Hermanos de armas. Larrie D. Ferreiro. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Larrie D. Ferreiro
Издательство: Bookwire
Серия: Historia de España
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788412221305
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Land Company] de George Washington.

      Durante más de un siglo, Gran Bretaña había intentado evitar que sus colonias comerciaran directamente con otras potencias europeas mediante la promulgación de Leyes de Navegación [Navigation Acts] que instauraban tasas y restringían el comercio con otros países. La última de ellas fue la Ley de Impuestos Americanos [American Duties Act] de 1764, que los colonos rebautizaron pronto como Ley del Azúcar [Sugar Act]. Perseguía el contrabando, aunque también reducía el impuesto sobre el azúcar y la melaza que pagaban los colonos al importarlas de las plantaciones caribeñas británicas. Como dichos impuestos casi nunca se habían pagado hasta entonces, la recaudación más estricta que dicha ley activaba y sus medidas contra el contrabando significaban, de facto, una imposición de tasas y una reducción del comercio. Al mismo tiempo, el Parlamento aprobó la Ley de Moneda [Currency Act] que reducía la disponibilidad de papel moneda para los colonos. Dicho papel moneda se venía usando cada vez más debido a la carencia de dinero en metálico en forma de monedas de plata y oro. Estas dos leyes generaron una escasez de moneda que empeoró los efectos de la depresión posterior a la guerra.

      En mayo de 1765, la Asamblea de Burgueses [House of Burgesses], la cámara legislativa de Virginia, se reunió en Williamsburg para denunciar la Ley del Timbre. Un joven representante llamado Patrick Henry encabezó la acusación con unos pronunciamientos, las Resoluciones de Virginia [Virginia Resolves], que declaraban que solo la asamblea legislativa del estado, no el Parlamento, tenía derecho a recaudar impuestos de sus colonos. Su intervención ante la Asamblea de Burgueses comparó el movimiento contra la Ley del Timbre con la resistencia de Bruto ante César y la de Cromwell frente a Carlos I, una perspectiva que, para otros miembros de la cámara, traspasaba el límite de la traición.

      La Ley del Timbre no llegó a aplicarse y el Parlamento, impresionado por la vehemente reacción de los colonos, la rechazó a principios de 1766. Al mismo tiempo, aprobó las Leyes Declaratorias [Declaratory Acts], que afirmaban su primacía sobre las cámaras legislativas coloniales y le daban plenos poderes para implantar impuestos en las colonias. El Parlamento volvió a meter el dedo en el ojo de los colonos al año siguiente con las Leyes de Townshend [Townshend Acts], cuya denominación se debe al canciller de Hacienda que propuso tasas para la entrada en las colonias de vidrio, plomo, pinturas, papel y, de forma llamativa, té: artículos, todos ellos, que solo se podrían comprar a Gran Bretaña. La irritación de los colonos creció ante los continuos ataques a sus derechos y sustentos. Aunque en