Diseño de Políticas Públicas, 4.a edición. Julio Franco Corzo. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Julio Franco Corzo
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9786078571130
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la palabra “emergencia” requiere atención, así es que salí de mi habitación y me senté en la sala de lectura para escuchar al muchacho.

      —Adelante Jorge —dije con pesadumbre, porque mi intuición me decía que el tipo de emergencia que tenía el joven podía esperar un día.

      —Estoy diseñando un programa para cumplir con una demanda de campaña y mañana tengo que presentarlo al alcalde electo. Estoy muy atorado y si no termino, seguro que no tendré empleo los próximos tres años profesor. Le suplico me ayude.

      —Está bien, ¿recuerdas aún el curso de políticas públicas?—pregunté.

      —No completamente, profe, pero compré su libro y lo tengo enfrente de mí —contestó más animado.

      Así es que inicié haciendo las preguntas básicas para el diseño de una política pública: ¿cuál es el problema público?, ¿cuántas personas están afectadas?, ¿cuál es su perfil?, ¿en dónde viven?... después de abrumar al joven con 30 preguntas y escuchar sus respuestas le dije con afecto:

      —Jorge, estás a punto de presentar una ocurrencia. Creo que no leíste el libro. De las 30 preguntas que te hice sólo respondiste cinco. No estás preparado. Ten valor y dile al alcalde electo que en la última década se han pavimentado en promedio 320 calles en la ciudad por dos razones: el presupuesto y la capacidad operativa del área de obra pública. Dile que la idea resultó no ser tan buena porque pavimentar mil calles es presupuestal y operativamente inviable, al menos en el primer año de gobierno.

      —No puedo hacer eso profesor —respondió tímidamente—, si lo hago dañaré la reputación de un grupo de asesores al cual pertenezco.

      —Jorge, a quien vas a dañar es al alcalde­—lo interrumpí de inmediato—. Lo único que harás será causar gozo en sus enemigos y críticas en los me- dios si no alcanzan la meta, además de que serás cómplice de esa pifia.

      Hubo un silencio incómodo y lo rompí con una frase que terminó la lla- mada: —Tus colegas asesores y tú son unos amateur, pero pueden aprender. Lo pueden hacer con prudencia y preparándose más, pero también pueden aprender con un fracaso monumental.

      —Gracias por el consejo profesor —y el joven terminó abruptamente la llamada.

      Dos meses después, muchas colonias de la ciudad amanecieron tapizadas con pendones que tenían un logotipo morado que decía “Mil Calles”. Obviamente, el muchacho hizo caso omiso a mis advertencias. El nuevo ayuntamiento había elegido como uno de sus programas estrella la pavimentación de mil calles anuales.

      Al terminar el primer año de gobierno, el acalde instruyó retirar toda la publicidad de ese programa porque su equipo sólo logró pavimentar 400.

      Primera lección de este libro: si no tienes experiencia y vas a tener una responsabilidad en el sector público ¡contrata a buenos consultores para tus principales proyectos de inversión! Revisa qué tipo de trabajo han realizado y no firmes ningún contrato sin que te presenten lo que se logró con sus recomendaciones para otros gobiernos. Es muy importante que te muestren los documentos que entregaron a sus clientes anteriores para que no caigas en manos de buenos vendedores —exfuncionarios o políticos sin hueso— o de amateurs con títulos académicos rimbombantes que se han convertido en consultores de política pública.

      Una investigadora de una universidad privada, egresada del doctorado en economía de la Universidad de California, Los Ángeles (ucla), le propuso a un diputado federal mexicano hacer una iniciativa para regular la actividad de las empresas que ofrecen atractivas tasas de rendimiento a ahorradores y que, con los recursos que captan, financian desarrollos inmobiliarios en el país. El problema residía en que los ahorradores no tenían protección sobre su dinero.

      —Diputado, gracias por recibirnos. Durante tres meses un grupo de cuatro especialistas y yo hemos realizado un riguroso análisis de un problema público que aqueja a muchos mexicanos y en el que usted puede contribuir a través de una iniciativa de ley —dijo mientras encendía el proyector y un silencio incómodo se apoderaba de la sala por el nerviosismo de la presentadora.

      La primera lámina tenía una plantilla azul con una estrella en el lado superior izquierdo, que seguramente pertenecía a una plantilla predeterminada de PowerPoint, lo que me hizo recordar los trabajos finales que presentan mis alumnos de la Ibero. El título de la segunda lámina era “Antecedentes” y tenía cuatro párrafos con texto tan pequeño que era difícil de leer, parecía como si sólo los hubiera cortado y pegado de un procesador de textos.

      —En México existen más de 3 mil empresas financieras que… —dijo la investigadora, quien leyó sin despegar los ojos de la pantalla, como cuando una joven de preparatoria hace su primera presentación frente a su grupo.

      Una hora después, el legislador estaba visiblemente desesperado, quería irse, pero por cortesía estuvo presente en toda la sesión. Enviaba mensajes a través de su iPhone, tomaba llamadas y seguramente su mente estaba en la playa, recordando sus últimas vacaciones.

      Escuché activamente toda la presentación y el análisis fue excelente. La propuesta era sólida. La investigadora había tomado en cuenta todas las implicaciones de política pública en el proyecto, pero desafortunadamente perdió la credibilidad en los primeros cinco minutos.

      Al terminar la reunión, el legislador me comentó:

      —Franco, si crees que vale la pena, ayúdame a revisar esta propuesta porque sólo me acuerdo del título de la presentación.

      Segunda lección de este libro: si hiciste la tarea y tienes una excelente propuesta de política pública, invierte tiempo en la presentación, de lo contrario habrás desperdiciado el tiempo de investigación. Si tu fuerte no es presentar, que lo haga el colaborador con mejores habilidades de comunicación.

      Si eres decisor, pídele a tu asistente que le deje muy claro a la persona que te va a hacer una propuesta que únicamente tiene 20 minutos y que eres muy exigente con las presentaciones, así que más vale que se prepare bien. Si es posible, solicita por adelantado una copia de la propuesta para que puedas elaborar algunas preguntas clave. El libro de Oscar Gómez Cruz 2tres15 (2016), es una excelente guía para comunicar ideas de política pública.

      Un economista, egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México (itam) y asesor en la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno federal, le propuso a su jefe crear un fondo para ayudar a las personas que reciben remesas para que eviten pagar las altas comisiones que existen en el mercado. Invirtió semanas en la investigación y especialmente, en la elaboración de la presentación.

      —Secretario, hemos identificado que en cinco entidades federativas se reciben 80 % de las remesas del país y que en la última Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares se muestra que 40 % de las familias que las cobran, viven por debajo de la línea de pobreza patrimonial —dijo el joven asesor de 34 años.

      La presentación contenía gráficas en rojo y gris. Estaba muy bien estructurada y tenía fotografías de excelente calidad. Parecía como si un despacho de diseño la hubiera elaborado pero el asesor me comentó que él la había hecho.

      —Interesante —comentó el secretario.

      —Las comisiones que se cobran por este servicio son excesivas, van de 10 % a 25% del monto total del envío. Los datos muestran… —continuó el asesor y extendió su exposición durante diez minutos más, dedicándose al análisis de datos duros.

      —Muy bien, ¿qué propones? —preguntó el secretario.

      —Que la Secretaría de Desarrollo Social haga un convenio con las empresas que captan remesas en los Estados Unidos