Aportes de la biología del suelo a la agroecología. Marina Sánchez de Prager. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Marina Sánchez de Prager
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Математика
Год издания: 0
isbn: 9789587835809
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del periodo sabático que acabo de finalizar se basó en el interés de recopilar en un texto algunos aportes de la biología del suelo a la agroecología, a partir de la investigación realizada en más de treinta y cinco años de trabajo académico, a través de la docencia, extensión y dirección o codirección de trabajos de grado, en el pregrado, la maestría, doctorado y posdoctorado, tanto al interior de la Universidad Nacional de Colombia, como fuera de ella, en instituciones como la Universidad de Antioquia, Universidad del Valle, Universidad de Córdoba, Instituto de Investigaciones en México, Universidad Politécnica de Madrid, Universidad de la Laguna en España, Universidad Nacional de La Matanza en Argentina, entre otras.

      Este libro recoge, en mucho, la experiencia personal de vida académica en la Universidad Nacional de Colombia donde tuvimos la fortuna de contar con académicos que posicionaron en nuestro conocimiento, mente y espíritu la idea de que se puede practicar agricultura alternativa sin acudir al uso de fertilizantes y biocidas basados en la petroquímica.

      La oportunidad de vincularme como docente a cursos en pregrado de Biología General y de Microbiología permitieron que nos nutriéramos de conocimientos fundamentales y nos vinculáramos desde los primeros semestres a la investigación, acompañados de profesores como Hernando Patiño, Jorge Escobar (q. e. p. d.), Carmen Llanos, Nelson Bravo, Iván Zuluaga, Germán Bernal, entre otros. Allí realizamos los primeros pinitos investigativos en microorganismos del suelo y patogénesis.

      Posteriormente, la Maestría en Suelos y vinculación al CIAT en calidad de investigadora, con los doctores Ewald Sieverding y Reinhardt Howeler, me abrieron las puertas a los estudios en micorriza, me permitieron especializarme en este tema y comprender que, a pesar de su importancia, solo explicaban parcialmente lo que pasa en el suelo vivo.

      La vinculación con docentes investigadores cubanos nos introdujo en el mundo de la fijación biológica de N2 a controladores microbiológicos de plagas, tema en el cual es pionera la Sede Palmira de la Universidad Nacional. Lo anterior ha permitido que egresados nuestros construyan empresas exitosas. La exploración del suelo, la introducción en el concepto de rizosfera —invisibilizado por la agricultura convencional, a pesar de tener más de cien años de establecido—, el aislamiento de microorganismos en cultivos puros y mixtos, la comprensión de las interacciones y su importancia cuando se trata de establecer cultivos limpios fortalecieron aún más lo aprendido con mis profesores: se puede establecer agroecosistemas sin el uso de agroquímicos sintéticos.

      Por último, la vinculación al trabajo con agricultores, campesinos y la incursión a la agroecología, gracias a la llegada de investigadores como Miguel Ángel Altieri y Martín Prager Mosquera, permitieron que se visualizara la amplia aplicación y aporte de la fundamentación de todo ese conocimiento acumulado por los agricultores y la ciencia en biología del suelo. Por tanto, se propuso la inclusión del curso Biología del Suelo, como parte del núcleo de formación de la maestría y, posteriormente, del doctorado que se ofrecía en suelos, en esta temática. También hace parte de especialización y, actualmente, del Doctorado en Agroecología.

      Fue así como la investigación realizada por más de veinte años, en ambientes de laboratorio y controlados, encontró espacio en los sistemas agroecológicos. Se modificaron las preguntas y metodologías de investigación a aplicar, se propició lazos para que el trabajo de extensión con la comunidad se estrechara y nuestros estudiantes fueran al campo a consolidar su formación, realizaran allí sus trabajos de grado, maestría, doctorado y colaboraran con el trabajo de los agricultores en sus agroecosistemas.

      La presentación de proyectos de investigación a Colciencias, en cooperación con algunas fundaciones, instituciones públicas, privadas y, sobre todo, el apoyo financiero institucional a través de programas de extensión solidaria, educación continuada, permanente y de investigación en diferentes modalidades, nos permitió avanzar en el proceso de afrontar distintos interrogantes que se generan día a día, e incrementar las evidencias a las respuestas encontradas.

