Sermones actuales sobre Pablo. Kittim Silva. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Kittim Silva
Издательство: Bookwire
Серия: Sermones actuales
Жанр произведения: Религиозные тексты
Год издания: 0
isbn: 9788417131777
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Tarso, «los discípulos» se convirtieron en ángeles de ayuda sin alas, en ángeles de socorro sin alas, en ángeles de liberación sin alas. Tú y yo también podemos convertirnos en ángeles sin alas, protectores de otras personas. Oremos por esos ángeles de consolación, ángeles de ayuda, ángeles de carne y de hueso sin alas, no que vuelen, pero sí que lleguen cuando se les necesita.

      Muchos se convierten en demonios de aflicciones, demonios de tribulaciones, demonios de discordias. Nosotros podemos convertirnos en ángeles sin alas trayendo alegría a los entristecidos y ángeles sin alas de esperanza para muchos seres humanos sin esperanza. Necesitamos ángeles de amor sin alas; ángeles de provisión sin alas; ángeles de cuidado sin alas; ángeles que den sin alas; ángeles de aviso sin alas; ángeles de trabajo sin alas.

      El medio. Con la ayuda de una canasta, el Apóstol de Tarso fue descolgado de noche por una muralla, y así fue liberado de la muerte. Todavía no era el tiempo de la muerte para él. Mientras Jesucristo no haya cumplido su propósito contigo y conmigo, la muerte no podrá reclamarnos. Tu vida y mi vida está guardada en las manos de Jesucristo.

      Puede que Damasco haya sido el punto de partida al desierto de Arabia y el regreso de Arabia. Cuando un discípulo del Señor Jesucristo es llamado para una misión, debe ir al desierto para ser quebrantado. El Espíritu Santo usa más fácilmente a creyentes que se han dejado quebrantar.

      De los dos testigos apocalípticos, que podrían ser Moisés y Elías, leemos: «Cuando estos dos profetas hayan terminado de anunciar mi verdadero mensaje, el monstruo que sube desde el Abismo profundo peleará contra ellos, y los vencerá y los matará» (Apoc. 11:7, TLA). La muerte de ellos o quien quiera que ellos puedan ser, no será un minuto antes, ni un minuto después. ¡Dios sabe la hora con los minutos para cada uno de nosotros!

      A Saulo de Tarso lo bajaron por aquella muralla metido dentro de una canasta, que por su tamaño pudo ser de cargar pescados. Quizá no olía bien, pero era su salvación. El Señor Jesucristo tiene muchas canastas para nosotros que no son muy de nuestro gusto, pero nos ayudan.

      El Saulo de antes, todo auto-suficiente, ahora necesitó de la ayuda de personas anónimas. Muchos anónimos aparecieron en la vida de Saulo. Y son muchos los anónimos que han dado su contribución a nuestras vidas y ministerios. Cuando puedas piensa en esas ocasiones en las que algún anónimo asignado por el cielo, te ayudó a ti. Aunque nosotros también hemos sido un anónimo para alguien. El cielo de la Biblia está tachonado por muchas estrellas anónimas.

      Conclusión

      Déjate ayudar por aquellos que el Espíritu Santo mueve para ayudarte y darte la mano. Solo no puedes hacer las cosas. Con otros se te hará más fácil.

      La conexión de Pablo

      Hechos 9:27, RVR1960

       «Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús».

      Introducción

      Saulo de Tarso, al igual que muchos de nosotros, necesitó la ayuda de alguien para llegar a ser alguien. Fue tomado de la mano para tomar de la mano a otro. Un ministerio eficaz es ayudado para luego ayudar.

      1. La reacción contra Saulo

      «Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo» (Hch. 9:26).

      La llegada. Desde Damasco Saulo de Tarso viajó a Jerusalén. Dicha llegada a Jerusalén estaría cargada de sentimientos encontrados, pues fue la ciudad donde Pablo de Tarso se educó y pasó la mayor parte de su vida. De allí salió con la encomienda de apresar a los seguidores de Jesús. Ahora regresaba como un apresado espiritualmente por Jesús. Tendría que pensar en sus antiguos amigos y condiscípulos fariseos. Eso debió de haberle llenado de mucho nerviosismo cuando entró por las puertas de Jerusalén.

