El masaje en la rehabilitación de traumatismos y enfermedades. Anatolik Andreewicz Biriukov. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Anatolik Andreewicz Biriukov
Издательство: Bookwire
Серия: Masaje
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788499108537
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domina el hábito de relajación. (A propósito, la capacidad de relajar la musculatura es muy útil para cualquier persona en su vida cotidiana. En particular, ello contribuye al aumento de la resistencia de los músculos en el proceso de trabajo físico, ayuda a quitar eficazmente la tensión nerviosa y el cansancio después del trabajo intelectual.)

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      Figura 12 A. Sobre el brazo.

      Quien realiza el masaje debe conocer las bases anatómicas del hombre y la acción fisiológica del masaje sobre el organismo, ya que en caso contrario, en vez del efecto positivo del masaje, se producirán serios daños.

      El masajista no debe llevar anillos, pulseras, relojes, etc. Antes de empezar el masaje, se ha de lavar muy bien las manos con jabón. Si las manos sudan mucho, se recomienda limpiarlas con una solución de formalina al 1%, colonia o utilizar polvo salicílico. (La práctica demuestra que a la mayoría de las personas que comienzan a aprender masaje, dejan de sudarles las manos después de 1-2 años de trabajo.)

      Dicen de un buen masajista que tiene las manos “cariñosas”. Y en ningún caso deben irritar la piel. Así pues si las palmas de las manos no se deslizan bien por la superficie masajeada, se recomienda usar diferentes sustancias lubricantes (sobre superficies pequeñas del cuerpo). En la sauna, baño, ducha se utiliza el jabón. Adelantando un poco el tema, hemos de decir que para la realización del masaje (y automasaje) con fines curativos (por ejemplo, en caso de radiculitis, gota, etc.) pueden ser aplicadas pomadas y aceites farmacológicos: capsin, virapin, Vipratox, viprasal, apisapton, finalgon, etc.

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      Figura 12 B. Sobre la pierna.

      Si la piel presenta mucha humedad (asimismo, si el cuerpo tiene cuero cabelludo abundante) se pueden utilizar polvos habituales: de talco, de arroz, etc. Estos absorben el sudor, alisan la piel, casi no taponan los poros, no provocan irritaciones. Se usan en cantidades pequeñas: es suficiente hundir en el polvo las puntas de los dedos y luego extenderlo por toda la palma.

      Para obtener el máximo beneficio del masaje, éste se aplica sobre el cuerpo desnudo; ahora bien, si el cuerpo del paciente presenta un exceso de vello, los movimientos de masaje pueden irritar la piel. En este caso, el masaje debe efectuarse a través de la ropa (debe ser limpia y fina, y preferiblemente de algodón). Muchas veces uno se ve obligado a hacer el masaje a través de la ropa durante viajes turísticos, cuando no se puede desnudar la parte masajeada, etc. Igualmente, si la piel está muy sucia y no hay posibilidades de lavarla. En estas circunstancias es mejor limitar la cantidad de técnicas de masaje a unas dos o tres.

      Existe la opinión de que el masajista debe tener una gran fuerza muscular. Esto es incorrecto: la base de la labor del masajista no es la fuerza, sino la habilidad de trabajar rítmicamente tanto con la mano derecha, como con la izquierda, incorporando al trabajo solamente los músculos que efectúan la técnica fijada, utilizando el peso de todo el cuerpo y cambiando con frecuencia los grupos musculares que trabajan. La calidad de trabajo del masajista depende de la afinidad de sensaciones, grado de desarrollo del sentido muscular y conocimientos de los fundamentos de masaje.

      El masaje no debe producir sensaciones de dolor. Y en ningún caso, dejar en la piel manchas azules y morados; es donde se ha de prestar mucha atención desde las primeras sesiones (más exactamente, desde el inicio del aprendizaje de la técnica de masaje).

      Una indicación más: durante el masaje no es conveniente hablar. Todos los interrogatorios y detalles relacionados con el paciente se han de resolver antes de iniciar el masaje.

