La esposa excelente. Martha Peace. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Martha Peace
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9781629461564
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Y PIADOSOS 1. “¡Lo odio!” 1. “No siento amor por él ahora, pero escojo amarle, respondiendo de una manera amable.” 2. “¡No hay esperanza para este matrimonio!” 2. “¡No hay esperanza para este matrimonio!” 3. “ No puedo ser lo que Dios quiere que sea porque mi esposo no es un hombre piadoso.” 3. “Quizás él es un fracaso total ante Dios, pero yo no tengo que ser igual. Yo puedo agradar a Dios a pesar de que él no lo haga.” 4. “¡No puedo aguantarlo más!” 4. “Yo puedo aguantar, ya que “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podáis resistir…´” 1 Corintios 10:13 5. “Quisiera estar con el esposo de mi amiga. Él la trata muy bien.” 5. “Gracias, Dios, por mi esposo. ¿Qué puedo hacer yo por él para mostrarle que él es especial para mí?” 6. “Jamás le digo lo que estoy pensando. Si lo hago, él no va a pensar bien de mí.” 6. “Yo puedo aprender a decir la verdad con amor. Dios me dará la gracia para responder a su reacción, sea la que sea.” 7. “Quisiera que él no me molestara.” 7. “Gracias, Dios, por un esposo que quiere estar conmigo.” 8. “Si él me amara, sería más romántico.” 8. “El amorno busca lo suyo´. ¿Qué puedo hacer yo para mostrarle mi amor?” (1 Corintios 13:5)

      Cambiar los pensamientos pecaminosos empieza con el reconocimiento de los pensamientos egoístas y sin amor, los cuales están llenos de venganza y amargura o que no son bíblicos en ninguna manera. Cuando se dé cuenta de que su pensamiento es malo, confiéselo al Señor (esté de acuerdo con Dios que el pensamiento es pecaminoso). Sin embargo, como el arrepentimiento quiere decir que hay un cambio de opinión, el proceso de arrepentimiento no está completo hasta que usted lo reemplace con un pensamiento piadoso y justo. Allí es cuando usted ha “dejado” un pensamiento que le honra a usted misma y se habrá “puesto” un pensamiento que honre a Dios. Es un proceso que requiere esfuerzo. La cantidad de esfuerzo que usted muestra en ponerse los pensamientos y acciones correctas influirá directamente en su crecimiento a la imagen del Señor Jesucristo. Si se esfuerza en esto, se estará ejercitando “para la piedad” (1 Timoteo 4:7).

      Resumen

      Hemos visto que el pecado puede ser oculto o abierto. El pecado es una característica universal del hombre caído y sólo el Hijo de perfecto de Dios, Jesucristo, pudo proveer la manera de satisfacer la demanda justa de Dios contra el pecado. Dios hace todo el trabajo en la salvación del hombre. La salvación es por Su gracia y no está basada en ningún mérito del hombre (así sea “bueno”). La provisión de Dios por el pecado empieza con la cruz y continúa con gracia para el “oportuno socorro”, para crecer y madurar como cristianos (Hebreos 4:16). Con la gracia de Dios, podemos trabajar diligentemente en “dejar” los pensamientos pecaminosos y “ponernos” los pensamientos bíblicos y las acciones y correctas.

      …conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;

      sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera

      de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas

       corruptibles, como oro y plata,

      sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin

       mancha y sin contaminación.1 Pedro 1:17-19

      El Entendimiento de la Esposa

      Acerca de las Relaciones

      El Modelo de Dios

      (Los conceptos de este capítulo han sido adaptados con permiso del material escrito por Stuart Scott, Pastor y Profesor del Seminario Bautista del Sur, Louisville, Kentucky.)1

      Al aconsejar a las damas, frecuentemente oigo la queja, “Tengo un problema con una relación” o “Necesito ayuda para saber qué hacer sobre una relación en particular.” Su “problema” relacional puede ser con su madre, su hermano, su hijo, su amiga, su Pastor, su compañera de trabajo o su esposo. Como consejera, busco ejemplos de las Escrituras que ayuden a la esposa a ver un modelo piadoso que ella puede seguir. El mejor ejemplo que tenemos es el que encontramos en la Trinidad. Los miembros de la deidad son ejemplos vivientes para nosotros de una relación perfecta.

      A Dios le importan las relaciones. Él caminó con Adán en lo fresco del día, se llevó a Enoc para estar con Él, dio a Noé Su favor. Comió, habló, e hizo un pacto con Abram. Consoló a Agar en el desierto y le dio esperanza. Providencialmente trajo a José a Egipto y lo preparó para un día futuro. Hasta dejó que Moisés viera su gloria de una manera especial. Hizo de David un rey y le dio un corazón completamente dedicado a Dios. Y proveyó la manera para que el hombre pecaminoso pudiera ser reconciliado con Él, por medio de la obra expiatoria de Jesucristo en la cruz.

      Poco tiempo antes de su arresto y crucifixión, Jesús oró al Padre por aquellos quienes, eventualmente, pondrían su fe y confianza en Él. Basó su oración en la obra que estaba por hacer a favor de ellos en la cruz y cómo el Padre se glorificaría en ello. Pidió en oración a Dios, “Santifícalos en tu verdad,” y también pidió que los creyentes estuvieran unidos con Dios para que “todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti , que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” Juan 17:21 (énfasis añadido).

      Jesús también oró para que los creyentes tuvieran unidad perfecta y completa entre ellos. “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado” Juan 17:22,23 (énfasis añadido).

      Todo creyente tiene, de forma sobrenatural, la unión y posición por la cual Jesús oró en Juan diecisiete. Si son marido y esposa, también están unidos por Dios en “una carne” (Génesis 2:24). La palabra hebrea para “uno” es echad que quiere decir “uno, igual, completo, o de una vez.” La misma palabra es usada en Deuteronomio 6:4 para decir “el Señor es uno.”2 En otras palabras, de alguna manera Dios hace del marido y de la esposa “uno” como en la Trinidad, una unidad compuesta.

      La unidad que Dios desea que Su pueblo tenga en sus relaciones sólo es posible por medio de Jesucristo. Mucho de lo que se perdió en la caída del hombre puede ser recuperado por la unión con Cristo, pues solamente en Cristo, la relación entre el esposo y la esposa puede ser piadosa, bondadosa y verdaderamente íntima.

      La relación entre la deidad es nuestro modelo para toda relación. Desde la eternidad pasada, Dios (la Trinidad) ha establecido el modelo a seguir en todas nuestras relaciones. La relación dentro de la Trinidad es íntima y cercana. Así como hay armonía en la Trinidad, también puede haber armonía en la relación matrimonial. Dios tiene como propósito que tengamos esa experiencia. Tenemos que ir a Dios para ver este plan perfecto.

      Dentro de la Trinidad hay ciertos ingredientes que se combinan para hacer que su relación sea perfectamente íntima y armoniosa. Estos ingredientes son las cualidades del carácter piadoso que cada miembro de la Trinidad posee desde siempre. Dios deseó que la humanidad tuviera muchas de estas mismas características. Pero desgraciadamente, el hombre pecaminoso ha pervertido cada característica piadosa dada originalmente a Adán y Eva. Al estudiar el siguiente cuadro, podrá ver fácilmente como la relación entre las personas se dañan.

      Como