El concepto de framing ha sido empleado por los especialistas en comunicación política, para designar: el proceso por medio del cual una fuente (una historia en medios como los periódicos o la televisión, o quizás un individuo en lo particular) define el problema de fondo que subyace en un problema político particular y subraya un conjunto de consideraciones relacionada con ese tema. A la acción de enmarcar como seleccionar algunos aspectos de una realidad percibida para darles más relevancia en un texto comunicativo, para de esta manera promover una particular definición del problema, una evaluación moral, y/o recomendar un tratamiento o remedio para el problema descrito, y al enmarcado como el proceso mediante el cual una fuente de comunicación, por ejemplo un medio, define y construye un problema político o una controversia (Ampar et al., 2012, p. 88).
Por otro lado, según esta teoría “la mediatización” significa que los medios de comunicación venden espectáculo y esquemas de elaboración de sentido acerca del espectáculo que están vendiendo, a partir de dos factores causales: 1) la importancia de “lo noticiable” para atraer la atención del público y 2) los intereses propios de los medios que representan un papel fundamental a la hora de definir cuáles son los filtros de selección de aquellos asuntos noticiables y, sobre todo, el rasgo del tratamiento de la noticia. Así las cosas, los medios le dan una posibilidad de interpretación a un público que no vivencia una realidad específica valiéndose de metáforas para aplicar marcos interpretativos con los que dicho público suele interpretar las situaciones o los fenómenos (Gómez, 2009).
Ahora, si bien los medios de comunicación constituyen un instrumento al servicio de la participación política y del pluralismo en una sociedad democrática, también desvirtúan su función social cuando se convierten en instrumento de manipulación informativa y propagandismo partidista (Gaitán Moya, Piñuel Raigada y Águila-Coghlan, 2017).
Al respecto debemos señalar que algunos medios de comunicación colombianos en su línea editorial han aprovechado la inédita migración masiva de venezolanos hacia Colombia y la coyuntura política de elecciones presidenciales para difundir mensajes y discursos de rechazo hacia el venezolano, utilizando este éxodo como bandera política para ganar adeptos en un interés de despertar empatía emocional en algunos sectores de la población con ideas irracionales de miedo e intolerancia e incluso acuñando términos como “castrochavismo”, que no es otro que el temor infundado a que seremos como Venezuela, un rechazo a su modelo político y económico y una decisión editorial soportada sobre la mala imagen del presidente Maduro y la posición crítica de los medios colombianos sobre su Gobierno.
I. METODOLOGÍA
Este análisis es de tipo exploratorio; por tanto, no hubo indagación directa con los medios de comunicación seleccionados. La metodología utilizada fue la del análisis cuantitativo de datos textuales a 355 artículos de opinión3 publicados por la revista Semana y el diario El Tiempo entre los años 2005 y 2016, a partir de las siguientes preguntas orientadoras: ¿qué dicen los medios de comunicación digitales de Semana y El Tiempo que ocurrió entre Venezuela y Colombia en el periodo 2005-2016? ¿Pudo ser previsible una crisis migratoria fronteriza derivada de la situación en Venezuela y las tensiones con Colombia? ¿De qué forma puede interpretar lo que sucede entre Venezuela y Colombia un lector que depende tan solo de estas dos fuentes de información?
La elección de los dos medios de comunicación se apoyó en los resultados del Estudio General de Medios Colombia (EGM) llevado a cabo en 2016 por la Asociación Colombiana de Investigación de Medios (ACIM)4 . Según los resultados del ranking que mide audiencia diaria de prensa escrita y audiencia diaria de revistas independientes, El Tiempo y Semana son los medios de comunicación con mayor hábito de consumo diario entre los colombianos.
Por su parte, el análisis de contenido siguió los siguientes tres pasos. 1) selección de artículos a partir de los objetivos de la investigación; 2) construcción de una matriz en la que se incluyeron los artículos seleccionados, el medio y las fechas en las que fueron publicados; y 3) análisis cuantitativo de los datos textuales.
La selección de artículos partió de una aproximación de línea de tiempo definida por cuatro picos migratorios en los que la Universidad del Rosario y Konrad Adenauer Stiftung (2018) logran rastrear la degradación de la situación venezolana y su repercusión en la inmigración de sus ciudadanos hacia Colombia de manera paulatina pero creciente. El primer pico, entre 1999 y 2005 con la primera reelección de Hugo Chávez en el 2000, como una migración de élites que se sintieron amenazadas por el proyecto político denominado socialismo del siglo XXI; el segundo pico, entre 2005 y 2009 tras los despidos masivos en Petróleos de Venezuela (PDVSA), cuando expertos en petróleos y grandes capitales empresariales llegan a Colombia; luego, entre 2012 y 2015 con la tercera reelección de Hugo Chávez en 2012, su muerte en 2013 y la llegada del Gobierno de Maduro en medio de una creciente crisis económica; y el cuarto pico a mediados del 2015 y comienzos del 2016.
Del último pico forman parte los más de dieciocho mil colombianos que regresaron al país tras el cierre de la frontera decretado por Maduro el 19 de agosto de 2015 y que produjeron la primera crisis migratoria. Ellos retornaron con sus familias por el miedo que les produjo la campaña de estigmatización que el Gobierno bolivariano promovió en su contra. El gran éxodo venezolano generó una diáspora de supervivencia que se desplazó hacia Colombia para proteger las condiciones más básicas de vida, con una alta tasa de irregularidad e indocumentación con características humanitarias.
Estos desplazamientos paulatinos también han sido registrados por los datos oficiales colombianos, que reportan la entrada regular de ciudadanos venezolanos a Colombia desde el 2012-2013 a 2016, evidenciando una tendencia de crecimiento lineal (casi exponencial) de esta inmigración; sin considerar los casos de aquellos que entraron por cruces irregulares en la frontera o trochas (figura 1).
FIGURA 1. ENTRADA DE VENEZOLANOS A COLOMBIA ENTRE 2012 Y 2016
Fuente: elaboración propia a partir de datos tomados de Unidad Administrativa Especial Migración Colombia (UAEMC), cálculos del DANE y Migración Colombia (Radiografía de venezolanos en Colombia, 2017).
Una vez identificados los años más relevantes de la inmigración venezolana hacia Colombia (picos migratorios), se hizo un rastreo de la categoría “venezolanos” en la barra de búsqueda de cada medio con los siguientes resultados: un total de 25.543 artículos publicados bajo esa categoría (7.323 artículos de la revista Semana y 18.220 artículos del El Tiempo). De esos 25.543 artículos se escogió una muestra aleatoria a conveniencia de 355 (141 artículos de Semana y 214 de El Tiempo), correspondientes a 1 artículo publicado cada 11 días, así: 63 artículos publicados entre el 2005 y 2012; 69 en 2013; 109 en 2015 y 114 en 2016, y que fueron publicados en línea así: abril-noviembre de 2005, octubre de 2012, marzo-abril de 2013, agosto-diciembre de 2015 y agosto-diciembre de 2016.
Se definió como motor de búsqueda el término “venezolanos”, ya que hace alusión directa a la nacionalidad del éxodo que se pretende analizar. También, teniendo en cuenta que desde un punto de vista técnico las cifras migratorias parten del criterio de nacionalidad de