La dificultad mayor con el uso y la aplicación de esta metodología es la imposibilidad de contener en solo una categoría mayor (p. ej., el pacto o la alianza) la amplitud histórica, complejidad exegética y extensión filosófica del pensamiento religioso y teológico del Antiguo Testamento. Ese esfuerzo de explicar, con un solo principio rector, aunque sea importante y necesario, la teología bíblica, no hace justicia a las diversas, ricas y particulares vertientes teológicas que se incluyen en la Biblia hebrea. No se puede encontrar un denominador común que abarque la totalidad de las expresiones religiosas y teológicas de las Escrituras de Israel. La diversidad y pluralidad del material bíblico debe tomarse en consideración al tratar de explicar sus contribuciones teológicas.
El método diacrónico17 es el que reconoce la complejidad, variedad y extensión de las tradiciones bíblicas al ponderar la teología del Antiguo Testamento. Es una metodología fundamentada en las tradiciones históricas y proféticas de Israel; además, incorpora el resultado de las investigaciones científicas y críticas de los estudios bíblicos modernos. Este tipo de teología bíblica no solo reconoce el importante contenido histórico de las afirmaciones religiosas del pueblo de Israel, sino que toma seriamente en consideración el componente «kerigmático», es decir, las confesiones y los credos del pueblo judío, que se ponen de manifiesto en el testimonio espiritual y nacional.
Esta teología es eminentemente confesional y narrativa, pues relata, articula y cuenta las compresiones del pueblo referente a la continua actividad de Dios en la historia. Es una manera de comprender las referencias a Dios y sus interpretaciones, desde el ángulo de las grandes confesiones de fe del pueblo de Israel, que se revelan en secciones narrativas, poéticas y proféticas.
La mayor crítica que esta metodología ha recibido es su incapacidad para identificar un centro básico de la teología, o por lo menos reconocer un tema prioritario en las tradiciones teológicas de la Escritura. Esa ambigüedad metodológica causa graves dificultades en el proceso de aplicación de los resultados del estudio teológico.
El método canónico18 de estudio de la teología del Antiguo Testamento es el que tiene como objetivo hacer una reflexión teológica de la Biblia en su contexto canónico. Específicamente este método estudia las categorías teológicas, según se presentan y aparecen en el Antiguo Testamento, y le da prioridad a las citas del Antiguo que se incluyen en el Nuevo Testamento. Este acercamiento al estudio bíblico tiene, entre sus varias virtudes, las siguientes características: toma seriamente en consideración la totalidad del mensaje bíblico, que para los cristianos es fundamental e importante; y, además, reconoce la importancia del carácter normativo que los creyentes le dan al texto bíblico. Este método es también muy útil para presentar el resultado de la investigación científica a personas no iniciadas en el estudio crítico de las Sagradas Escrituras.
El mayor desafío de esta metodología es posiblemente su misma virtud: la relación entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. El movimiento teológico entre los dos Testamentos no siempre es claro y continuo, y muchas veces es complejo. Las diferencias históricas, sociales, religiosas y políticas que presuponen esos importantes escritos generaron divergencias teológicas y propiciaron una gran variedad de experiencias religiosas y espirituales. Esas variantes se manifiestan en el estudio de la Escritura, y complican la continuidad intertestamentaria.
El método postmoderno19 es de origen más reciente, y no solo llama a un cambio radical en las formas de estudio bíblico tradicional, sino que demanda, además, una ruptura con los presupuestos filosóficos y teológicos que dieron paso a la tarea interpretativa del siglo veinte. La situación postmoderna tiene características sociales, religiosas y políticas particulares que deben tomarse en consideración al emprender la tarea de investigación de la teología bíblica. De particular importancia en el proceso es el reconocimiento de que la teología bíblica no se puede entender adecuadamente partiendo de categorías preconcebidas, pues el Dios bíblico, de acuerdo con las narraciones disponibles, no se conforma fácilmente a los presupuestos dogmáticos que dicta la teología sistemática, ni tampoco responde adecuadamente a las filosofías modernas o postmodernas.
