Legends, Tales and Poems - The Original Classic Edition. Becquer Gustavo. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Becquer Gustavo
Издательство: Ingram
Серия:
Жанр произведения: Учебная литература
Год издания: 0
isbn: 9781486413355
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infectas.... Ven ... ven ... estas palabras zumbaban en los oidos de Fernando como un conjuro. Ven ... y la mujer misteriosa le llamaba al borde del abismo, donde estaba suspendida, y parecia ofrecerle un beso ... un beso ...

       Fernando dio un paso hacia ella ... otro ... y sintio unos brazos delgados y flexibles que se liaban a su cuello, y una sensacion fria en

       sus labios ardorosos, un beso de nieve ... y vacilo ... y perdio pie, y cayo al agua con un rumor sordo y lugubre.

       Las aguas saltaron en chispas de luz, y se cerraron sobre su cuerpo, y sus circulos de plata fueron ensanchandose, ensanchandose hasta expirar[1] en las orillas.[2]

       [Footnote 1: expirar. Becquer uses incorrectly the form espirar.]

       [Footnote 2: "It was a maxim both in ancient India and ancient Greece not to look at one's reflection in water.... They feared that the water-spirits would drag the person's reflection or soul under water, leaving him soulless to die. This was probably the origin of the classical story of Narcissus.... The same ancient belief lingers, in a faded form, in the English superstition that whoever sees a water-fairy must pine and die.

       'Alas, the moon should ever beam

       To show what man should never see!-- I saw a maiden on a stream,

       And fair was she!

       I staid to watch, a little space,

       Her parted lips if she would sing; The waters closed above her face With many a ring.

       I know my life will fade away,

       I know that I must vainly pine, For I am made of mortal clay. But she's divine!'"

       Fraser, The Golden Bough, London, Macmillan & Co., 1900, vol. i, pp. 293-294. The object of Fernando's love was evidently an undine (see p. 43, note 1, and p. 47, note 1).]

       LA CORZA BLANCA I

       En un pequeno lugar[1] de Aragon,[1] y alla por los anos de mil trescientos y pico, vivia retirado en su torre senorial un famoso caballero llamado don Dionis, el cual, despues de haber servido a su rey[3] en la guerra contra infieles, descansaba a la sazon, entregado al alegre ejercicio de la caza, de las rudas fatigas de los combates.

       [Footnote 1: un pequeno lugar. Veraton, a feudal town in the neighborhood of the Moncayo (see p. 8, note 1). Population (1900),

       484.]

       [Footnote 2: Aragon. "An ancient kingdom, now a captaincy-general of Spain, capital Saragossa, bounded by France on the north, by Catalonia on the east, by Valencia on the south, and by New Castile, Old Castile, and Navarre on the west, comprising the provinces of Huesca, Saragossa, and Teruel. It is traversed by mountains and intersected by the Ebro. During the middle ages it was one of the two chief Christian powers in the peninsula. In 1035 it became a kingdom; was united to Catalonia in 1137; rose to great influence through its acquisitions in the thirteenth and fourteenth centuries of Valencia, the Balearic Islands, Sardinia, and the Sicilies; and was united with Castile in 1479 through the marriage of Ferdinand of Aragon with Isabella of Castile." Century Dict.]

       [Footnote 3: The kings who reigned in Aragon during the fourteenth century were as follows: Jaime II el Justo (1291-1327), Alfonso

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       IV el Benigno (1327-1336), Pedro IV el Ceremonioso (1336-1387), Juan I el Cazador (1387-1395), and Martin (1395-1410).]

       Acontecio una vez a este caballero, hallandose en su favorita diversion acompanado de su hija, cuya belleza singular y extraordinaria blancura le habian granjeado el sobrenombre de la Azucena, que como se les entrase a mas andar el dia engolfados en perseguir a una res en el monte de su feudo, tuvo que acogerse, durante las horas de la siesta, a una canada por donde corria un riachuelo, saltando

       de roca en roca con un ruido manso y agradable.

       Haria[1] cosa de unas dos horas que don Dionis se encontraba en aquel delicioso lugar, recostado sobre la menuda grama a la som-bra de una chopera, departiendo amigablemente con sus monteros sobre las peripecias del dia, y refiriendose unos a otros las aventuras mas o menos curiosas que en su vida de cazador les habian acontecido, cuando por lo alto de la mas empinada ladera y a traves de los alternados murmullos del viento que agitaba las hojas de los arboles, comenzo a percibirse, cada vez mas cerca, el sonido de una esquililla semejante a la del guion de un rebano.