      El masaje como método eficaz de la terapia funcional encuentra un amplio uso en distintas esferas. En medicina, lo usan en todas las etapas de la rehabilitación médica de los enfermos, para el tratamiento complejo de recuperación de las enfermedades agudas y crónicas del sistema circulatorio, sistema nervioso, aparato locomotor, órganos internos y cutáneos. El masaje se aplica ampliamente como medio de profilaxis, para recuperar la capacidad de trabajo intelectual y físico. Ocupa un papel importante en cosmetología. No se puede pasar sin masaje en la práctica deportiva. Como se puede ver, el masaje en la vida de una persona moderna es necesario y, en cualquier caso, es útil para todos.

      Sin embargo, la aplicación del masaje, y sus formas específicas, debe efectuarse teniendo en cuenta la edad, salud y la reacción del sistema nervioso del hombre. Así, por ejemplo, el masaje en los niños y las personas mayores no debe ser muy enérgico y prolongado. Las primeras sesiones de masaje deben ser breves, aplicando técnicas menos intensivas que en las sesiones posteriores, ya que es necesario que el cuerpo se acostumbre gradualmente a los masajes.

      El masaje no se prescribe con fiebre alta, procesos inflamatorios, enfermedades cutáneas (eccema, furunculosis, tiña, procesos con flemones), predisposición a sufrir hemorragias (nasales, hemorroidal, escorbuto, etc.), en caso de inflamación de vasos linfáticos, varices en grado importante, ni cuando existe inflamación venosa. También existen contraindicaciones al uso del masaje en caso de tumores malignos. No se puede practicar el masaje de abdomen si hay una hernia, piedras en la vejiga urinaria y vesícula biliar; durante los períodos de menstruación y de embarazo. Si están inflamados los ganglios linfáticos se debe recurrir al médico obligatoriamente antes de iniciar el masaje.

      En el masaje terapéutico especial existen muchas más contraindicaciones; por lo tanto se puede aplicar sólo bajo prescripción facultativa.

       Traumatismos y enfermedades del aparato locomotor

      Indicaciones: fenómenos residuales de traumatismos agudos en tejidos blandos; lesiones de ligamentos y de bolsas: distensiones de tendones y músculos, roturas de ligamentos, contusiones, etc.; contracturas y movilidad limitada de las articulaciones desarrollada después de traumatismos, quemaduras, procesos inflamatorios, etc.; bursitis traumática; fenómenos residuales después de roturas de huesos de extremidades; artritis y poliartritis: artritis reumatóide de etiología infecciosa no específica, artritis postraumática deformante, artrosis deformante de etiología metabólica u otra; fenómenos residuales de las lesiones traumáticas de la columna vertebral, enfermedades de la columna vertebral: espondilosis deformante y osteocondrosis de la columna vertebral, espondilitis anquilopoyética, etc.; fenómenos residuales en las articulaciones después de reumatismo articular agudo o sus exacerbaciones repetidas pasados 6 meses tras finalizar manifestaciones agudas, etc. Contraindicaciones: manifestaciones agudas y semiagudas acompañadas por unas claras reacciones inflamatorias locales y generales: aumento de la temperatura corporal, edema inflamatorio, amplia hemorragia, trombosis, etc.; procesos purulentos en los tejidos y múltiples granos purulentos del cutis: piodermia; peligro de hemorragia y aneurisma de los vasos sanguíneos; osteomielitis aguda; afección tuberculosa de los huesos y articulaciones en el grado agudo; neoplasia de huesos y articulaciones.

      El masaje está indicado en el período postoperatorio de la cavidad abdominal, después de las operaciones torácicas, operaciones en la región pélvica, intervenciones quirúrgicas en los nervios periféricos, operaciones plásticas y otras; durante el tratamiento de quemaduras. Contraindicaciones: insuficiencia aguda cardiovascular; hemorragias y hemofilias; empiema; insuficiencias hepática y nefrítica; reacciones alérgicas agudas: urticaria, etc.

       Enfermedades de los sistemas nervioso central y periférico

      Indicaciones: arteriosclerosis de vasos cerebrales; consecuencias de las alteraciones de la circulación sanguínea cerebral; parálisis infantiles cerebrales; parálisis fláccida como consecuencia de poliomielitis; traumatismos que afectan el sistema nervioso periférico; enfermedades del sistema nervioso periférico: neuralgias y neuritis postraumática, infecciosa, degenerativadistrófica y de otra etiología; radiculitis