Instituciones, sociedad del conocimiento y mundo del trabajo. Gonzalo Varela Petito. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Gonzalo Varela Petito
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9786079275358
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del reclutamiento de personal entrenado científicamente o mediante el contacto directo con los laboratorios de las universidades.

      3 3. Know-how (saber cómo). Se refiere a la habilidad o capacidad de hacer algo; puede relacionarse con la producción, pero también con otras actividades en el ámbito económico. Según Foray y Lundvall, no sólo la “gente práctica” necesita poseer estas habilidades.

      4 4. Know-who (saber quién). Se refiere a la mezcla de diferentes clases de habilidades, incluidas las llamadas habilidades sociales, que permiten tener acceso al experto y usar su conocimiento eficientemente. Saber quién, implica información acerca de quién sabe qué, y quién sabe cómo hacer qué. Según Foray y Lundvall, esta clase de conocimiento es importante en la economía moderna, donde se necesita acceder a muchas diferentes clases de conocimiento y habilidades que están dispersas debido al gran desarrollo de la división del trabajo entre organizaciones y expertos.

      Es importante destacar que para Foray y Lundvall (1996: 21) el dominio de estas cuatro clases de conocimiento tiene lugar a través de diversos canales. Así, mientras que el know-what y el know-why pueden obtenerse a través de lectura de libros, asistiendo a lecciones o accediendo a bases de datos, el dominio del know-how y del know-who se basan principalmente en la experiencia práctica.

      El know-how se adquiere esencialmente a través de relaciones del tipo maestro-aprendiz, que se reflejan en la empresa o en el sistema educativo, que conduce a profesiones científicas y técnicas, las cuales implican trabajo de campo o de laboratorio. El know-how también se aprende en una forma madura a través de años de experiencia en la práctica cotidiana, mediante el “aprender-haciendo” (learning-by-doing) y el aprender interactuando (learnig-by-interacting) con colegas.

      El know-who se aprende a través de la práctica social, y en ocasiones a través de la educación especializada. Por ejemplo, las comunidades de ingenieros y de expertos se mantienen unidas mediante relaciones informales, reuniones de alumnos o a través de sociedades profesionales, que facilitan acceso de los participantes al intercambio de información con los colegas (Foray y Lundvall, 1996: 20-21.)

      Conocimiento tácito y conocimiento codificado

      La distinción entre conocimiento tácito y conocimiento explícito (o codificado) fue establecida por Polanyi. El conocimiento tácito es el que los individuos y organizaciones pueden usar para alcanzar algún propósito práctico, pero que no se puede fácilmente explicar o comunicar. De acuerdo con Nahapiet y Ghosal (2000), Polanyi distingue el conocimiento tácito en términos de su incomunicabilidad. Él concentró la esencia del conocimiento tácito en la frase: “Sabemos más que lo que podemos decir.” Una importante clase de conocimiento tácito son las habilidades de las personas (tales como montar en bicicleta o nadar), que se emplean sin tener aún la más ligera idea de cómo estas cosas son hechas. Otra clase importante es aquella que tiene que ver con los modos de interpretación que hacen posible la “comunicación inteligente” (Foray y Lundvall, 1996: 22). Según Polanyi, la única forma de transferir esta clase de conocimiento es a través de una forma de interacción social similar a las relaciones maestro-aprendiz. Esto significa que el conocimiento tácito no puede ser vendido o comprado en el mercado y que su transferencia es extremadamente sensible al contexto social (Foray y Lundvall, 1996).

      En contraste, el conocimiento explícito es el conocimiento que puede ser expresado más formalmente de acuerdo con un código, y puede ser fácilmente y menos costosamente comunicado. Se trata de un tipo de conocimiento que es transmisible en lenguaje formal y sistemático. Aunque tiene muchas formas, el conocimiento explícito está constituido por un conjunto de principios generales y leyes suministradas por las comunidades científicas y de ingeniería, que proporcionan el fundamento para la práctica. Estos principios y leyes están en manuales, libros de texto, revistas científicas y técnicas, especificaciones de materiales o componentes, en manuales de procesos comerciales y equipos de investigación, etcétera (Senker y Faulkner, 1996: 77).

