reclamación de esta por parte de los serbios y el Imperio otomano. En 1910, la provincia establece su propio Parlamento en el que están representados todos sus pueblos constituyentes. Al mismo tiempo, los intelectuales croatas desarrollan la idea de un Estado independiente que reúna a todos los eslavos del sur. —Que es precisamente lo que significa «Yugoslavia» —. Es la aparición de esta idea la que marcará los Balcanes del siglo XX.
28 de junio de 1914: el príncipe heredero Francisco Fernando, que ha caído en desgracia en la corte, se encuentra en Sarajevo. Un joven serbio, miembro del movimiento nacionalista serbio Mano Negra, asesina al archiduque. Su objetivo es volver a unir Bosnia a Serbia. Austria declara entonces la guerra a Serbia. El juego de las alianzas hace el resto; Alemania apoya a Austria contra Rusia, Francia se moviliza contra Alemania: es el comienzo de la Primera Guerra Mundial.
Los bosnios siguen siendo leales a Austria, aunque algunos musulmanes están al servicio de los serbios. En Bosnia, son los bosnio-serbios quienes pagan el precio más alto. Durante el conflicto se entablan contactos entre los nacionalistas eslavos del sur y, en 1917, la Declaración de Corfú sienta las bases de un Estado que los reúne a todos.
Del reino de Yugoslavia a la Segunda Guerra Mundial: de 1918 a 1945
Del reino de Yugoslavia a la Segunda Guerra Mundial: de 1918 a 1945 - Monumento dedicado a la Segunda Guerra Mundial en el parque nacional de Sutjeska.
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El 1 de diciembre de 1918, cuando el Imperio austrohúngaro desaparece, Bosnia y Herzegovina se integra en el nuevo reino independiente de los serbios, croatas y eslovenos, cuyo acto fundador había sido firmado por el gobierno serbio en el exilio, los nacionalistas croatas, eslovenos y montenegrinos. El Tratado de Versalles de 1919 separa definitivamente el país del Imperio de los Habsburgo. Pero no todo comienza tan bien. En noviembre de 1918, los serbios regresan a Bosnia para tomar represalias contra los musulmanes. El 28 de junio de 1921, el parlamento del reino decide, a petición de los serbios, establecer un estado centralizado. Los croatas y eslovenos están en contra. Sin embargo, el país se rebautiza en 1929 como «Reino de Yugoslavia», el reino de los eslavos del sur. Un rey serbio, Pedro I, consigue plenos poderes. La iniciativa inicial, encaminada a crear un estado multiétnico, beneficia a los serbios. Estos, más fuertes económicamente y más numerosos, provocan el resentimiento de los croatas y entre las dos guerras aumentan los sentimientos nacionalistas de todas las partes implicadas. Los extremistas croatas celebran alianzas con los fascistas italianos y alemanes y crean una sociedad secreta llamada «Ustasha». La monarquía se convierte en dictadura. Al mismo tiempo, los musulmanes bosnios, liderados por Mehmed Spaho, se ponen mayoritariamente de parte de los croatas.
1939 y la Segunda Guerra Mundial: l alcanzan un acuerdo asignando parte de Bosnia al banland de Croacia. En 1941, los ustashis croatas de Ante Pavelić se anexionan Bosnia sin más, que se convierte así en provincia de Croacia y se encuentra dividida en dos zonas de ocupación: la alemana y la italiana. Esos mismos ustashis asesinan a muchos serbios en campos de exterminio. La comunidad judía no escapa a la persecución. Esta violencia es tan grave que surgen dos movimientos: los chetniks y los partisanos. En un primer momento, los chetniks son reconocidos como el gobierno yugoslavo en el exilio. Después, los aliados optan por ayudar a los partisanos comunistas y a su líder, un tal Josip Broz, a quien llaman Tito. Acaba de nacer el mito. Durante el conflicto, el papel de los bosnomusulmanes es complejo: una parte considerable combate con los ustashis croatas, aunque la mayoría elige aliarse con Tito y sus grupos de resistencia «multiétnicos».
