Después del 31 de mayo. Ignacio Serrano del Pozo. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Ignacio Serrano del Pozo
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789562469234
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la primera, y posiblemente más importante tarea, es buscar la categoría correspondiente. Lo que el P. Kentenich hace, es -en mi opinión- un intento de “psico-historia”: analizar rasgos generales de culturas y pueblos, partiendo de una experiencia personal que él considera en parte (!) generalizable. La perspectiva es fundamentalmente psicológica, no filosófica.

      Este intento es tan posible como difícil. Nombro dos pensadores famosos, ambos pensadores y sicólogos, que trataron tales temas: Karl Jaspers y Erich Fromm, también con los aspectos de pueblos y política. En la psicología se trató en los últimos años el tema de si hubo cambio general en los tipos más frecuentes de trastornos psíquicos en nuestro siglo.

      2. El uso generalizado de las categorías “orgánico” y “mecanicista”.

      Es un hecho que estas palabras son de uso muy general. Parten de experiencias que son accesibles en nuestra cultura desde hace siglos: máquinas inventadas por el hombre de cada tipo, hechas de material muerto por un lado, y los seres con vida, que no inventamos y no entenderemos probablemente nunca, a los cuales pusimos el nombre “orgánico”. A pesar de que originalmente esta palabra griega tenía el simple significado de “instrumento”, el puente fue que los seres vivos son organismos con muchos órganos y forman una unidad compleja, hasta hoy inexplicable-.

      Las palabras se encuentran en el lenguaje normal de la calle, así como en las ciencias. Los grandes teóricos del orgánico y del sistema son una línea de los famosos idealistas alemanes, y después los románticos. En los siglos XIX y XX, por los efectos negativos de la industrialización, mecanicista es una palabra negativa.

      Las palabras se usarán también en la política y son aptas para todo emprendimiento ideológico. En el tiempo del auge de la Heimat (patria, hogar) la palabra mágica “orgánico” se usó tanto por los nazis como por las contracorrientes católicas.

      Todo esto pone la exigencia de más claridad y perfil. Pero el P. Kentenich mismo nos dificulta la cosa usando los términos a menudo en sentido general y a veces como “término simbólico”, por no decir casi como alarido de batalla. Hay frases en Educación Mariana para el hombre de hoy (1934) en las que presenta lo “orgánico” casi como panacea.

      Se puede decir -y lo digo también- que esto no es trágico si por lo normal se da una explicación más clara y definida del asunto. Pero las frases tipo rótulo general dificultan a menudo la comprensión y el diálogo.

      Ponemos entonces la exigencia de explicación de los términos y, cuando se quiera troquelar un nuevo término global, que se dé un punto de partida más claro que el concepto nebulosísimo de lo “orgánico”.

      3. Investigación e interpretación del P. Kentenich.

      La pauta de aclaración se puede poner fácilmente pero, ¿cómo responder a ella? Sobriamente hay que constatar que para el P. Kentenich el complejo “orgánico-mecanicista” fue más bien una intuición, una experiencia fuerte personal y no un concepto claro y fácilmente definible. Tampoco se adhirió simplemente a la enseñanza de un pensador. Si recurrimos a la historia de la formulación vemos varias fases de las formulaciones. También los términos para la mentalidad opuesta cambian bastante, a menudo aludiendo a sugerencias externas hoy difíciles de investigar.

      Este hecho nos exige hacer un trabajo duro y asiduo de leer e interpretar los textos del P. Kentenich. Su intuición está encarnada en los ejemplos, las descripciones y en las perspectivas que utiliza para explicarse. Pienso que otra vez es un tema en lo cual es muy prometedor seguir las huellas de un camino providencialista, el camino de la formulación lenta de una intuición.

      4. El bolchevismo como mecanicismo. El cambio del tiempo.

      El cambio del año 1989/90, la caída del imperio ruso, es un hito político importante. Durante 70 años Europa, y en parte el mundo, estaban enfrentados a un reino político-ideológico con fuerza poderosa y agresiva. Es previsible que la memoria de esta historia se debilite muy pronto, y el hecho que el P. Kentenich estuviera orgulloso de ser un empedernido enemigo del bolchevismo se convierte en una frase rara e incomprensible.

