líderes, carismáticos o tradicionales los que nos dirigen; somos nosotros mismos, como seres racionales, quienes otorgamos nuestro consentimiento al pacto político en tanto que es la mejor solución para la acción colectiva.

      Sin embargo, hasta una definición mínima de democracia que se basa en el principio de mayoría conlleva muchas implicaciones, puesto que debe definir quiénes se incluyen dentro de la democracia y quiénes se excluyen. Cómo definimos a los “otros” en forma justificada, es decir, quiénes constituyen la mayoría, qué ciudadanos tienen legitimidad y cuáles no para la toma de decisiones. En el debate internacional actual sobre la democracia se cuestiona si es válido excluir a ciertos seres humanos por no ser ciudadanos de un país o si más bien debemos aspirar a concepciones democráticas mucho más ricas que incluyan a todos las personas en general. Esto es, si queremos ir más allá de nuestra concepción de democracia dentro de los parámetros del Estado-nación o preferimos dirigirnos hacia un ideal cosmopolita que se libera de la caparazón del Estado nacional y aspira a una gobernanza mundial en donde se protegen