      Imposible dejar de mencionar a los estudiantes, en sus diferentes niveles, que nos han confiado sus intereses y se han comprometido en los procesos, a nuestros compañeros profesores internos y externos que nos aportan desde la cotidianidad a través de discusiones, escritos, conversaciones formales e informales, que nos critican y que nos permiten avanzar continuamente.

      Al publicar este libro, me acompaña la esperanza de poder colaborar a que los interesados, curiosos y comprometidos con los temas de la biología del suelo y la agroecología —que comienzan o llevan algún camino recorrido— encuentren en este texto elementos que les contesten algunas preguntas en torno al suelo como fundamento de la tierra viva, a formular otras que avancen con mayor rapidez que la nuestra y se sumen a las construcciones que se requieren. Que la Sociedad Latinoamericana de Agroecología (Socla) pueda incorporarlo a los textos que recomienda para la formación de agroecólogos, campesinos y ciudadanía local, regional y planetaria. Imposible finalizar este recuento sin agradecer a la Universidad Nacional de Colombia por las oportunidades colectivas que nos brinda, como institución pública del Estado, para realizarnos como humanos.

      Palmira, septiembre de 2018

      Agradecimientos

      A la maravillosa familia con quien comparto la cotidianidad les agradezco por su cariño, paciencia, espíritu alegre, en especial a Martín, mi compañero de vida, por todas sus diarias enseñanzas, y a mis hijos Andrea y Martín, quienes nos acogen y aman dentro de nuestras diferencias.

      A la Universidad Nacional de Colombia - Sede Palmira le doy gracias por acogerme y brindarme múltiples oportunidades de avance académico, permitirme expresar ideas con libertad y generar espacios de discusión, argumentación y reflexión con académicos, estudiantes y diversas personas de instituciones públicas y privadas que nos enriquecen con sus inquietudes. Es allí donde se construye nuevo pensamiento, ideas, innovación. Esta es una de las cualidades más importantes de la universidad pública.

      Doy gracias a los campesinos agroecológicos y a sus familias porque su trabajo cotidiano mantiene el suelo vivo, nos proveen el alimento y dan ejemplo de solidaridad, de inteligencia, de ciencia en construcción permanente cuando observan y ensayan, y de desprendimiento, pues todo su trabajo lo realizan y nos lo ofrecen en ambiente, agua y suelo.

      A los académicos de la U.N. Sede Palmira, mi otra familia, les agradezco porque a través de espacios de discusión nos ayudan a avanzar cada día desde la investigación, pero también desde lo humano mediante su amistad sincera y permanente. También doy gracias a los investigadores nacionales e internacionales que me han permitido compartir muchos espacios de aprendizaje.

      A los estudiantes que toman los cursos que ofrecemos, que deciden realizar investigación y extensión con nosotros dentro del Grupo de Investigación en Agroecología (GIA-UN) les agradezco el estar allí siempre apoyándonos con su quehacer. A la Sociedad Latinoamericana de Agroecología les agradezco por mostrarnos el camino que debemos recorrer como académicos comprometidos.

      Debo mencionar con nombre propio por el apoyo incondicional para hacer posible esta obra: Erika Perea Morera, ingeniera ambiental que me ha acompañado durante este tiempo. Su trabajo comprometido ha permitido que el camino sea más fácil. Ojalá que haya logrado sembrar en su corazón y en su memoria el amor por el suelo vivo y su conocimiento.

      Igualmente debo agradecer a Elsa María Guetocue, asistente de GIA-UN, siempre dispuesta a brindar su apoyo incondicional; al M. Sc. Nelson Bravo Otero, quien sin pensarlo dos veces aceptó la invitación a hacer algunas ilustraciones para esta obra; y a Laura de la Cruz, Miguel Beltrán, Alexander Pereira Mosquera, Carlos Eduardo Agudelo Morales, Fredy Corredor y Luis Eduardo Forero Pinto. Presento excusas a todos aquellos a quienes dejé de mencionar.

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      1.1. La transformación de la superficie del planeta Tierra en suelo: fruto de la complejidad

      1.1.1. De un medio terrestre inorgánico a un ecosistema propicio para la vida

      Comprender la evolución de la Tierra, de la cual