Hermanos de armas. Larrie D. Ferreiro. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Larrie D. Ferreiro
Издательство: Bookwire
Серия: Historia de España
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788412221305
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tipos y dimensiones de los barcos, de manera que pudieran maniobrar y combatir juntos como una única unidad, así como fundó el primer cuerpo profesional de constructores de barcos del mundo, cuya tarea sería emplear los principios científicos en su diseño y construcción.45 El objetivo era que cada clase de buques fuera superior a su equivalente británica. Estos mecanismos de simplificación, estandarización y mejora de la flota crearían, según esperaba Choiseul, una Marina más efectiva sin gran aumento de su coste.

      Hacia el final del citado memorando, el ministro francés formulaba la esperanza de que Gran Bretaña pudiera verse debilitada, no mediante un ataque directo de Francia y España, sino por el mero resultado de sus políticas coloniales en Norteamérica tras la Guerra de los Siete Años. Choiseul, con una presciencia asombrosa, anunciaba que «solo la futura revolución de América […] postrará a Inglaterra a un estado de debilidad por el que deje de ser temida en Europa», aunque le preocupaba que «lo más probable es que nosotros no lo veamos […] ese suceso está demasiado lejano». Su primo Choiseul-Praslin expresaba una opinión similar del recién firmado Tratado de París:

      Aunque ambos hombres estaban seguros de que habría una revolución en Norteamérica y de que esta derribaría a Gran Bretaña de su altiva posición, ninguno de los dos la veía posible a corto plazo. Con todo, decidieron cubrir dicha posibilidad con el envío de un par de oficiales militares y un comerciante de vino escocés a que vigilaran, en persona, el efecto de las políticas británicas en sus colonias americanas e informaran de si había una revuelta en el horizonte o no.

      AGENTES FRANCESES EN LAS COLONIAS AMERICANAS

      En julio de 1763 llegó la noticia de que una confederación de tribus nativas americanas, encabezadas por el jefe ottawa Pontiac, estaba atacando fuertes de las fronteras occidentales en respuesta a incursiones británicas muy duras. Aquello fue, para los colonos, la primera señal de que su acceso al resto del subcontinente no iba a ser gratuito. La Guerra de Pontiac, como acabó por denominarse, actuó como catalizador para que el gobierno británico publicara la Proclamación Real de 1763, con la que intentaba llevar el orden y la estabilidad a Norteamérica. Dicha ley creaba las colonias de Quebec, Florida Oriental, Florida Occidental y Granada y establecía la frontera occidental de las trece colonias originales en una línea que bajaba por los montes Apalaches. Según la orden de Londres, el territorio situado al oeste de la Línea de la Proclamación se cedía a los pueblos nativos americanos y no se podían establecer asentamientos