      La lucha contra el pensar mecanicista como bacilo que prepara el bolchevismo, ¿se terminó ya? El P. Kentenich, ¿es un profeta que cumplió ya su tarea porque el enemigo no existe más?

      Otras preguntas de la relectura histórica del mensaje: los análisis del tiempo del P. Kentenich, ¿son todavía validas hoy? “El hombre de hoy” del P. Kentenich murió ya. El Concilio Vaticano II -para el P. Kentenich puerta de su libertad- es para nuestros jóvenes un dato de la historia. El tiempo preconciliar de la Iglesia, mentalidad en la cual surge el Movimiento como movimiento renovador, ya es cosa antiquísima, y corremos el peligro de que las luchas del P. Kentenich en su tiempo aparezcan para muchos como las peleas de Don Quijote.

      ¿Qué diría el P. Kentenich hoy? Si no queremos hacer el papel de los predicadores que ven el mundo siempre empeorando y que repiten sus fórmulas de antaño, hay que observar y analizar el mundo de hoy, las corrientes actuales y responder desde un concepto clarificado de lo que es la intención fundamental del P. Kentenich.

      Intento de formular unas pautas fundamentales del “organicismo” del P. Kentenich en lenguaje simple

      Lo que sigue no quiere ser algo completo, sistemático o definitivo. Busco formular algunas líneas importantes que dan perfil a lo que el P. Kentenich intuyó como “pensar y vivir orgánicamente”, avisando síntomas o tendencias que a la larga impiden esta forma de vivir.

      Intento formularlo con el mínimo posible de términos técnicos, evitando incluso la palabra “orgánico” y “mecanicista”. Para mí, este tipo de “traducción” es un paso importante y a menudo fecundo en la elaboración de contenidos que ya se hicieron en alguna manera ideológicos.

      1. El P. Kentenich parte en su proyecto pedagógico siempre de la unidad de lo natural y de lo sobrenatural. Un hombre que vive sin Dios es para él algo esencialmente incompleto. Los piadosos que se aparten del mundo por ascética o desprecio igual no son hombres completos-. La meta es buscar, encontrar y vivir con las personas y en este mundo, palpando y amando a Dios, y que cada cosa nos revele algo de Él.

      Por esto, cada mentalidad que es incapaz de conducir a Dios -sea por ideología o por su modo de realizarse- es para el P. Kentenich equivocada y peligrosa. Aplica este juicio tanto a escuelas psicológicas y a filosofías como a sistemas políticos. Pero también cada persona que se estanca en las relaciones de cada día sin horizonte del más allá participa de esta mentalidad, que ve solamente la mitad del hombre.

      2. El P. Kentenich como pedagogo introduce la dimensión del tiempo. Los seres vivientes nacen, crecen y tienen su desarrollo, y este despliegue es algo lento. Si uno es -como fácilmente sucede- impaciente e incapaz de mirar el proceso global o las posibilidades futuras va a emitir siempre juicios negativos porque le falta algo. Quizás tampoco esté dispuesto a aceptar que cada fase de la vida tiene su acento, su tarea, su realización. Fácilmente se critica al otro porque no está bien según mis criterios. El respeto al individuo y a su desarrollo personal es algo fundamental para el P. Kentenich.

      Por esto, la mentalidad que mide todo según unos criterios supuestamente objetivos, esenciales y fijos, sin respeto a la personalidad, su historia y estadio de su desarrollo, es para el P. Kentenich muy sospechosa.

      Esto vale también por aquellos que hablan de procesos y progreso, pero que empujan demasiado, no respetan las motivaciones y dones personales. También si se fomenta un aspecto exageradamente, así que se desequilibra la persona.

      3. Relaciones personales de cierta profundidad solo se dan si todas las capacidades de la persona se integran. Relaciones puramente emocionales son ciegas y volátiles, relaciones solamente de la cabeza pierden el calor humano, relaciones sin cierta duración y fidelidad se convierten en jueguitos. Y para personas de cierta religiosidad también accede y se busca un toque de la eternidad, que quizás se palpa solamente en la honestidad y la veracidad de la relación.

      Está claro que las relaciones según su entorno y motivo son diferentes, pero las formas de vivir que ya de antemano se cierran o impiden estas dimensiones