La República Federativa Socialista de Yugoslavia: de 1945 a 1992
1945, la segunda Yugoslavia. A iniciativa del Consejo de la Resistencia, en noviembre de 1943 nace la República Federativa Socialista de Yugoslavia. Está integrada por las seis repúblicas constitutivas, entre ellas Bosnia y Herzegovina. Tito toma la delantera. Es un comunista, en la línea de la URSS, aunque se desmarcará más tarde de esta para fundar el movimiento de los no alineados. La guerra civil mundial entre partidarios de los ustashis y chetniks y la persecución nazi costó un millón de vidas. La doctrina del nuevo estado se convierte en «la heroica lucha del pueblo yugoslavo contra el fascismo». Los odios, rivalidades y atrocidades cometidas por unos y otros desaparecen de los libros y de los discursos oficiales. La paz durará cuarenta y cinco años.
Se ponen en marcha a lo largo de los años, una economía y sistema político comunistas más flexibles y abiertos que los demás regímenes comunistas del mundo.
Se puede entrar y salir de Yugoslavia libremente.
1968 se reconoce la identidad bosníaca (musulmanes), así como la identidad serbia y croata. La nacionalidad musulmana no implica necesariamente ser musulmán, es una identidad nacional.
1974 se aprueba una nueva Constitución y una nueva organización política en Bosnia: para poner en igualdad de condiciones a los tres componentes de la República de Bosnia, Tito crea una presidencia tripartita que representa a los serbios, croatas y bosníacos. Cada comunidad es entonces parte del «pueblo constituyente» de Bosnia y Herzegovina. Tito muere en 1980 y, en 1985, empiezan las tensiones dentro de la Federación yugoslava.
En enero de 1990, el XIV Congreso de la Liga Comunista abolió el papel dirigente del partido en Yugoslavia y permitió la celebración de elecciones multipartidistas, las primeras desde 1945. Surge nmediatamente una multitud de partidos, muchos de ellos nacionalistas. En Bosnia, las elecciones parlamentarias de noviembre de 1990 permiten la aparición del SDA bosníaco, el SDS serbio y el HDZ croata, todos nacionalistas. Ganan los siete escaños de la Presidencia colegiada y Alija Izetbegović, fundador del SDA musulmán, toma la delantera del nuevo gobierno. No es un desconocido; se trata de un exactivista encarcelado dos veces por sus postulados nacionalistas.
Las cosas se precipitan en 1991. En junio, Croacia y Eslovenia abandonan la Federación y declaran su independencia. Solo Serbia desea mantener la Federación yugoslava. Ante la inminente desintegración de Yugoslavia, los serbios de Bosnia forman regiones autónomas serbias (RAS) que las autoridades locales se niegan a reconocer. Estallan los conflictos: la JNA, el ejército federal yugoslavo, superado numéricamente por los serbios, controla Móstar por poco tiempo.
A nivel gubernamental, las negociaciones están estancadas. Los bosnioserbios ahondan en su oposición creando una asamblea serbia en la República de Bosnia y Herzegovina y celebran un referéndum para mantener la Federación. La mayoría lo aprueba.
Minorías en Bosnia
Durante mucho tiempo, otras comunidades han venido a establecerse en Bosnia. Quizás la más importante sea la de los judíos y, en particular, la de los judíos sefardíes que huían de la Inquisición española. Desde el siglo XVI salen de España a Italia, Alemania África y algunos de ellos a la Dalmacia croata. En contacto con los musulmanes de Bosnia y ante su acogida, deciden instalarse aquí. Los otomanos aceptan cualquier otra religión monoteísta y permiten a los judíos preservar su cultura y religión. La comunidad se instala en Sarajevo, pero también en Móstar, Tuzla y Zenica.
Los judíos se integran entonces en el mosaico bosnio y prosperan hasta las dos guerras mundiales que, en particular la segunda,