      Por otro lado la llegada de él a Jerusalén produjo una atmósfera desagradable para los seguidores de Jesús. Muchos «discípulos» dudaban de la conversión de Saulo. Pensaban que su cambio no era genuino. Por eso exigían de él dar frutos de arrepentimiento y pruebas de su conversión. Lo irónico es que ya habían pasado algunos años. El tiempo es el mayor testimonio para un recién convertido. Ver cambios en una persona exige tiempo.

      Un árbol que da buenos frutos testifica de su buena naturaleza. Hay árboles que no dan fruto, pero dan buena sombra. Otros árboles dan fruto, pero no dan buena sombra. Otros árboles no dan ni sombra ni frutos. Las sombras o los frutos pueden ser buenos o malos. ¡Un árbol que da buen fruto y da buena sombra es mucho mejor!

      El miedo. Saulo de Tarso «trataba de juntarse con los discípulos, pero todos le tenían miedo». El miedo es un sentimiento negativo, el cual se había manifestado en los creyentes de la Iglesia de Jerusalén. Ese fue un miedo colectivo, «todos le tenían miedo». El rechazo a otros nos impide disfrutar de sus frutos y de su sombra.

      Me gusta esa expresión «trataba de juntarse con los discípulos». La Traducción En Lenguaje Actual nos dice: «Y allí trató de unirse a los seguidores de Jesús». ¿Has tratado de juntarte o unirte a alguien, y no te han querido? ¿Te has sentido rechazado por alguien o por causa de algo?

      El sentimiento negativo del miedo es contagioso, de una persona se transfiere a otra. Un miedoso hace miedosos. El creyente no debe tener miedo: «En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor» (1 Jn. 4:18).

      «Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana» (2 Tim. 1:7, TLA).

      2. La cooperación con Saulo

      «Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús» (Hch. 9:27).

      La necesidad. ¿Cómo se conectó Bernabé con Saulo? Se desconoce. Se necesita el ministerio de un Bernabé, que es el ministerio de alguien que cree en otra persona, que toma de la mano, y conecta con personas significativas. Bernabé trajo a Saulo de Tarso ante los apóstoles. Bernabé fue un hombre de conexiones espirituales y de contactos sociales. Dios pondrá alrededor tuyo a gente de conexiones divinas, abridores de brechas, de puentes que te conectarán a un proyecto, a un sueño o a una visión.

      Saulo de Tarso se conectó a Bernabé, y él lo conectó con el colegio apostólico, aunque la realidad es que fue solamente con el apóstol Pedro con quien se entrevistó, y aparte vio al apóstol Santiago, el hermano del Señor Jesucristo. En Jerusalén Pablo de Tarso estuvo solo quince días con el apóstol Pablo.

      «Ni fui a Jerusalén para pedir la opinión de aquellos que ya eran apóstoles. Más bien, me fui inmediatamente a la región de Arabia, y luego regresé a la ciudad de Damasco. Tres años después fui a Jerusalén, para conocer a Pedro, y sólo estuve quince días con él. También vi allí al apóstol Santiago, hermano de Jesucristo nuestro Señor. Aparte de ellos, no vi a ningún otro apóstol. Les estoy diciendo la verdad. ¡Dios sabe que no miento!» (Gal. 1:17-20, TLA).

      Una vez convertido Saulo de Tarso, de Damasco viajó a Arabia, que pudo haber sido la frontera con Siria y luego regresó a Damasco y, a los tres años realizó su viaje a Jerusalén. A muchos convertidos, el Señor Jesucristo los esconde por algún tiempo de sus amistades para luego llevarlos ante ellos, ya maduros en la fe.

      Nunca te olvides de esos agentes providenciales que Jesucristo ha traído a tu camino. Hombres y mujeres eficaces en tomarte por la mano y de introducirte con personas y en lugares que te hubiera sido muy difícil llegar. Pero con ellos y ellas, todo se ha hecho más fácil. Es muy fácil crecer para muchos, pero ya crecidos, luego llegan a olvidarse de aquellos que los ayudaron en