El estudio de la teología bíblica, desde la perspectiva postmoderna, debe tomar seriamente en consideración el lenguaje sobre Dios utilizado en la Biblia. Ese proceso nos permite descubrir que la retórica y la semántica juegan papeles protagónicos en el estudio de la teología. Analizar críticamente el lenguaje sobre Dios en el Antiguo Testamento y revisar sus diversos componentes lingüísticos, filológicos y semánticos, nos permite el movimiento dinámico que nos mueve de la superficie de los pasajes bíblicos, hasta permitirnos penetrar las categorías fundamentales del mensaje, y descubrir en las estructuras profundas de la Escritura los temas básicos que facilitarán la ponderación, la comprensión y el aprecio de la extraordinaria naturaleza divina en el Antiguo Testamento.
NUESTRO ESFUERZO METODOLÓGICO
En el estudio, la redacción y la presentación de este nuevo esfuerzo para articular una introducción al concepto de Dios en el Antiguo Testamento, se han tomado en consideración varios factores teológicos y metodológicos de importancia. En primer lugar, se han incorporado los resultados pertinentes de las investigaciones exegéticas, teológicas, canónicas, sociológicas y críticas de la Escritura, y se ha entrado en diálogo con varios de sus exponentes y representantes más importantes. También se ha prestado gran atención al estudio de la historia de Israel, tanto en los hechos como en las tradiciones.
Además, se han tomado seriamente en cuenta las evaluaciones recientes en torno a la literatura bíblica, específicamente el poder de evocación e inspiración que manifiestan los documentos escritos. Finalmente se han evaluado las implicaciones de los estudios de la historia de las religiones y religiones comparadas para el desarrollo de una teología bíblica, pues Israel, específicamente, desarrolló sus percepciones teológicas y sus ideas religiosas en diálogo o confrontación con otros pueblos en el Antiguo Oriente Próximo.
En cierto sentido, este libro se relaciona íntimamente con la historia de la salvación, y nos lleva al umbral del estudio del Nuevo Testamento. En efecto, no puede entenderse la literatura cristiana ni el ministerio de Jesús de Nazaret sin comprender adecuadamente las ideas religiosas que le dieron razón de ser a nuestro Salvador, y que sirvieron de entorno filosófico y teológico al ministerio de las personas que redactaron la literatura neotestamentaria. Por tal razón, la sección final explorará las relaciones entre los dos Testamentos y evaluará varias implicaciones misioneras para las iglesias cristianas de la teología veterotestamentaria.
BIBLIOGRAFÍA
Respecto a la bibliografía que se utilizará y a la que se hará referencia en este estudio, debemos hacer una necesaria y pertinente aclaración metodológica. Las notas marginales aluden con regularidad a los libros, las investigaciones y los artículos que pueden consultarse para aclarar aún más algún tema de importancia. Esas notas son de valor incalculable para los estudiantes y eruditos que desean proseguir el diálogo con el autor de este libro o que se interesan por profundizar o comprender aún mejor algunos de los temas analizados.
En el capítulo final se incorpora, además, una bibliografía selecta sobre la literatura que explora las ideas más importantes discutidas en este nuevo libro sobre ¿Quién es Dios en el Antiguo Testamento? Esa sección es necesariamente limitada, no solo por razones de espacio, sino porque en las obras citadas se incluyen bibliografías más extensas y específicas. Además, en las notas marginales se exploran comentarios y reflexiones sobre algunas de las obras que se identifican en la bibliografía selecta.
A través de estas páginas se hace referencia continua a varias obras de importancia capital en torno a la disciplina de la teología bíblica. Estos libros son imprescindibles en cualquier estudio teológico del Antiguo Testamento por contribuciones metodológicas y teológicas que han hecho a este campo de investigación, y pueden utilizarse con sabiduría y juicio