      La distinción entre conocimiento tácito y conocimiento codificado debe tomarse con cuidado ya que como Polanyi señala éstos no están claramente separados. “Mientras que el conocimiento tácito puede ser poseído por sí mismo, el conocimiento explícito debe contar con ser tácitamente entendido y aplicado; por lo tanto, todo conocimiento es o bien tácito o bien está enraizado en conocimiento tácito” (Polanyi, cit. en Senker y Faulkner, 1996).

      Para Senker y Faulkner (1996: 77), el conocimiento tácito y el conocimiento codificado no son opuestos, sino más bien complementarios. En otros términos: “La codificación nunca es completa, y algunas formas de conocimiento tácito siempre continúan para jugar un papel importante. Lo interesante es que las fronteras, así como también las formas de complementariedad entre estas dos clases de conocimiento están en estado de flujo”. Según estas autoras, “el aspecto más fundamental del aprendizaje es quizá el movimiento en espiral donde el conocimiento tácito se transforma en conocimiento codificado, seguido por un movimiento de vuelta a la práctica donde nuevas clases de conocimiento tácito son desarrolladas”. Según Keith Smith (1997: 95), la distinción entre conocimiento explícito (o codificado) y conocimiento tácito “corresponde aproximadamente a la distinción entre conocimiento genérico o ‘accesible’ (público) y conocimiento privado (o secreto)”. Tal distinción entre “conocimiento genérico” (codificado) y “conocimiento privado” (tácito), es muy importante para la teoría de la innovación porque se refiere a las características económicas del tipo conocimiento que es de peso para el desempeño de las actividades de investigación y desarrollo en las empresas.

      Conocimiento, aprendizaje e innovación

      De acuerdo con Saviotti (1998a), las empresas y otras organizaciones necesitan conocimiento con el fin de crear innovaciones. Tal conocimiento es generado en gran número de formas, las cuales pueden ser descritas como modos o mecanismos de aprendizaje. Estos modos o mecanismos de aprendizaje varían dependiendo del tipo de conocimiento considerado y del establecimiento institucional en el cual el aprendizaje tiene lugar.

      Se han identificado cuatro tipos de aprendizaje, de acuerdo con grados crecientes de interacción: 1) aprender haciendo (learning-by-doing); 2) aprender usando (learning-by-using); 3) aprender interactuando (learning-by-interacting), y 4) aprender buscando (learning-by-searching), bajo los cuales se agrupan todas las actividades dirigidas a incrementar el conocimiento con el fin de estimular la innovación (Johnson, 1992: 30-32).

      Un aspecto central de todas estas formas de aprendizaje es que se nutren de las actividades rutinarias en la producción, la distribución y el consumo, constituyéndose así en importantes insumos para los procesos de innovación. Como Lundvall señala: “La experiencia cotidiana de los trabajadores, de los ingenieros de producción y de los representantes de ventas, influyen en la agenda determinando la dirección de los esfuerzos innovadores, y ello produce conocimiento y percepciones, que constituyen insumos cruciales para el proceso de innovación” (Lundvall, 1992: 9).

      Si bien algunos autores utilizan el concepto de innovación refiriéndolo exclusivamente a la tecnología Lundvall y otros lo extienden de tal manera que considere los aspectos organizacionales e institucionales que influyen también en el proceso de innovación. En esta perspectiva, instituciones tales como las universidades, los laboratorios de investigación y desarrollo, los sistemas de patentes, la organización del mercado de trabajo, el sistema bancario, las oficinas de gobierno, y aun las normas, hábitos, prácticas y rutinas, ejercen importante influencia en las innovaciones y en general el sistema de innovación (Edquist y Johnson, 1997: 42-43).

      En resumen se puede decir que existe una estrecha relación entre aprendizaje e innovación. Por una parte el aprendizaje —en sus distintas formas— da lugar a innovaciones tecnológicas, organizacionales y aun sociales, las cuales resultan de la nueva combinación de los conocimientos ya existentes (acumulados), de la interacción entre distintos agentes y de las actividades rutinarias en la producción, la distribución y el consumo; por la otra, la innovación sólo puede ser posible en un contexto en el que las actividades de aprendizaje, búsqueda y exploración resulten en nuevos productos, nuevas técnicas, nuevas