       [Footnote 1: Haria = 'it must have been.' See p. 5, note 2, and p. 42, note 1.]

       En efecto, era asi, pues a poco de haberse oido la esquililla, empezaron a saltar por entre las apinadas matas de cantueso y tomillo, y

       a descender a la orilla opuesta del riachuelo, hasta unos cien corderos, blancos como la nieve, detras de los cuales, con su caperuza calada para libertarse la cabeza de los perpendiculares rayos del sol, y su atillo al hombro en la punta de un palo, aparecio el zagal que los conducia.

       --A proposito de aventuras extraordinarias, exclamo al verle uno de los monteros de don Dionis, dirigiendose a su senor: ahi teneis

       a Esteban el zagal, que de algun tiempo a esta parte anda mas tonto que lo que naturalmente lo hizo Dios, que no es poco, y el cual

       puede haceros pasar un rato divertido refiriendo la causa de sus continuos sustos.

       --?Pues que le acontece a ese pobre diablo? exclamo don Dionis con aire de curiosidad picada.

       --!Friolera! anadio el montero en tono de zumba: es el caso, que sin haber nacido en Viernes Santo[1] ni estar senalado con la cruz,[2] ni hallarse en relaciones con el demonic, a lo que se puede colegir de sus habitos de cristiano viejo, se encuentra sin saber como ni por donde, dotado de la facultad mas maravillosa que ha poseido hombre alguno, a no ser Salomon,[3] de quien se dice que sabia hasta el lenguaje de los pajaros.

       [Footnote 1: Viernes Santo = 'Good Friday,' the Friday of Holy Week, anniversary of the death of Jesus Christ. Friday has long been considered an unlucky day, and Good Friday, in spite of its name, has been regarded by popular superstition as a fatal day. One born on that day might have particular aptitude for witchcraft.]

       [Footnote 2: senalado con la cruz = 'marked with the cross.' The reference here is doubtless to a birth-mark in the form of a cross, which would indicate a special aptitude for thaumaturgy or occultism. This might take the form of Christian mysticism, as in the case of St. Leo, who is said to have been "marked all over with red crosses" at birth (see Brewer, Dictionary of Miracles, Phila., 1884, p.

       425), or the less orthodox form of magic, as is suggested here.]

       [Footnote 3: Salomon = 'Solomon.' "A famous king of Israel, 993-953 B.C. (Duncker), son of David and Bathsheba.... The name of Solomon, who was supposed to have possessed extraordinary magical powers, plays an important part in Eastern and thence in European legends," Century Dict. "His wisdom enabled him (as legend informs us) to interpret the speech of beasts and birds, a gift shared afterwards, it was said, by his descendant Hillel (Koran, sura 37, Ewald, Gesch. Isr., iii, 407)." M'Clintock and Strong, Cyclopedia of Biblical, Theological, and Ecclesiastical Literature, N.Y., 1880, vol. ix, p. 871.]

       --?Y a que se refiere esa facultad maravillosa?

       --Se refiere, prosiguio el montero, a que, segun el afirma, y lo jura y perjura por todo lo mas sagrado del mundo, los ciervos que discurren por estos montes, se han dado de ojo para no dejarle en paz, siendo lo mas gracioso del caso, que en mas de una ocasion

       les ha sorprendido concertando entre si las burlas que han de hacerle, y despues que estas burlas se han llevado a termino, ha oido las ruidosas carcajadas con que las celebran.

       Mientras esto decia el montero, Constanza, que asi se llamaba la hermosa hija de don Dionis, se habia aproximado al grupo de los cazadores, y como demostrase su curiosidad por conocer la extraordinaria historia de Esteban, uno de estos se adelanto hasta el sitio en donde el zagal daba de beber a su ganado, y le condujo a presencia de su senor, que para disipar la turbacion y el visible encogimiento del pobre mozo, se apresuro a saludarle por su nombre, acompanando el saludo con una bondadosa sonrisa.

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       Era Esteban un muchacho de diecinueve a veinte anos, fornido, con la cabeza pequena y hundida entre los hombros, los ojos peque-

       nos y azules, la mirada incierta