no sé qué beatitud, no sé qué vino,
y el pan de Dios que está sobre la mesa.
He querido tratar el tema de la vida, y luego de haberme interrogado en vano varias veces, sin haber encontrado respuesta alguna, nace en mí la reflexión del por qué me he remitido al pasado:
El día 11 de Abril de 1987 escribí mí “FRASE N° 2”.
“No soy Cyrano de Bergerac, ni poeta; traté de creer solo en lo que veía, y no vi más que hasta mi nariz”.
Es que no sé aún si mal o bien he hecho, es que un día me levanté de la cama, me miré al espejo, noté que tenía arrugas y sólo sé que le hice caso al corazón:
Creo que vengo de donde los hombres son niños y voy por amor a cualquier parte.
Año 1975
Estos recuerdos duermen en mi desde hace tiempo; en el mientras tanto, el tiempo pasa y se va...
Aprendí que los colores primarios son el rojo, el amarillo y el azul; colores que no se pueden obtener mediante la mezcla de ningún otro color, conforme a la mezcla de cada uno de ellos, en partes iguales, se pueden obtener diversos colores, a estos colores se los denominan secundarios. Sí se mezclan partes iguales de un color primario y un color secundario se obtiene un color terciario...
– Puede ver usted con mayor detenimiento la teoría del color. –
Es invalorable hacer la experiencia de mezclar colores junto con hermanos, padres, hijos, abuelos, amigos... Ver el asombro que les provoca a grandes y a chicos los cambios de colores...
Siempre me agradó combinar colores, cambiar la realidad de alguna manera. Un dibujo en blanco puede colorearse de varias maneras, sostengo que una hoja en blanco debe colorearse solo de la manera correcta. Por lo tanto, debo confesar que prefiero colorear una hoja en blanco; quizás se deba a que no soy buen dibujante y, en una hoja en blanco puedo volcar más fácilmente mis ausencias y presencias.
– Nunca fui un buen dibujante; solo fui un gran copiador de imágenes, cambié realidades conforme a que los hechos iban sucediendo. –
Por lo tanto; es factible que me haya equivocado, o que haya cambiado una por otra, presencia por ausencia y viceversa.
La pasión por el color nació en mí a la edad de diez (10) años; solo quería dibujar y pintar, pasión que se extendió hasta pasada mí adolescencia.
La casa de mi profesora de dibujo, donde la misma contaba con su atelier, se encontraba a tan solo tres cuadras de la mía; a veces me pasaba horas viendo sus cuadros, siempre tuve la idea de crear mí obra maestra, creo que lo he conseguido. Hoy pende de un clavo, en el comedor de mí casa, el cuadro de mí señora esposa, Doña Claudia Rita Alvarez, con mucho decoro y entre tules completamente desnuda.
Mi hermanita; me acompañaba rigurosamente todos los días que me correspondía ir a aprender dibujo y pintura, ellos eran los martes y jueves. En el trayecto nuestra fantasía era; que ella era mi madre y yo su hijo, que escapábamos de una guerra y que ella me protegía. Ésta fantasía se repetiría cada vez que debíamos salir de casa solos, vez tras vez, de una forma mejorada.
– Mi hermanita siempre me protegió de una manera especial; la vida luego me llevó por otros caminos, los sueños y fantasías habrían de amortiguar los golpes y desengaños.–
Año 1976
Sí estar ausente es no encontrarse o no existir en un lugar determinado, entonces me pregunto:
¿Dónde se encuentran ahora mis figuritas?
– En las de “FÚTBOL” la más difícil era la de “RIVER PLATE CAMPEÓN AÑO 1975” y en las de “TARZÁN” era “LA MONA CHITA”.–
¿Dónde están ahora los materiales de librería que utilicé?
– Libros; reglas, escuadras, lápices, estilógrafos de dibujo técnico, y una batería enorme de cosas que es difícil de enumerar en éstas pocas páginas. –
Por cierto; mi madre era la administradora de los recursos, tales cómo, gomas de borrar, reglas y todo tipo de materiales de librería. Mantenía un stock mínimo de ellos para que podamos hacer siempre los deberes para la escuela. Cuándo le pedíamos materiales de librería en presencia de mí padre, éste siempre le consultaba lo siguiente:
¿Dónde está el “TOCO”?
– La palabra “TOCO” hacía referencia a la cantidad de materiales de librería que nos traía asiduamente a mí hermana y a mí, y que nosotros dejábamos olvidados en algún rincón de la escuela o en la cartuchera de algún compañero... –
Hoy comprendo que “AUSENCIA” y “PRESENCIA” son la misma cosa, el “TOCO” hoy está “AUSENTE” entre mis cosas y “PRESENTE” en el escritorio de mí hermana.
– Siempre hay alguien más sentimental que otro. –
A todo esto; en la casa de mis abuelos maternos había un escritorio que tenía y tiene una historia particular, fue confeccionado y fabricado por mí abuelo para mí madre, él era de profesión carpintero.
El día 27 de Abril de 2016 escribí el acróstico
CARPINTERO
Clama con el corazón que,
Ama desenfrenado.
Reza con cada cincelada trabajando la madera;
Pide paz, pan y trabajo.
Imagina y construye una vida diferente,
No le duelen las llagas de sus manos.
Tras el día la noche trae el cansancio que;
Empezará simplemente cada día,
Riendo con sus hijos a su lado.
Oh! Qué maravilla! Eres el obrero de tu casa; de profesión, “CARPINTERO”.
El escritorio lo utilizo primero mí madre, la propietaria; luego mí tío Jorge, su hermano, más tarde yo, después estuvo durante un tiempo perdido y, finalmente en el cuarto de mi hermanita, en el que guarda en sus cajones al “TOCO”.
Los escritorios no solo se utilizan para la escritura, se puede guardar elementos de librería y objetos varios en sus cajones. Por ejemplo; cuando yo tenía la posesión del escritorio, guardaba mí mecanismo girador de botón.
Un mecanismo girador de botón se confeccionaba de la siguiente manera:
Se agarraba un hilo de barrilete de 64,0 centímetros de longitud y un botón de dos ojales de diámetro aproximado 2,5 centímetros; se pasaba la punta del hilo primero por un ojal y luego por el otro, se ataban los extremos del hilo y de ésta manera quedaba preparado el dispositivo. Se pasaba el hilo del dispositivo primero por el dedo índice de la mano izquierda y luego por el de la mano derecha, el botón debía quedar equidistante de los dos dedos índices de ambas manos. El mecanismo se hacía funcionar de la siguiente manera; se giraba con la mano derecha y hacia la derecha el botón y el hilo, cuando se sentía presión sobre la base del dedo índice de la mano izquierda, se empezaba a juntar y separar las manos para que el botón gire.
Esquema del mecanismo girador de botón
Año 1976
Los días “SÁBADO” y “DOMINGO” eran especiales;